Más de 200 piezas
entre pinturas, dibujos, grabados y objetos de la artista plástica argentina se
exhibirán hasta marzo.
Norah Borges, “El diván amarillo”, 1961, Colección Museo
Rosa Galisteo de Rodríguez. (Foto: MNBA)
Por Jessica Fabaro
"En todos nuestros juegos era ella siempre el caudillo,
yo el rezagado, el tímido, el sumiso". Así retrataba Jorge Luis Borges en
uno de sus textos a su hermana, Leonor Fanny Borges Acevedo, Norah Borges. El
Museo Nacional de Bellas Artes decidió ponerse a tono con la época y rescatar
merecidamente la trayectoria de una mujer con lenguaje propio; que ilustró
libro de grandes escritores (su hermano, Victoria y Silvina Ocampo, Julio
Cortázar, Adolfo Bioy Casares, entre otros); que vivió en las sombras de sus
colegas de los años '20, pero dejó huella en el campo artístico de nuestro
país.
Con la exposición “Norah Borges. Una mujer en la vanguardia”,
curada por el especialista Sergio Alberto Baur, el MNBA inaugura un nuevo
capítulo. Se trata de la primera muestra de la artista plástica argentina y es
la primera vez que una artista mujer llega con una exposición monográfica, que
reunirá más de 200 pinturas, dibujos, grabados y objetos.
La muestra analizará toda su vida artística a través de
piezas provenientes de 28 colecciones públicas y privadas y se propone enlazar
los mundos que vivió Borges desde su período de formación, y su destacado trabajo
como ilustradora de la vanguardia española y argentina.
“En su producción
Norah Borges experimentó con diversas técnicas, como el dibujo, la pintura y el
grabado, todas ellas marcadas por la sencillez, la levedad y la sutileza, la
misma discreción que adoptó en su vida que transcurrió siempre al margen,
evitando el centro de la escena”, destaca el director de la institución, Andrés
Duprat.
Según explica Baur, la artista “constituye una rara
excepción dentro de la historia del arte argentino, debido a que su presencia
en las décadas de auge de las vanguardias internacionales le permitió acompañar
a personajes de la relevancia de Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca,
Gabriela Mistral, y a los jóvenes poetas de renovación de España y de la
Argentina, y establecer un diálogo plástico con los movimientos artísticos de
esos años”.
Su desarrollo artístico personal atraviesa con un lenguaje
propio las formas de la modernidad. A lo largo del siglo XX, en contacto con la
vida literaria de su tiempo, ilustró los primeros libros de escritores como
Borges, Victoria y Silvina Ocampo, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Eduardo
Mallea, Ricardo Molinari, Concha Méndez Cuesta, Carmen Conde, Rafael Alberti, y
los chilenos Luis Enrique Délano y Humberto Díaz Casanueva. También realizó
ilustraciones para las revistas de vanguardia españolas Grecia, Ultra y
Baleares, y fue colaboradora destacada de las publicaciones argentinas Prisma,
“Proa”, Martín Fierro y Valoraciones, entre otras.
“A la sombra de su hermano y de su marido, pareciera que
esta mujer artista de la vanguardia permaneció oculta frente a sus compañeros
de ruta de los años '20, alejada del mundo de la crítica y del sistema del arte
en general”, explica Baur.
Los once núcleos que organizarán en sala esta gran
exposición son “Infancia”, “Norah, una artista ultraísta”, “Norah Borges en la
vanguardia” I y II, “Cartografías”, “Quintas y viaje a España”, “Norah
ilustradora”, “Españoles de tres mundos”, “Salas de pintura y dibujo”, “Norah
por Jorge Luis Borges” y “Manuel Pinedo: Norah Borges crítica de arte en los
Anales de Buenos Aires”.
El redescubrimento y la puesta en valor de su obra en el
mapa de las artes plásticas del siglo XX comenzó en los años '90, cuando fue
incluida como protagonista en la muestra “El ultraísmo”, organizada por el
Instituto Valenciano de Arte Moderno. En 1994, la crítica e investigadora
Patricia Artundo, con apoyo del Fondo Nacional de la Artes, publicó “Norah
Borges, Obra gráfica 1920-1930”, libro pionero en la sistematización y análisis
de su producción.
“Su involuntario olvido encuentra su reconocimiento en esta
exposición, como un merecido homenaje a esta extraordinaria pintora, que, entre
otras cosas, fue la mujer más relevante del ultraísmo, que exploró el
expresionismo, y que se fue definiendo como artista, más allá de las tendencias
y de las escuelas artísticas del siglo XX, o transitando en los márgenes de los
innumerables ismos que concibió ese tiempo histórico”, cierra el curador.
Fuente Todo Noticias
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