Tango y gaucho son las dos palabra que identifican la patria
argentina en cualquier parte del mundo, según Jorge Luis Borges, a quien no le
gustaba Carlos Gardel, "por ñoño", y quien amaba los cantos de la
guardia vieja y la milonga, como muestran las grabaciones inéditas con su voz,
donde incluso llega a cantar.
Las cintas, que acaban de salir a la luz, corresponden a
tres charlas que el escritor argentino dio en Buenos Aires, en 1965, sobre el
tango.
Estas fuero presentadas hoy por la viuda del escritor María
Kodama y por Cesar Antonio Molina, director de la Casa del Lector, de la Fundación Sánchez
Ruipérez, donde está depositado el material cedido por el escritor Bernardo
Atxaga, tras muchos avatares.
Casi cinco horas de grabación sobre el tango "ese pensamiento
triste que se baila", que la Fundación Sánchez Rupérez y la Fundación Borges,
junto con Anaya, editarán en un audio libro, anunciaron hoy.
Unas cintas, que explicó hoy Bernardo Atxaga por vídeo
conferencia recibió de un amigo, que a su vez las recibió de otro amigo que se
las dio como pago una deuda. Atxaga se la mandó al catedrático de Oxford y gran
especialista y biógrafo de Borges Edwin Willamson, quien certificó que
correspondían al escritor y que éstas eran inéditas.
Luego María Kodama, a quien se las envío César Antonio
Molina también las dio por buenas, y hoy ya son un tesoro, una realidad para
paladear.
Kodama recordó que Borges le contó que cuando él era chico
había visto bailar el tango en la calle entre dos hombres que solo se tocaban
las manos, ya que las mujeres se negaban a bailar en la calle porque decían que
ellas hacían esos movimientos en sus cuartos, en sus casas, pero que no podía
exhibirse con un hombre de esa manera.
"Con el tiempo y cuando en París empezaron a bailar
tango, las mujeres, por esnobismo, empezaron a bailarlo en Argentina también.
Y Borges dice en las grabaciones"...el tango perdió los
primitivos cortes y quebradas y se convirtió en una suerte de paseo
voluptuoso... e hizo que apareciese un instrumento nuevo, el bandoneón, que no
se conoció en las primeras orquestas..."
En las grabaciones Borges no solo habla del origen del tango
que lo fecha en torno a 1880 y cuya palabra le suena etimológicamente africana,
ésta tema es solo una excusa para desarrollar también su "increíble"
memoria y sabiduría sobre diferentes temas.
"El tango sale de las casas malas, es arrabalero surge
de los suburbios de la ciudad... y este estaba cerca del centro...había gente
que las frecuentaba para jugar a la baraja, tomar un vaso de cerveza o ver a
los amigos...", dice.
"El tango surge en los mismos lugares en los que
surgiera después el jazz en Estados Unidos...el tango ha llevado el nombre de
Argentina por todas las partes del mundo...", añade.
"Son conferencias, charlas mejor que conferencias que
iba hablando, diciendo con su memoria gigantesca. Habla primero de lo vivido,
luego de lo escrito y luego de lo leído", indicó Molina.
"Se trata de Borges en su salsa. El tango es una excusa
para hablar del mundo; de Walt Whitman, de Lugones, Homero, del Modernismo, de
Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, de Valle Inclán, de la milonga. Reconstruye el
Buenos Aires de principio de siglo. Habla de guitarras y violines, de los
cobardes y lo valientes, de las letras del tango y de la decadencia física de
la mujer", concluyó César Antonio Molina.
Komada recalcó que a Borges le gustaban los tangos de la
guardia vieja porque estos no tenían letra. Y en las grabaciones el propio
Borges dice: "Los primeros tangos no tenían letra o tenían lo que podemos
llamar decorosamente inefable o letra indecente o una letra meramente
traviesa... y tararea 'pasen a ver señores...'.
Y lo que Borges deja claro es que no le gusta Carlos Gardel,
porque tenía algo de "sentimiento llorón", y también que, según su
propias palabras, él mimo canta en estas grabaciones un tango "correctamente
desafinado".
Fuente : La
Republica – Peru
Video : You Tube
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