Tres semanas atrás murió en Inglaterra, a los 83 años,
Norman Thomas di Giovanni, traductor, editor y también escritor de ficciones
cuyo recuerdo quedará indisolublemente unido al hecho de haber sido el
traductor (de Borges) favorito de Borges.
Por Andrew Graham
Yooll
Norman Thomas di Giovanni va ser recordado por sus amigos
porteños por su ingenio y por la brusquedad con que encaraba cada tarea.
También tiene que ser recordado por su brillante entrenamiento literario, su
enorme calidad como traductor y su capacidad de pasar del modo abrasivo en el
trabajo a su calidez como amigo. Di Giovanni era generoso, muchas veces en
exceso, y parecía querer ayudar al mundo entero. Fue una esponja de atención y
afecto para todos los que se le amigaron y hasta para muchos que sólo lo
conocieron. Y sin embargo, Di Giovanni probablemente querría ser recordado
solamente como el mejor traductor que tuvo Jorge Luis Borges.
Se murió el 15 de febrero, después de alcanzar la respetable
edad de 83 años el tres de octubre del año pasado. Murió durmiendo en el
hospital de Bournemouth, en el sur de Inglaterra. Llevaba un tiempo enfermo con
problemas renales y del corazón, y le costaba caminar en parte por una
operación de la rodilla que no había funcionado del todo bien.
Di Giovanni nació en Newton, Massachusetts, en 1933, y fue
bautizado en honor al líder del Partido Socialista de Estados Unidos, el
ministro presbiteriano Norman Thomas. En 1955, se graduó en el Colegio de
Antioquía, la universidad de humanidades, con la que siguió unido por muchas
décadas a través de su excelente e histórica revista literaria, la Antioch
Review.
A poco de graduarse, Di Giovanni comenzó a trabajar con el
poeta español Jorge Guillén (1893-1984), que estaba en Harvard encargado de las
Clases Eliot Norton del semestre 1957-1958. Di Giovanni tradujo y editó en
inglés cincuenta poemas de Guillén, trabajando con un equipo de traductores.
Ese fue el comienzo de una carrera como editor erudito, inflexible y también
paciente y amable con sus autores. Era divertido verlo trabajar, tratando de
enfocar el papel –más tarde la pantalla– pero listo a distraerse con la primera
mujer que le pasara cerca.
Diez años después, en 1967, Di Giovanni conoció a Borges,
que justamente tenía la cátedra de poesía Charles Eliot Norton en Harvard, y le
propuso trabajar en una edición bilingüe de su poesía a la manera de la que
había producido con Guillén. Borges se tomó su tiempo y no le propuso trabajar
juntos hasta volver a Buenos Aires. Las primeras traducciones fueron publicadas
en la revista New Yorker y aparecieron como libro en Selected Poems 1923-1967,
con las versiones en inglés y castellano en páginas enfrentadas. Di Giovanni,
su esposa y sus hijos Derek y Tom pasaron dos años viviendo en Argentina.
Mi diario, The Buenos Aires Herald, se benefició directa y
tempranamente de esta relación literaria, que muchos entre nosotros comparaban
con la de Boswell y el doctor Johnson (el chisme fue enterrado por Adolfo Bioy
Casares en su monumental Borges). Entre las primeras obras traducidas estuvo el
Libro de los Seres Imaginarios, en 1970. El Herald publicó una selección de
textos, ilustrados por un joven Hermenegildo Sábat, que reeditamos con permiso
de María Kodama en 2006.
Otro chisme divertido es que Borges dijo en una entrevista
colectiva en el Massachusetts Institute of Technology en abril de 1980 que Di
Giovanni andaba diciendo por ahí que sus traducciones eran mejores que el texto
original. Es curioso, pero recuerdo escuchar a Borges, y no a Di Giovanni,
diciendo que algunos de sus poemas sonaban mejor en inglés que en castellano.
Lo más probable es que Di Giovanni citara de memoria a Borges y Borges a Di
Giovanni, y ambos se equivocaran.
En 1971, Di Giovanni y su familia dejaron Buenos Aires rumbo
a Londres. Sentían que Argentina estaba entrando en un estado de caos. Se
divorció y luego, con su segunda mujer Susan Ashe, formó una prolífica sociedad
de traductores que produjo muchos libros. Entre ellos está la antología de
historias breves argentinas, Hand-inHand Beside the Tracks, publicado por
Constable en 1992.
Tras la muerte de Borges en 1986, la relación de Di Giovanni
con Kodama se deterioró, con varias discusiones legales y chispazos personales.
Los libros de Di Giovanni incluyen Celeste Goes Dancing and
Other Stories, publicado por Constable en 1989, y The Lessons of the Master: On
Borges and his Work, publicado por Continuum en 2003. También publicó en 1976 la novela Novecento,
basada en el guión de la película de Bernardo Bertolucci.
Dejó tres libros listos que van a ser publicados este año,
uno una novela escrita hace tiempo, otro una autobiografía sobre sus años
juveniles en Boston, y el tercero una colección de piezas breves sobre la
Boston de los años treinta y cuarenta.
Fue una vida rica y productiva, y su estilo y encanto van a
ser recordados por los que lo conocimos y trabajamos con él.
Fuente : Pagina 12
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