A partir de un hecho real (en 1946, el gobierno peronista
removió a Borges de su cargo y lo nombró “inspector de aves, conejos y
huevos”), Lucas Nine creó una ficción y la dibujó.
Nine. Es hijo del dibujante Carlos Nine, fallecido el año
pasado. En la estética de Lucas se nota la influencia de Breccia y Muñoz.
En esta semana, el sello Hotel de las Ideas comenzó a distribuir en librerías, en cuidada edición, Borges: inspector de aves, una historieta escrita y dibujada por Lucas Nine, originalmente publicadas por entregas en la revista Fierro, dirigida por Juan Sasturain. El punto de partida del argumento es el incidente, muy difundido, sucedido en 1946, cuando el gobierno municipal peronista de la ciudad de Buenos Aires removió a Jorge Luis Borges (ya conocido por firmar solicitadas antiperonistas junto a otros escritores) de su cargo de auxiliar bibliotecario y lo nombró inspector de ferias municipales. Borges era empleado desde 1937 en la biblioteca municipal Miguel Cané. Según una versión, debido a su público antiperonismo, fue designado “inspector de aves, conejos y huevos”, razón por la cual renunció a su cargo en la biblioteca el 28 de junio de 1946, sin que se dispusiera el pase a otra dependencia. Lucas Nine toma este episodio e imagina lo que habría podido ocurrir si Borges hubiera aceptado el puesto.
Borges, inspector de aves muestra al escritor vestido al
modo de los detectives del cine policial negro de los años 40 (perramus y
sombrero), ejerciendo sus tareas de inspector en un ámbito de aves de corral y
gallineros diversos, en una Buenos Aires de la época, mientras hace
observaciones sobre literatura y se encuentra con otros escritores como Adolfo
Bioy Casares, Oliverio Girondo o Witold Gombrowicz. Es un Borges bastante
especial que, sin perder su gusto clásico por la ironía y la sutileza, se
inspira inequívocamente en una parodia de Philip Marlowe, el héroe que
protagoniza las novelas policiales de Raymond Chandler, pero investigando crímenes
y misterios del mundo plumífero de las aves y pollos. Nacido en 1975, Lucas
Nine desarrolla una estética en la que han influido Alberto Breccia y José
Muñoz, y sus relatos se caracterizan por una gran condensación, como sucede en
esta historieta en la que Borges protagoniza a un paródico detective que no
puede evitar escenas humorísticas.
Por otra parte, el episodio de la designación de Borges como
inspector municipal ya de por sí da para innumerables historias. En Borges,
vida y literatura, de Alejandro Vaccaro, publicado por Edhasa en 2006, se hace
referencia a las heterogéneas denominaciones atribuidas al cargo: “de aves en
el Mercado Central de Buenos Aires” (James Irby), “de feria” (Napoleón Murat),
“para la venta de pollos en los mercados de Buenos Aires” (Victoria Ocampo),
“de pollos, gallinas y conejos” (Alicia Jurado), “de aves y conejos en el
mercado de la calle Córdoba” (Rodríguez Monegal), “del Mercado de Concentración
Municipal de Aves, Huevos y Afines” (Jorge B. Rivera), etc. Como sea, el nombramiento
no pasó desapercibido. Un mes después de la renuncia de Borges, el diario
Democracia (afín al régimen peronista) criticó al intendente de extracción
radical Emilio Siri por la medida y le reclamaba “generosidad” ante un “ilustre
escritor”. El número 142 de la revista Sur reprodujo las palabras de Borges en
la cena de desagravio que se organizó en un restaurante de Once. Allí dijo:
“Las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad;
más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez”.
Fuente : Perfil
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