domingo, 15 de julio de 2018

LA LITERATURA INFANTIL EN LA OBRA DE JORGE LUIS BORGES


CRISTINA PIZARRO

Zelaya de Nader sostiene que los miedos y el asombro del niño Borges se entrelazan con los mitos e incursiones por las culturas antiguas

Desde un encuadre metodológico, afín con el rigor de la investigación literaria, Honoria Zelaya de Nader nos hace partícipes de un ensayo cuya originalidad reside en ahondar en la obra total de Jorge Luis Borges, atravesando el eje de las lecturas realizadas en el tiempo feliz de la niñez. Como ha expresado Pedro Luis Barcia en el prólogo, “ha encontrado una puerta original de acceso, no solo a la ciudad borgesiana, sino a la ciudadela borgesiana, es decir, a la médula creativa de este hacedor”.

Primeras lecturas

La autora afirma que en toda la obra de Borges está presente la literatura de su infancia. Y lo demuestra en el desarrollo del texto a reseñar, constituido por once capítulos y una bibliografía específica y erudita sobre la obra de Borges, la historia de la infancia, el juego, la literatura infantil, entrevistas al autor estudiado y publicaciones diversas.

El punto de partida reside en la conceptualización de infancia siguiendo aportes de Philippe Aries para el abordaje de la construcción histórica y social. Así como también los ángulos diferentes de las teorías psicológicas de Jean Piaget, Lev Vigotsky y Sigmund Freud. Estas diferentes perspectivas confluyen en una de las hipótesis de la autora, en tanto ella considera ese territorio de la infancia como germen fundacional de la obra borgesiana.

Después de un intenso recorrido por la obra completa, Honoria Zelaya cita los poemas y cuentos ligados a sus antepasados y a los autores que nutrieron las horas de juego, junto a su abuela Fanny y a su hermana Norah. Desde allí, Nader se pregunta” ¿cómo era el niño Borges y cuáles fueron sus primeras lecturas?”

Descubre que en el poema Isidoro Acevedo de Cuaderno San Martín se inscribe un episodio de su infancia y con una visión muy aguda advierte sobre un enorme peso en el desarrollo del psiquismo infantil: el tratamiento de la finitud de la vida unida al problema del tiempo.

Se citan algunos versos: “Yo era chico, yo no sabía entonces de muertes, yo era inmortal. / Yo lo busqué por muchos días por los cuartos sin luz.”

El niño y la biblioteca

Una magistral biblioteca familiar constituida por ediciones de Cuentos de Mamá Oca de Charles Perrault, Robinson Crusoe de Daniel Defoe, Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift. Leía en inglés Kim de Rudyard Kipling, La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, El hombre invisible de H. G. Wells, Huckleberry Finn de Marck Twain, Cuentos de hadas, recopilados por los hermanos Grimm. Se deslumbra con Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo de Lewis Carroll. Estas obras conforman el intertexto de muchas de sus creaciones literarias.

Las novelas de aventuras, novelas fantástica y relatos que rinden culto al coraje enraizado en la literatura argentina. Las huellas y la memoria son señales permanentes en la figura del lector competente, que se orienta hacia el goce estético y la libertad de elección en toda su vida. Por consiguiente, estas lecturas iniciales coadyuban el talento innato creador y ejercen un entusiasmo pleno y absoluto.

Los miedos y el asombro del niño Borges se entrelazan a los mitos e incursiones por las culturas antiguas que le brindaron conocimientos insoslayables y una cierta pasión por indagar en otros pueblos y lenguas. La fascinación por Las mil y una noches, acentuada después de conocer a Rafael Cansino Assens en Sevilla, constituye un hito fenomenal; Nader analiza con idoneidad varios textos, por ejemplo, en Historia universal de la infamia, estableciendo los influjos de esta colosal obra, proveniente del Oriente Próximo y asimismo sus referencias al Islam.

Infancias tristes

Los personajes niños que están en los relatos de Borges, vislumbran en varios casos, la infamia humana que se genera en los desamparados y en las crueldades vividos en la niñez. Nader cita a personajes con infancias no felices, que se vinculan por un denominador común: abandono y miseria, por ejemplo; Lazarus Morell, Tom Castro el impostor inverosímil, Hill Harrigan, el asesino desinteresado. Como señala la autora, Borges se adentró en el gran mérito de Charles Dickens, que consistió en la inclusión del niño como protagonista principal, como en David Copperfield, Oliver Twist.

Este enjundioso ensayo crítico es una indispensable obra para comprender, por un lado, la importancia de los saberes durante la infancia, y, por otra parte, la valiosa labor investigativa de la laureada especialista nacida en Tucumán, que constituye un referente de los estudios literarios en el campo de la LIJ, en distintos ámbitos universitarios de nuestro país y del exterior.

Fuente: La Gaceta  -  Salta  -  08 Jul 2018 5

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