Entrevistado en su casa por Augusto Bonardo, Jorge Luis
Borges comenta su temprano entusiasmo y decepción con la revolución rusa que,
al igual que el cristianismo produjo la inquisición, se convirtió en el reverso
de sus promesas, en una nueva forma de zarismo. En su caso la desilusión llegó
de la mano del cine de Eisenstein que retrata a los enemigos negándoles toda
virtud. Subraya que el odio a Inglaterra que cunde en nuestro país sólo se
detiene ante el futbol, su verdadero pecado.
Fuente : You Tube
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