Vicente Serio dueño
del almacén que visito Borges en octubre de 1951
El 14 de junio de 1986, falleció en la ciudad de Ginebra
(Suiza), a los 86 años de edad, el relevante y célebre poeta y escritor
argentino, Jorge Luis Borges, uno de los mayores y más grandes exponentes, en
la historia de la literatura de nuestro país, con una amplia proyección y una
bien merecida fama, en el mundo de las letras universales.
Había nacido en Buenos Aires, el 24 de agosto de 1899, y a lo largo y a través de su tan rica y fecunda trayectoria intelectual y creadora, fue permanente colaborador de suplementos literarios, argentinos y extranjeros, director de la Biblioteca Nacional y catedrático universitario; ofreció numerosas y calificadas disertaciones; publicó un importante número de libros; recibió el honroso Premio Cervantes, etc.
De sus obras, mencionaremos ahora los volúmenes: “Fervor de Buenos Aires”, “El Aleph”, “Historia universal de la infamia”, “El informe de Brodie”, “Luna de enfrente”, “Cuaderno San Martín”, “Ficciones”, “Historia de la eternidad”, “El libro de arena”, “Ficciones”, “El Martín Fierro”, “Inquisiciones”, “Otras inquisiciones”, “El Hacedor”, “Evaristo Carriego”, “El tamaño de mi esperanza”, “El idioma de los argentinos”, etc.
El 13
de octubre de 1951, Jorge Luis Borges, quien por entonces, ejercía la
presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE),hubo de visitar
nuestra ciudad de Chivilcoy, a los efectos de brindar una conferencia, sobre el
sabroso e ilustrativo tema de la “Literatura gauchesca”, en los ámbitos
culturales, de la Peña Literaria, de la Agrupación Artística Chivilcoy.
La presentación de Borges, estuvo a cargo del destacado y prestigioso poeta, escritor, ensayista, crítico y periodista, Nicolás Antonio Cócaro (1926 – 1994), y en el final de la erudita exposición de Borges, se registró la actuación musical – el feliz y promisorio debut -, del apreciable conjunto folklórico chivilcoyano “Los Coya Huayna”, que integraban, César Mesplet, Carlos A. Cura, Luis Fernández, Alfredo Caversazzi y Alberto Pérez Rivero.
Asimismo, quizá atraído por el interés y la curiosidad, Borges, hubo de recorrer algunos sectores geográficos, y calles de Chivilcoy; concurriendo al conocido almacén y despacho de bebidas, del conocido vecino local, Don Vicente Serio, que se hallaba ubicado en la intersección de las calles La Madrid y General Paz.
Allí, en dicho lugar, tuvo oportunidad de escuchar – relatada, acaso, por el señor Valerio Ortelli -, la singular y apasionante narración, del impetuoso y sangriento duelo criollo, del legendario “Manco Wenceslao”, y fue así que, Borges, basándose en aquel episodio de nuestro pasado lugareño, escribió un cuento, titulado “El desafío”, aparecido, posteriormente, en las páginas del suplemento literario dominical del matutino porteño “La Nación”, el 28 de diciembre de 1952.
El 24 de agosto de 2013, por iniciativa del artista plástico, escritor, poeta e historiador, procurador Dr. Juan Antonio Larrea, y de la filial de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), bajo la presidencia de la escritora, Martha Cleci, se hubo de colocar una placa evocativa, en el frente del inmueble de la familia Serio (Esquina de las calles La Madrid y General Paz), como un cálido y sentido recuerdo, de la histórica visita, que realizó Jorge Luis Borges, a Chivilcoy, y a ese rincón de la geografía ciudadana, un memorable sábado 13 de octubre de 1951.
Fuente: Archivo Literario Chivilcoy
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