Emilio Pieri, Dr. en lingüística y en Filología Romana, vive fuera de la ciudad. Actualmente se dedica a criar caballos criollos y enseña a distancia en un Instituto Superior de Buenos Aires. Vivió una vida intensa llena de viajes por varias partes del mundo, y conoció a próceres de la Literatura como Jorge Luis Borges, con quien compartió algunos viajes. También a Ernesto Sábato. En este artículo exploramos a través de Emilio, muchas anécdotas sobre Borges que nos brinda una nueva perspectiva sobre dicho prócer.
Benito Juárez tiene algunas gemas escondidas, que pasan desapercibidas a los ojos de los ciudadanos. Quizá continúan ocultas, a la espera de ser encontradas, o que alguien, por casualidad vea un indicio de algo y decida ahondar en el hecho. Este es el caso de e Dr.Emilio Arrimondi Pieri. A través de su vida ha acumulado muchas experiencias y desde ese lugar nos brinda varias anécdotas que nos lleva directamente a personajes que han sido de vital importancia para la literatura latinoamericana, y mundial, como Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges, con quien compartió algunos momentos de su vida. Emilio nos recibió en su chacra, Cabaña San Jorge, un lugar apartado de la ciudad donde lleva a cabo sus actividades.
Emilio en tercera persona
"Emilio es un señor que ha llegado a una edad interesante, ha caminado mucho, ha hecho cantidad de cosas, conocido incontables personas. Estudió medicina, y después se le dió por las letras, y ese hecho le ha permitido viajar y vivir más que si hubiese sido médico, porque a mi mujer, que estudió medicina se fue joven; se sacrificó mucho. En cambio, yo tuve la oportunidad de ver el mundo. Conocí a Borges, que fue un profesor muy querido para mí; y sobre el cuál la gente me pide que cuente cosas sobre él."
Primeras impresiones propias sobre Borges.
"A mí me interesa hablar sobre el Borges humano. Muchas veces a la gente le parece que es un personaje desasido de humanidad, de lo emotivo. Y es todo lo contrario. La fascia que presentaba a raíz de las operaciones que tenía en la cara y en los párpados, le dió ese rostro medio hierático que era tan característico en él. Decía... Nos soy lindo, la gente prefiere otros escritores, como Sábato. El se reía mucho de el mismo. Pero era muy amante de lo argentino sin ser un nacionalista extremo. Descreía de los nacionalismos en general. Era un ácrata, que no le interesaban los gobiernos, pero en el fondo expresaba una democracia participativa como era la Suiza, país donde estuvo de joven estudiando, y donde posteriormente volvió para morir, cerrando así un ciclo vital."
"Era una persona que lo oías hablar, y acostumbrado a 4 idiomas, parece que bisbiseaba. Decían que ya estaba mal, pero solo era el producto de la mezcla de idiomas que manejaba: El alemán, el inglés que aprendió con su abuela quien le leía La Biblia a los 4 años. El italiano, también en Suiza aparecía el francés y de nuevo el alemán. Durante las conferencias, el producía con su tono cansino, un estado de pre dormición, porque era monótono. Uno se termina acomodando a esa tesitura y tonalidad en el discurso, y después uno se ocupa de lo que dice, no tanto en cómo lo dice."
Relación personal con Borges: asistencia a sus cátedras, viajes juntos.
"Yo viajé varias veces con él, una de ellas fue a Junín, de donde era su abuelo, el coronel Francisco Borges. Yo lo conocí porque fue mi profesor, y tuve la suerte de relacionarme con él gracias a su gentileza. Tenía una memoria bárbara y agradecía a la gente que iba a sus clases, ya que era una época política muy crítica, y le sacaron sus horas como profesor. Entonces íbamos a sus clases, era una catedra paralela donde asistíamos solo 20 alumnos. Entonces teníamos la oportunidad de escucharlo hablar de cosas, que nunca hubiese contado en una clase multitudinaria. Eso creó una relación. Después fui rector del colegio suizo-argentino. Más adelante también me desempeñé como rector de un colegio, dirigido por la mamá del cineasta Leopoldo Torre Nilsson, quien hizo una película del cuento de Borges "El Muerto", que no tuvo mucho éxito. No por el cuento de Borges, sino porque era un bodrio. Borges se echaba la culpa del fracaso cinematográfico, "mi cuento seguro que no es muy bueno". El cineasta, de paso, también le echaba la culpa (risas). Después invité a Jorge Luis a venir a Junín con nosotros. Aceptó encantado."
"La mamá de Torre Nilson nos llevó en auto hasta Junín. Yo estaba nervioso, porque no sabía que hablar con este sagrado individuo. Recuerdo que hacía mucho frío"
"Justo era la época de la revolución, y nos paran por Luján, un destacamento armado hasta los dientes. Pensé que era nuestro final. Al menos me queda el consuelo de morir al lado de un prócer. Cuando supieron quien iba en el auto, no solo nos dejaron pasar, sino que nos pusieron dos motocicletas a modo de custodia. La conferencia fue un éxito, vinieron de muchísimas provincias. Hasta vino un equipo de básquet, que se lo llevaron al hombro. El dejó el bastón y se prestó para semejante cosa. El iba saludando en el medio de la calle a la gente. Una escena digna de guardar en la memoria. Las personas se enfervorizaron de tal manera que causó sensación. Tuve la suerte de conocer a su primera mujer, Elsa Astete de Millán, se casó con ella. Pero lo termino traicionando. María Kodama, a quien conocí también, cayó en lo mismo, una persona que no estuvo a su altura."
Relación con Ernesto Sábato, fiesta nocturna y partida a Europa para tratar cáncer.
"Pude conocer a Ernesto Sábato, pero no me cayó demasiado bien. Era un tipo muy rústico en sus maneras. Trataba mal a la gente. No sé si estaba amargado el pobre. Borges lo vivía admirando. Me decía que Sábato era una maravilla, el mejor novelista. Tenía una gran generosidad, que Sábato no tuvo con él. Hay una gran diferencia marcada entre los dos autores. Cuando le pregunté a Borges si me acompañaba a Junín, él me preguntó ¿dónde? Le hice la misma pregunta a Sábato, y me respondió, ¿cuánto? (risas) En ese momento no había mucho presupuesto. Esa crítica no desvirtúa su habilidad como escritor, pero me llama la atención que en 80 y largos años, no haya encontrado la felicidad, dejando un mensaje de optimismo para la gente que lo adoraba".
"Esa misma noche Borges asistió a una fiesta con nosotros. Solo comió dos bananas y papas fritas. Cuando le hice notar que le habían cocinado de todo, y solo comía eso, él me respondió que como no veía bien, la banana y las papas podía alcanzarlas y manipularlas sin problema, pero no podía comer un huevo frito porque se iba a manchar. A pesar de estar prácticamente ciego, jamás descuidó su aspecto, de elegancia a la inglesa"
"Después nos continuamos viendo con Borges, hasta que se fue a Europa para tratar un cáncer de hígado que le habían detectado. Pude despedirme de él. Me dijo que se fue porque no quería ser tapa de revista. En esa época Balbín tuvo un accidente y le sacaron fotos, todo cableado. Borges no quería que le sucediera lo mismo. Allá me cuentan que, en un momento, Borges le pidió a María Kodama que corriera las cortinas, para ver el lago a esa hora. Cuando ella se da vueltas, él había muerto, plácidamente."
Fuente: El Fenix digital – Benito Juarez
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