Por Eduardo González
Viaña
No. Usted parece, pero no está loco. En julio de 1975, Jorge
Luis Borges y Luis Alberto Sánchez cruzaron de manera similar la carrera
(avenida) 10 de Bogotá para entrar en el hotel Tequendama donde se alojaban. Se
realizaba allí un encuentro de escritores y críticos latinoamericanos.
Antes de ejecutar la proeza, ambos habían estado recorriendo
a pie el centro de la hermosa capital colombiana. Los acompañaba Leonor Acevedo
Suárez, la madre de Borges, quien hacía de lazarillo, porque el genial narrador
y poeta argentino era completamente ciego.
Justo antes de llegar al cruce, doña Leonor descubrió un
conjunto de llamativas tiendas que no podía dejar de conocer.
- Me voy a hacer compras. - dijo de pronto y le pidió, o
acaso le ordenó, al peruano:
- Luis Alberto, por favor, tome de la mano a mi Jorge Luis y
condúzcalo al hotel Tequendama.
Allí comenzó la aventura.
Como se sabe, en estos días se está rindiendo homenaje a los
120 años del gran creador de ficciones Jorge Luis Borges de quien muchos dicen,
y yo me sumo a ellos, que podría haber estado entre los autores de la Biblia.
Los temas y motivos sobre lo que escribió son una obsesión
humana: los espejos, los laberintos, los libros inventados, la búsqueda del
nombre real de Dios y de los hombres y, por fin, la dimensión del tiempo
circular e inconcebible frente a la latitud de la eternidad.
Nadie ha producido creaciones como las suyas en el siglo XX
ni argumentos tan simétricos y asombrosos. Su prosa limpia, casi desnuda, tiene
la capacidad de sugerir contenidos y mundos que van más allá de la palabra.
Se cuenta que una mañana de octubre de 1967 daba su clase de
literatura inglesa cuando entró en ella un estudiante para ordenarle que la
terminara para rendir homenaje a un gran personaje histórico.
“Si no se va, le corto la luz”. - amenazó el estudiante.
Respondió Borges:
-He tomado la precaución de ser ciego esperando este
momento.
Con más de un centenar de libros en su haber, Luis Alberto
Sánchez es el escritor más prolífico del Perú. Sus temas abarcan crítica
literaria, crítica histórica, historia, biografía novelada, ensayo, novela y
poesía.
Tres veces rector de la Universidad de San Marcos,
vicepresidente de la república, senador, diputado y ministro, alternó todas
estas ocupaciones con una efervescente e incansable vida a la que sumaron
campañas políticas y largos destierros.
Con razón, se le ha llamado el Doctor Océano. Se cumplirán
120 años de su nacimiento el 2020.
En una ocasión que presidía el Senado, el representante
Manuel Ulloa quiso tomar la palabra interrumpiendo a alguien que lo hacía en
esos momentos. Sánchez lo atajó:
-Tiene usted que esperar. - dijo y añadió: -El senador Ulloa
no tiene corona… aunque pronto la tendrá.
Se refería al hecho de que Ulloa se había casado
recientemente con una duquesa europea.
¿Qué pasó frente al hotel Tequendama? LAS tomó de la mano a
JLB y lo hizo cruzar. Al llegar a su destino, le pidió que lo acompañara al
bar:
-Ya se que usted es abstemio. Puede tomar una Coca Cola,
pero yo prefiero un whisky.
-¿Por qué?
-Porque usted es ciego…y yo también lo soy.
Me lo contó Luis Alberto.
Fuente: El Correo de Salem
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