Borges -
Kafka. Editorial: Sur.
La
relación de Jorge Luis Borges con la
literatura de Franz Kafka fue de casi toda la
vida. Lo descubrió cuando él (Borges) tenía 16 años y había empezado a estudiar
alemán por su cuenta: tras fracasar con Kant y triunfar en el aprendizaje del
idioma con los poemas de Heinrich Heine, descubrió los relatos de Kafka, que
siempre prefirió a su novelas. Lo tradujo, aunque no es el autor de esa versión
de La metamorfosis que se le atribuye (con sensatez decía que el alemán Verwandlung
debía traducirse como "transformación). Después le inventó una genealogía
literaria en el ensayo "Kafka y sus precursores". La exploración de
las afinidades entre los dos, y entre Praga y Buenos Aires, era una
posibilidad. Después de todo, Borges y Kafka, cada uno a su modo, prefiguraron
un mundo que no existía, el nuestro.
El
proyecto se le debe a al ex embajador argentino en la República Checa, Juan
Eduardo Fleming, que empezó con una bienal Borges-Kafka. Se creó después la
cátedra Borges-Kafka, que cuenta en la Argentina con el apoyo de la Universidad
Católica Argentina, el Fondo Nacional de la Artes, el Museo Judío y la
Fundación Internacional Jorge Luis Borges. El encuentro de la Kathedra
Borges-Kafka entre septiembre de 2014 y octubre de 2015 dio lugar al volumen Borges-Kafka
(Sur), que recoge iluminadoras ponencias de, entre otros, Silvia Magnavacca,
Daniel Altamiranda y Luis Gusmán.
Fuente :
La Nación
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