Numerosos libros
recogen sus frases más graciosas. Dueño de una fina ironía, el genial escritor
argentino escribió con sus ocurrencias nuevas páginas. Fragmentos que aquí
disfrutaremos, recogidos de la web.
En 1980, Borges recibía el Premio Cervantes de Literatura.
Compartía el galardón con el poeta español Gerardo Diego. Los dos se conocían
desde su juventud, y ahora, allí, octogenarios ambos, se encontraban después de
mucho en la ceremonia de entrega. El Rey Juan Carlos de España ya estaba listo
para su discurso, cuando por fin Gerardo Diego logra llegar hasta el célebre
ciego, y lo saluda.
-- Hola, Borges.
-- ¿Quién es?.
-- Gerardo
-- ¿Quién?
-- Diego.
-- ¿En qué quedamos?
......
Desde que empezó a quedarse ciego, dejaron de gustarle los
disfraces. Lo confundían aún más y lo enojaban. Cuenta su gran amiga Silvina
Ocampo que una tarde, en casa de Victoria, ella y Nora Langhe, disfrazadas las
dos, sorprendieron a Georgie paseando por los jardines, y lo asustaron. Borges
se molestó, refunfuñó algo en voz baja, y siguió caminando solo hasta que se
chocó con un árbol, y allí, palpando la corteza con sus manos, le dijo con la
cara contra el tronco:
-- ¿Vos también te disfrazaste?
.....
Amó tanto Buenos Aires, que reconoció haber ido por el mundo
diciéndole a todo el mundo que Buenos Aires era una ciudad horrible.
Temí que se llenara de turistas. La quería sólo para mi.
.....
Ésta la contaba Marco Denevi: un
amigo mío conducía
del brazo por la calle a un Borges ya ciego, y a su pedido, le lee lo que dice
un afiche con consignas nacionalistas: Dios,
familia y propiedad. Borges entonces murmura: Caramba, que tres incomodidades.
.....
Y como el mundo del fútbol le era ajeno por inasible, él
abolió el fútbol de su mundo. Sin embargo, aún así, se confesaba hincha de San
Lorenzo de Almagro. Tan sorprendente adhesión de su parte, la había tomado en
aquella misma biblioteca del barrio de Almagro, ya casi Boedo.
Cierta vez me preguntaron a mí
qué cuadro prefería, y yo pensé que se referían a telas o a óleos,y les
expliqué que como no veía bien, la pintura no me interesaba demasiado. Pero
parece que no: se referían al cuadro de fútbol. Entonces yo les dije que no sabía
absolutamente nada de fútbol, y ellos me dijeron que ya que estábamos en ese
barrio de Boedo y San Juan, yo tenía que decir que era de San Lorenzo de
Almagro. Yo aprendí de memoria esa contestación, siempre decía que era de San
Lorenzo, para no ofender a mis compañeros. Pero pronto noté que San Lorenzo de
Almagro, casi nunca ganaba. Entonces yo hablé con ellos, y me dijeron que no,
que el hecho de ganar o perder era secundario en
lo que tenían razón.-,
pero que San Lorenzo era el cuadro más científico de todos. Eso me dijeron,
sí... Se ve que no sabían ganar, pero lo hacían metódicamente.
.....
Su buen amigo de juventud -cofundador con él del ultraísmo argentino-, Guillermo de Torre, con los años,
se convirtió en su cuñado. Luego el tiempo
los fue distanciando, y la relación entre los dos se enfrió cada vez más.
Después de Torre quedó sordo. Desde entonces, cuando le preguntaban a Borges
cómo se llevaba con su cuñado, él enseguida respondía: muy
bien: yo no lo veo y él no me oye.
.....
Borges firma ejemplares en una librería del Centro. Un joven
se acerca con Ficciones y le dice:
"Maestro, usted es inmortal".
Borges le contesta: "Vamos, hombre. No hay por qué ser tan
pesimista".
.....
Roma, 1981. Conferencia de prensa en un hotel de la Via Veneto. Además de periodistas, están presentes
Bernardo Bertolucci y Franco María
Ricci. Borges, inspirado, destila ingenio. Llega la última pregunta. "¿A qué atribuye que
todavía no le hayan otorgado el Premio
Nobel de Literatura?"
- "A la sabiduría sueca".
.....
En una entrevista, en Roma, un periodista trataba de poner
en
aprietos a Jorge Luis Borges. Como no lo lograba, finalmente
probó con algo que le pareció más provocativo: "¿En su
país
todavía hay caníbales?"
- "Ya no - contestó aquél -, nos los comimos a
todos."
.....
Pero el anecdotario borgeano -el más rico y variado de
cuantas personalidades uno recuerde-
está también hecho de observaciones,
ocurrencias y comentarios de singular agudeza. En ese
temperamento, el escritor no rehuía incluso el tener que
vérselas con temas difíciles: en plena
Guerra de las Malvinas, opinó que "la
Argentina e Inglaterra parecen dos pelados peleándose por un peine"
y que "las islas habría que
regalárselas a Bolivia para que tenga salida al mar".
.....
Propuesta. Cuenta Héctor Yanover que durante una reunión de
la SADE sobre la situación de la
literatura argentina, Córdoba Iturburu,
que la presidía, inquirió a los gritos: "¿Y qué vamos a
hacer por nuestros jóvenes poetas?" Desde el fondo
llegó otro grito, éste de Borges:
"¡Disuadirlos!"
.....
En la pausa de un acto cultural, el novelista Oscar
Hermes Villordo acompañó a Borges al
baño, situado en un primer piso al que
se llegaba por una empinada escalera de madera. Cuando
volvían, Villordo notó que Borges descendía los escalones
demasiado rápido y, temiendo lo peor, le
preguntó:"¿No deberíamos ir más
despacio?" "Pero no soy yo - aclaró Borges -, es Newton."
.....
Borges charla con Antonio Carrizo, en un bar. Por la radio
del local se anuncia un tango con letra
de León Benarós, amigo de Borges. El
locutor propone escucharlo y el escritor acepta.
Cuando el tango termina, Carrizo le pregunta qué le pareció.
Borges mueve la cabeza y dictamina, muy
preocupado: "Esto le pasa a Benarós
por juntarse con peronistas".
.....
El poeta Eduardo González Lanuza, uno de los introductores
del ultraísmo en la Argentina y gran
amigo de Borges, descubre a éste en
Florida y Corrientes, solo, con su bastón, esperando para poder cruzar. Lo toca y le dice: "Borges,
soy González Lanuza". El vuelve la
cabeza y, después de unos segundos, contesta: "Es probable".
.....
En Maipú y Tucumán, un grupo de adictos a Isabel Perón
descubre a Borges y lo sigue unos
metros, insultándolo. Al ingresar en su
casa, un periodista le pregunta cómo se siente. "Medio
desorientado - manifiesta -. Se me acercó una mujer
vociferando: ¡Inculto! ¡Ignorante!
" +
.....
Un joven poeta se acerca a Borges en la calle. Deja en
manos del escritor su primer
libro.Borges agradece y le pregunta cuál
es el título. "Con la patria adentro", responde el joven.
-"Pero qué
incomodidad, amigo, qué incomodidad".
.....
El escritor argentino Héctor Bianciotti recuerda una de
las tantas salidas elegantes de Borges,
cuando le incomodaban los halagos de la
gente: Ocurre en París, en un estudio de televisión.
-"¿Usted se da cuenta de que es uno de los grandes
escritores del siglo?", lo
interrogan. -"Es que este",
evalúa Borges, "ha sido un siglo muy mediocre".
.....
Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de
su clase de literatura inglesa. Un
estudiante entra y lo interrumpe para
anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje . Borges
contesta que el homenaje seguramente
puede esperar. Clima tenso. El estudiante
insiste: "Tiene que ser ahora y usted se va". Borges no se
resigna y grita: "No me voy nada. Y
si usted es tan guapo, venga a sacarme del
escritorio". El estudiante amenaza con cortar la luz. "He
tomado la precaución", retruca
Borges, "de ser ciego esperando este momento".
.....
A principios de la década de los setenta, el escritor y psicoanalista Germán García invita a la Argentina
a Daniel Sibony, matemático y
psicoanalista francés. Sibony quiere conocer a Borges. Al encontrarse, el francés le pregunta en qué
idioma desea hablar. "Hablemos en
francés", propone Borges, y justifica: "Dicen que la lengua francesa es tan perfecta que no
necesita escritores. A la inversa, dicen
que el castellano es una lengua que se desespera
de su propia debilidad y necesita producir cada tanto un
Góngora, un Quevedo, un Cervantes".
.....
Una revista de actualidad reúne a Borges con el director
técnico César Luis Menotti. "Qué
raro, ¿no? Un hombre inteligente y se
empeña en hablar de fútbol todo el tiempo", comenta Borges más
tarde.
.....
En 1983, un periodista de La Nación pide a Borges su
opinión sobre la Guerra de Malvinas.
"Absurda", define Borges. "Estoy
triste, muy triste. Mandaron a esos pobres muchachos de veinte años a morir al sur. Tener veinte años y
pelear contra soldados veteranos es algo
atroz, inconcebible. Solamente en el crucero
General Belgrano murieron cientos. Claro que los militares dirán
que al lado de los desaparecidos esa
cifra no es nada, pero no creo que les
convenga ese argumento. No, no les va a convenir..."
.....
El 10 de marzo de 1978, en la Feria del Libro, Borges se
cruza con un escritor al que quiere y
respeta: Manuel Mujica Lainez. Se
abrazan e inician una conversación que es interrumpida una y otra vez por los cazadores compulsivos de
firmas. "A veces", se queja
Borges, "pienso que cuando me muera mis libros más cotizados
serán aquellos que no lleven mi
autógrafo."
.....
En 1975, a los 99 años, muere Leonor Acevedo de Borges,
madre del escritor. En el velorio, una
mujer da el pésame a Borges y comenta:
"Peeero... pobre Leonorcita, morirse tan poquito antes de cumplir los 100 años. Si hubiera esperado
un poquito más...". Borges le dice:
"Veo, señora, que es usted devota del sistema decimal".
Fuente : MDZ On Line
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