"Xul Solar. Un imaginero en el Delta", una muestra
que evidencia el estrecho vínculo de Xul con el Tigre, su gente, el río, la
naturaleza, el entorno que el artista eligió como inspiración durante sus
últimos años, abrió sus puertas recientemente en el Museo de Arte Tigre (MAT).
Más de 35 acuarelas, objetos y
fotografías se despliegan a lo largo de esta exposición para dar cuenta de uno
de los aspectos menos conocidos de este visionario y cosmopolita, creador
original, amigo íntimo de Jorge Luis Borges: las obras que produjo los últimos
años de su vida, cuando decidió instalarse en una casa en el Delta de Tigre,
entre 1954 y 1962.
Muchas de estas obras se exhiben por primera vez, en este
fascinante museo a la vera del Delta, a lo largo de dos salas que ostentan
diferentes colores en sus paredes (azul primero, blanco después) y que van
marcando el clima del recorrido, intimista primero, más lúdico después.
Así, el espectador se encontrará en el inicio con sus
proyectos de fachadas -un combo de escaleritas, construcciones ascendentes, y
colores energéticos-, que llevan la impronta personal de Xul, quien trabajó y
proyectó estos dibujos en la planta alta de su vivienda, ubicada en la
confluencia del río Luján y el canal Villanueva.
Este creador entendía la arquitectura como un vínculo entre
el hombre, la naturaleza y el cosmos. Luego de doce años de recorrer Europa,
regresó a Buenos Aires y comenzó a crear ciudades imaginarias, más
universalistas y cosmopolitas que nunca: místicas, simbólicas, repletas de
banderas de diferentes países y religiones.
Xul plantó robles de pantano y ciruelos en el jardín; diseñó
los ambientes y fabricó él mismo los objetos y los muebles de decoración de la
casa de Tigre, a la que llamó Li-Tao, y que compartió junto a su esposa Lita
(Micalea Cadenas): en la sala se pueden ver los vasos de vidrio decorados,
intervenidos por Xul (lineas, ojos, colores), con los que bebían los dueños de
casa y sus invitados también.
La muestra incluye también algunas de sus grafías, que
combinan imágenes y palabras, fotografías que muestran, por ejemplo una donde
se lo ve tocando el armonio (un instrumento como el piano que su invención) o
jugando al panajedrez, otra de sus creaciones, cuyas fichas y tableros también
se exhiben aquí.
Se trata de un juego de 62 piezas de madera tallada y
pintada al óleo que llamó "panajedrez", una creación universal ligada
a la astrología, la filosofía, la música y el lenguaje: "Ninguno pierde y
todos ganan al final", contaba Xul Solar al poeta Leopoldo Marechal.
"En los trabajos realizados durante su vida a orillas
del río Luján, Xul resumió sus inquietudes estéticas y espirituales. En el
diseño de sus propios sistemas, lenguajes cargados de una fuerte dimensión
poética, soñó modificar y mejorar el entorno a través de la arquitectura y
facilitar el entendimiento y la comunicación por medio de la escritura universal",
explica la curadora Mariana Marchesi.
La muestra incluye también sus zodíacos, juegos de cartas
del Tarot por él diseñadas y hasta el cartel de madera original de la casa
ubicada en Villa La Ñata, que está siendo restaurada por la Fundación Pan Klub,
depositarios de su legado.
Xul Solar (1887-1963) nació bajo el nombre de Oscar Agustín
Alejandro Schulz Solari, en la localidad de San Fernando, fue un creador de una
vasta cultura, artista, astrólogo, filólogo y visionario, que pintó imágenes
fantásticas antes que surrealistas.
Se pueden visitar en Paseo Victorica 972, Tigre, de
miércoles a viernes de 9 a 19 y sábados a domingos de 12 a 19.
Fuente : Diario C
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