Resumen
La trama del cuento se desenvuelve sobre un hombre que desea
volverse en creador de otro ser hecho a su misma imagen, tal como se si se
tratase del personaje principal como escritor, puesto que los autores crean
personajes. El personaje principal, al soñar, va formando poco a poco a un ser
que posteriormente cumple con las necesidades para volverse autónomo. Dicho
individuo es elegido entre un grupo de alumnos del personaje principal, así que
va instruyendo al elegido hasta considerar que se encuentra preparado para su
independencia. Al liberarlo, lo envía a un lugar alejado de las ruinas donde se
encontraban, no sin antes borrar su memoria para que no pueda recordar jamás
que es una mímesis de sus sueños; “[…] Antes (para que no supiera nunca que era
un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el
olvido total de sus años de aprendizaje”. Sin embargo al final del cuento, el
soñador toma conciencia de que él mismo es también una creación del sueño de
otro.
Título
Es gracias al título, lo que nos permite tener un
acercamiento sobre la historia que escribe Borges. “Las ruinas circulares” nos
remite al misticismo en el que se desarrolla, así como a la narrativa circular
y no lineal que caracteriza al cuento y deja de lado la rigidez de un cuento
lineal. De acuerdo a la catedrática de la Universidad de California, Marta
Gallo, en su texto “El Tiempo en Las Ruinas Circulares de Jorge Luis Borges”,
publicado en 1970; “El círculo es una de las figuras más usadas por poetas y
filósofos para definir la eternidad, y a Dios; solo que esta forma toma
diferentes sentidos según la concepción de diferentes épocas y autores”, por lo
tanto desde el título mismo, se marcan constantes referencias a lo cíclico, lo
circular y cómo es que todo siempre se encuentra en constante movimiento. Bajo
ese sentido, Borges nos da pautas sobre un eterno retorno y eterno comienzo,
donde las cosas dentro de la narrativa no tienen un fin.
Trama
La narración es realizada por una voz heterodiegética, es
decir, que el narrador no forma parte de la historia. De acuerdo al texto Un
análisis de “Las Ruinas circulares del Jorge Luis Borges con foco en la función
del sueño” con autoría del investigador Tobias Rohmann publicado en el 2007 en
la Universidad de Heidelberg. Escribe que se puede entender al narrador en tres
distintas perspectivas: “Por un lado el narrador como testigo o protagonista y
por otro, como el predominante en “Las Ruinas circulares”, como omnisciente.
Este narrador omnisciente sabe lo que hacen, sienten y piensan los personajes”.
A pesar de que la voz que nos va relatando la historia no forma parte del mundo
físico de ella, se encuentra presente como si se tratase de algún tipo de Dios
que todo lo puede ver. De acuerdo a Laura Oteros Rodríguez, autora en la
Revista de literatura en línea Pliego suelto, “Sobre lo fantástico en Borges a
través de Las Ruinas Circulares” publicado en el año 2012: “el cuento no deja
de señalar una idea clave para esta interpretación: la del Dios creador, idea
que se relaciona fácilmente con la función del escritor con respecto de sus
personajes, pues actúa sobre ellos como si fuera un Dios que les insufla vida”,
por lo que escritor y narrador se manifiestan con el mismo don de creación.
El tema central del cuento es el de – los sueños y se tiene
un personaje central con un propósito sobrenatural: “[…] quería soñar a un
hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad […]
”. A partir de una acción principal que es la de soñar, se dan las
características del protagonista como un ser mágico, éste llega a las ruinas
abandonadas del templo circular donde descubre su misión, crear a un individuo
mediante sus sueños. En un inicio el soñador, que es el personaje principal, se
sueña en el centro del anfiteatro rodeado de estudiantes a los que les enseña
anatomía, cosmografía y magia: “[…] los rostros escuchaban con ansiedad y
procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de
aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y
lo interpolaría en el mundo real”. Posteriormente el soñador elige un alumno
para otorgarle todos sus conocimientos pero éste despierta sin poder conciliar
el sueño noches después. El resto de los alumnos pueden considerarse como
personajes terciarios.
Reconoce su fracaso y decide buscar otros métodos. Descansa,
se purifica y adora a los dioses. Es así como puede volver a dormir y soñar.
Dicho procedimiento hace que el misticismo que caracteriza a la historia cobre
más fuerza puesto que se trata de cuestiones metafísicas. Bajo el mismo texto
de la autora mencionada en la cita anterior: “Que el cuento suceda en un
espacio vinculado a la magia y, además, en un templo en ruinas da al relato
cierto aire mítico, incluso fundacional. De hecho, el texto podría leerse como
un discurso cosmogónico que explicase el origen de la civilización”. Entonces
tenemos todo un ambiente mágico, desde el título de la obra que nos da la pauta
a seguir, hasta el sitio en el que se desarrolla y los personajes que lo
conforman van en conjunto reafirmando la naturaleza de la literatura fantástica
que caracteriza al cuento.
El hombre al poder volver a soñar, primero idealiza un
corazón y conforme van pasando las noches, va formando a su “hijo” prestando
atención a cada detalle. El ser creado es un nuevo personaje en el cuento, que
a pesar de no ser el protagonista, como su creador, es una pieza clave para
toda la obra, pues se desarrolla en su entorno. Al estar completo el individuo
que crea, no habla ni se incorpora a la realidad, solo sueña. El soñador le
pide al Dios del Fuego, nuevo personaje secundario, que su “hijo” pueda cobrar
vida; el joven despierta conformado de carne y hueso. El acto anterior
entonces, sólo lo sabe el Dios del Fuego y el soñador (el hombre). Tiempo
después se comienza a hablar de un individuo, el cual puede caminar por el
fuego, el soñador reconoce a su creación y teme por el descubrimiento de no ser
un hombre real, si no una mera proyección. Finalmente el soñador acepta su
momento de morir y se acerca al fuego; pasa por las llamas sin que le suceda
absolutamente nada, en ese momento comprende que él también es una proyección,
también es un sueño de otro hombre. El personaje principal entonces, comienza
la historia con un estado psicológico diferente al que la concluye puesto que
tiene una fuerte revelación donde se da cuenta que no es el único que puede
crear, sino que el a su vez, también fue creado por alguien más.
Oxymoron
Podemos interpretar desde el inicio el uso de dicha figura
retórica: “Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de
bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que
el hombre taciturno venía del Sur”. Encontrando a “unánime noche” y “fango
sagrado” como ejemplos. Dentro el mismo texto en la Revista Literaria digital
Pliego Suelto, la autora escribe sobre la figura unánime-noche:
“¿Cómo va a ser la noche unánime, en el sentido de la
totalidad? ¿Cómo va a ser la noche algo de común acuerdo? Aunque el mismo
significante podría aludir también a “un-ánime”, la noche de un alma. Borges
insiste, en su conversación con Carlos Cañeque, en que ambos sentidos no son
excluyentes. Y precisamente aquí está la magia fantástica, en el poder de
sugestión que tienen las palabras sobre la imaginación del lector”
Es así como se deduce la capacidad del autor en el cuento
para dejar abiertas múltiples posibilidades de lectura e interpretación a sus
textos frente a sus múltiples lectores, lo que enriquece la lectura e involucra
totalmente al receptor.
Otro ejemplo se da más adelante, el autor muestra oraciones
que también dan indicios de una lectura fantástica: “Mucho más arduo que tejer
una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara”. En el texto de Tobias
Rohmann citado con anterioridad, retoma dichos elementos que conducen a la
fantasía literaria: “El cuento fantástico está marcado por un mundo cotidiano y
verosímil, en que acaecen acontecimientos insólitos. Estos se pueden explicar,
o bien como una alucinación de los personajes, o bien, como una alteración de
las circunstancias habituales por un presunto invento o simplemente la
aparición de lo sobrenatural”. Es evidente el uso del recurso puesto que
resultaría absolutamente imposible en nuestro mundo terrenal, por ejemplo:
“poder tejer una cuerda de arena”. La narración involucra elementos de
naturaleza real y ficticia es por ello que se mueve dentro de los planos de la
literatura fantástica.
Intertextualidad
Ubicación. El cuento se ubica en Asia, puntualmente en
Persia (hoy Irán), ya que se menciona que en las aldeas se habla el idioma
zend, éste no existió realmente, era el nombre que se utilizaba para
comentarios de textos sagrados de Persia. En el texto de la autora Laura Oteros
en Pliego Suelto, se toma la ubicación como elemento que causa en el lector
ciertos efectos: “También la alusión al idioma zend, aunque sea un elemento
real procedente de un campo de referencia externo reconocible, produce en el
lector el efecto de exotismo y distancia”. Así mismo se menciona en el cuento:
“donde es infrecuente la lepra”, pues la lepra fue una enfermedad de la cultura
Occidental.
El regreso del infinito. Eterno retorno, se encuentra la
existencia de un ciclo vital interminable. En el blog digital de literatura
Letras Vitales, la autora María Rebeca Muralles, publicó en el 2006 su texto
“Eterno retorno, eterna creación: Un análisis de Las Ruinas Circulares de Jorge
Luis Borges”, escribe: “Para el Homo Deus, el eterno retorno es una incesante
posibilidad de crear”. En la narración, Borges plantea el eterno retorno como
un eterno renacer. Un ciclo interminable de creación.
Existencialismo. El hombre soñador crea un joven para
después darse cuenta que él mismo es también la proyección de otro hombre. En
la Revista de Filosofía, Vol. 8, Samuel Manuel Cabanchik, profesor de la
Universidad de Buenos Aires, publicó “Sueño y existencia: el cogito cartesiano
en Las Ruinas Circulares de J.L Borges” donde se aborda el cuento desde una
perspectiva filosófica y escribe al respecto:
“Lo que el cuento de Borges parece mostrarnos es que la
existencia no es algo acerca de lo cual podamos tener certeza, la existencia
del cuerpo. Desde el punto de vista de su representación, permanece entonces en
la incertidumbre, más allá de la evidencia de la existencia de lo mental o del
pensamiento. En Borges, pareciera entonces que no hay manera de saber si
existimos realmente o existimos en verdad como sueño de otro y convierte a la incertidumbre
en un círculo vicioso del cual difícilmente uno pueda escaparse con el mero
pensar”.
Es decir, en la narración, el destino del soñador, de igual
manera, se encuentra al margen del sueño de otro y de que éste otro despierte.
Lo que nuevamente nos habla de los ciclos que no tienen fin.
Golem. El soñador crea un joven en sus sueños, la leyenda
del golem nace de la mitología judía:
un ser animado que es fabricado a partir de materia
inanimada (en el cuento, materia onírica). En el texto del autor Oscar Hahn
publicado en el año 2016, “El motivo del golem en Las Ruinas Circulares de J.L.
Borges”, escribe sobre una interesante intertextualidad que se da entre dos
textos de Borges, el presente cuento y un poema titulado precisamente “El
golem”, donde señala las semejanzas entre ambas obras:
“Veamos ahora algunos puntos de contacto entre el cuento
“Las Ruinas Circulares” (1941) y el poema “El golem” (1958): La creación de un
ser artificial, por un hombre dotado de ciertos poderes. El carácter irreal de
la criatura. La invocación divina para animarla. La certeza de haber creado un
ser inferior”. (247) Entonces, si el soñador se encuentra en el mismo punto que
su “hijo” como se menciona en el punto anterior, se puede decir que éste es
también el golem de otra persona.
Narración heterodiegética. Tal como se menciona al inicio
del presente análisis, la característica de éste tipo de narración es que la
instancia que narra no pertenece al mundo expuesto.
Alicia a través del espejo. En el cuento se cita: “y el está
solando contigo…”, lo anterior remite a una parte de la historia de Alicia,
donde unos personajes le dicen que el rey sueña con ella y si despierta, ella
desaparece. De acuerdo con el autor Antonio Risco en su texto “Lo fantástico en
Las Ruinas Circulares”, se hace referencia a dicha relación: “el mismo espejo
que ha atravesado Alicia y que también nosotros debemos atravesar para entrar
en el mundo maravilloso del arte. No olvidemos que el cuento se instaura
justamente en el pasaje de Alicia a través del espejo, citado en el comienzo”
(176). Lo anterior se convierte en otra forma de interpretar el paso del
espejo, en relación al autor, como su invitación al universo de las letras y
las artes.
La realidad como una ilusión: El cuento ha servido como
inspiración a muchos directores de cine, una película es Matrix pues de igual
manera relaciona elementos de la realidad con la ficción. Otra película es la
de Inception y el escritor David Santiago en el blog virtual de literatura,
filosofía y cine “De todo lo que no se puede hablar”, en su artículo “Origen
(Inception) o la película de Borges” expresa la clara influencia del mundo
literario de Borges en el cine: “El escritor argentino estaría contento si
viera esta película, donde un grupo de hombres penetran en los sueños de los
hombres para rehacer la realidad, mezclándose lo que es realidad con lo que es
sueño sin poder delimitar con precisión los territorios”. El cuento del autor
del presente análisis, se mueve entre una constante que va de la realidad y
sueños lúcidos.
Bibliografía
Otros Elementos intertextuales
– Ruinas circulares: ciclos del hombre.
– Fuego: sabiduría / poder.
– Luna llena: el lado místico de la luna y sus poderes
metafísicos, dentro del cuento el soñador aguarda por el momento perfecto para
comenzar su proceso de purificación y adoración a los dioses: “esperó que el
disco de la luna fuera perfecto”, para poder volver a soñar.
Cabanchik, Samuel Manuel. Revista de Filosofía Vol. 8.
“Sueño y existencia: el cogito cartesiano en Las Ruinas Circulares de J. L.
Borges”. 2017. Web. 15 octubre 2017. Texto completo.
Hahn, Oscar. “El motivo del Gólem en Las Ruinas Circulares
de J. L. Borges”. 2016. Impreso.
Gallo, Marta. “El tiempo en Las Ruinas Circulares”:
Universidad de California, 1970. Impreso.
Muralles, María Rebeca. Letras vitales. “Eterno retorno,
eterna creación: Un análisis de “Las ruinas circulares” de Jorge Luis Borges”.
Web. 13 octubre 2017.
Oteros, Rodríguez Laura. Pliego Suelto. “Sobre lo fantástico
en Borges a través de Las Ruinas Circulares”. 2012. Web. 13 octubre 2017.
Rohmann, Tobias. “Un análisis de Las Ruinas Circulares del
Jorge Luis Borges como foco en la función del sueño”. Universidad de
Heidelberg. Múnich: 2007. Impreso.
Risco, Antonio. “Lo fantástico en Las Ruinas Circulares”.
2000. Impreso.
Santiago, David. De todo lo que no se puede hablar. “Origen
(Inception) o la película de Borges”. 2010. Web. 15 octubre 2017.
Fuente: Unarte - México
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