miércoles, 28 de septiembre de 2016

Facundo Cabral recuerda a Borges




Facundo Cabral no era un intelectual ortodoxo, pero sabía mucho de literatura y amaba los libros. Escribía con pasión, no sólo canciones, sino también poesía y los textos que narraba con voz clara y precisa en sus presentaciones.

Dialogó con Krishnamurti, fue amigo de Juan Rulfo, de Julio Cortázar y de Jorge Luis Borges. A este último lo visitó su departamento en Buenos Aires. “Señor Cabral, usted sabe más de mi vida que yo, abra esa cómoda y encontrará muchos manuscritos lléveselos, se los regalo”, le dijo el gran escritor.

“Cuando le pregunté a Borges porqué no había libros suyos en su biblioteca, me dijo: porque sigo teniendo el hábito de la buena lectura. Cuando le pregunte qué le había parecido Arreola, que acababa de visitarlo, me dijo: es un verdadero caballero, me dejó dos o tres silencios”, contaba Cabral en una de sus famosas anécdotas ante el público.

En Ciudad Obregón conoció a Erich Fromm, el autor de El arte de amar. “Fue una luz. Iluminó un montón de rincones que no conocía. Fue como estar frente a un espejo mucho mejor que yo”, dijo Facundo.

Quería a Octavio Paz, a Julio Cortázar, a Nacha Guevara, a Walt Whitman y le costó vivir sin Borges.

“Estaba tomando sopa con mi madre. Mi madre lo amaba: no me olvido nunca de eso. Estábamos comiendo una sopa de sémola y sale un gran amigo nuestro en la radio, un hombre importante de la radio argentina, que además estuvo bastante cerca también de Borges, y dijo: “Hoy odio mi oficio. ¿Por qué me tiene que tocar a mí decir que Borges murió en Ginebra?” Y mi madre no dejó de tomar la sopa y dijo: “¡Caramba! Ahora sí que vamos a ser pobres”. Esa fue una muerte terrible para mí, porque no se puede suplantar tanta inteligencia. Ahora hay que esperar otro siglo y yo me lo pierdo”, contó en una entrevista.

Fuente : Sin embargo – México   (fragmento)

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