La obra de de este pintor se alimenta cotidianamente del
gusto y pasión que tiene por las obras literarias. En esta ocasión, las piezas
que la conforman se llevan de la mano con el legado que dejara Jorge Luis
Borges. En los diez y ocho cuadros se puede apreciar una clara evocación por
personajes que habitan el imaginario de un mundo de sueños y locura,
en donde se multiplican las figuras hasta el infinito, obligando al potencial
espectador a estar muy atento para descubrir espacios, texturas y colores para
entonces poder recrear sus propios cuadros.
Los protagonistas de sus piezas emanan del gusto que tiene
el artista por la lectura
SERES IMAGINARIOS ES LA EVOCACIÓN DE PERSONAJES QUE VIVEN EN
UN MUNDO ONÍRICO Y DEMENCIAL, AFIRMÓ SU CREADOR: JAVIER CRUZ
La obra de Javier Cruz, Seres Imaginarios, se alimenta
cotidianamente del gusto y pasión que tiene el artista por las obras
literarias. De tal suerte que, en esta ocasión, las piezas que la conforman se
llevan de la mano con el legado que dejara el autor argentino, Jorge Luis
Borges.
En los diez y ocho cuadros, que cuelgan de los muros de Casa
Lamm, se puede apreciar una clara evocación por personajes que habitan
el imaginario de un mundo de sueños y locura, en donde se multiplican
las figuras hasta el infinito, obligando al potencial espectador a estar muy
atento para descubrir espacios, texturas, colores y entonces poder recrear así
sus propios cuadros.
Con lo anterior coincide la crítica de arte, María Helena
Noval, al resaltar que el pintor Javier Cruz reconoce que la inspiración para
la creación de sus imaginarios fantásticos, provienen en buena medida de la
literatura, pero también se observa que en el espacio pictórico de su obra
conviven bestiarios y paradojas con seres que se mueven a la manera del vanguardista
Futurismo, vuelan a lo Chagall.
“Poseedor de un estilo sumamente personal, Javier Cruz es el
creador de una serie de superficies, en donde prevalece una lucha entre los
elementos pictóricos que maneja de una manera lúdica para crear una especie de surrealismo
que nos recuerda a las Cuevas de Altamira, con sus juegos oníricos, huellas
arcaicas, ceremonias mágicas, amores perdidos y encuentros nocturnos”. Dueño de
una técnica que ha ido depurando a través de los años en su arduo trabajo,
continúa la crítica de arte, Javier Cruz nos da una visión muy personal de ésta
realidad que siempre es parcial, en donde lo esencial queda sugerido con la
bipolaridad de indefinición y exactitud, el silencio y el grito, la forma y el
fondo, transparencia y opacidad, pues todas se complementan para enriquecer el
espacio pictórico, del expositor en turno.
Al referirse en concreto a la pieza Los perros del elefante,
María Helena Noval afirma que recobran otra realidad que nos acerca a los
sueños y a la locura, a un espacio que tenemos que 3 intuir. En su obra, la
saturación de espacio no lleva a resonancias figurativas llenas de mitologías,
pero también a la magia de la poesía.
La exposición del artista, que radica en Cuernavaca,
Morelos, está formada por 18 cuadros, trabajados en los últimos 2 años, cuyas
dimensiones van de 120 x 140 centímetros, hasta 200 x 300 centímetros, bajo la
técnica del óleo y arenas sílicas sobre lino, responde, según palabras de María
Helena Noval, a una voluntad lúdica.
“Tratándose del mundo humano, hay en la obra cruciana, de la
presente muestra, una escena azul en la que dos personajes imaginan o recuerdan
una ciudad. Lo interesante de esta obra es que evidencia la aparente
contradicción entre soñar –que se entiende cómo imaginar o visualizar el
futuro- y recordar, como recreación del pasado, sólo para descubrir que no hay
tal conflicto, porque como dijimos en un inicio, para Cruz lo importante es la
demostración de que la realidad no es una, sino muchas y todas dependen de los
ojos con que se mira”.
La inauguración de la muestra Seres Imaginarios, de Javier
Cruz, se llevará a cabo el próximo miércoles 11 de noviembre, a partir de las
19:00 horas, en Galería Planta Alta y Espacio Visual, del Centro de Cultura
Casa Lamm, ubicado en Avenida Álvaro Obregón 99, colonia Roma.
Fuente : Galería Casa
Lamm
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