martes, 26 de agosto de 2014

Detalles del manuscrito que unió a Borges y a Cortázar


Hoy, cuando se cumplen 100 del nacimiento de Julio Cortázar, lo recordamos con este texto que escribió Jorge Luis Borges para CROMOS en agosto de 1980, en el que cuenta cómo conoció al genio de la escritura.

«El previsible manuscrito de ese alto muchacho», Jorge Luis Borges

«En 'Cartas de mamá' lo trivial está en el título, en el proceder de los personajes. El prodigio requiere esos pormenores».

Hacia 1947 yo era secretario de redacción de una revista casi secreta que dirigía la señora Sarah de Ortiz Basualdo. Una tarde nos visitó un muchacho muy alto con un previsible manuscrito. No recuerdo su cara, la ceguera es cómplice del olvido. Me dijo que tría un cuento fantástico y solicitó mi opinión. Le pedí que volviera a los diez días. Antes del plazo señalado, volvió. Le dije que tenía dos noticias. Una, que el manuscrito estaba en la imprenta; otra, que los ilustraría mi hermano Norah, a quien le había gustado mucho. El cuento, ahora justamente famoso, era el que se titula Casa tomada. Años después, en París, Julio Cortázar me recordó ese antiguo episodio y me confió que era la primera vez que veía un texto suyo en letras de molde. Esa circunstancia me honra.

Muy poco sé de las letras contemporáneas. Creo que podemos conocer el pasado, siquiera de un modo simbólico, y que podemos imaginar el futuro, según el temor o la fe; en el presente hay demasiadas cosas para que nos sea dado descifrarlas. El porvenir sabrá lo que hoy no sabemos y cursará las páginas que merecen ser releídas. Schopenhauer aconsejaba que, para no exponernos al azar, solo leyéramos los libros que ya hubieran cumplido cien años. No siempre he sido fiel a ese cauteloso dictamen; he leído con singular agrado Las armas secretas de Julio Cortázar y sus cuentos, como aquel que publiqué en la década del cuarenta, me han parecido magníficos. Cartas de mamá, el primero del volumen, me ha impresionado hondamente.

Una historia fantástica, según Wells, debe admitir un solo hecho fantástico para que la imaginación del lector la acepte fácilmente. Esta prudencia corresponde a escéptico siglo diecinueve, no al tiempo que soñó las cosmogonías o el libro de Las mil y una noches. En, Cartas de mamá, lo trivial, lo necesariamente trivial, está en el título, en el proceder de los personajes y en la mención continua de marcas de cigarrillos o de estaciones del subterráneo. El prodigio requiere esos pormenores.

Otro rasgo quiero indicar. Lo sobrenatural, en este admirable relato, no se declara, se insinúa, lo cual le da más fuerza, como en el Yzur de Lugones. Queda la posibilidad de que todo sea una alucinación de la culpa. Alguien que parecía inofensivo vuelve atrozmente.

Julio Cortázar ha sido condenado, o aprobado por sus opiniones políticas. Fuera de la ética, entiendo que las opiniones de un hombre suelen ser superficiales y efímeras.

Fuente : Cromos.com -  26/08/2014


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