domingo, 20 de abril de 2014

Nuestro Apolo y nuestro Dioniso


Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez. Los dos escritores más influyentes y poderosos de nuestra región y nuestra lengua

  
Jorge Volpi

Una vez que se extingan las ceremonias fúnebres y se adormezca el duelo, que se agoten los homenajes y las exequias, y se desdoren las figuras públicas y se olviden las antipatías abruptas o las declaraciones estertóreas, se volverá una convicción natural lo que algunos han vaticinado desde hace décadas: que los dos colosos surgidos de esa brillantísima Edad de Oro de la narrativa latinoamericana que se prolongó durante la segunda mitad del siglo XX fueron Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez. Los dos escritores más influyentes y poderosos de nuestra región y nuestra lengua. Los dos más admirados e imitados en el orbe. En ese juego de dualidades que tanto nos gusta, nuestro Platón y nuestro Aristóteles. O, mejor, nuestro Apolo y nuestro Dioniso.

Sin duda fueron acompañados por una asombrosa cohorte de titanes, con poéticas al gusto de cada uno, de Rulfo a Vargas Llosa, de Donoso a Fuentes, de Sábato a Ibargüengoitia, de Ribeyro a Cortázar, pero las voces más oídas, más singulares, más originales —si entendemos por originalidad una mutación insólita entre las enseñanzas del pasado y la serena rivalidad con sus contemporáneos— fueron las del poeta y cuentista argentino y las del cuentista y novelista colombiano, suma de todos los esfuerzos que los precedieron, de Machado de Assis y Jorge Isaacs a Macedonio Fernández y Alfonso Reyes, y umbrales de todos aquellos que los han seguido, de Roberto Bolaño a quienes hoy publican, a su sombra, sus primeros libros.

Los dos colosos de esa Edad de Oro fueron Borges y García Márquez

A la distancia no podrían parecer más contrarios, más distantes. De un lado, el escritor ciego y puntilloso, tan acerado como melancólico, hierático hasta casi fungir como profeta, dueño de un sutilísimo humor aún malentendido, el hombre cercano —a su pesar— a la derecha, el vate unánimemente venerado que jamás recibiría el Nobel. Del otro, el escritor jacarandoso y bullanguero, tan dotado para desenrollar la sintaxis como para reconducir los mitos, sonriente hasta convertirse en amigo de todas las familias —esas que sin conocerlo hoy sin pudor lo llaman Gabo—, el hombre cercano a la izquierda y a Fidel Castro, el bardo unánimemente adorado que recibió el Nobel más joven que ningún otro en América Latina.

Sí: en lontananza encarnan vías antagónicas. Borges es, evidentemente, el apolíneo. El escultor que pule cada arista y cada ángulo. El prestidigitador que obsesivamente trastoca cada adjetivo y cada adverbio. El criminal que siempre esconde la mano. El modesto anciano que odia los espejos y la cópula y sin embargo multiplica los Borges a puñados. El detective que en su búsqueda esconde que al mismo tiempo es el criminal. El filósofo nominalista y el físico cuántico que se pierde en la Enciclopedia. El autor de las paradojas y bucles más aventajado desde Zenón. García Márquez es, en cambio, el dionisíaco. El torrencial demiurgo de genealogías y prodigios. El audaz dispensador de metáforas y laberintos de palabras. El cartógrafo de la jungla y el cronista de nuestra circular cadena de infortunios. El ídolo sonriente que trasforma la Historia —y en especial la sórdida trama colombiana— en mil historias entrecruzadas, tan tiernas y atroces como inolvidables. El bailarín que, al conducirnos a la pista, nos obliga a seguir su hipnótico ritmo a rajatabla. El sagaz escriba que se burla de los tiranuelos con los que tanto ha convivido. El desmadrado cuentero que finge no seguir regla alguna fuera de su imaginación, excepto que las que él mismo se —y nos— impone.

Él fue el torrencial demiurgo de genealogías y prodigios

Apolo y Dioniso. Y sin embargo estas dos vías, como ya apuntaba Nietzsche, no son excluyentes sino complementarias. Las dos mitades del mundo. De nuestro mundo. Para empezar, García Márquez no hubiese escrito como García Márquez sin aprender de Borges, su predecesor y su maestro. Y Borges no habría encontrado mejor continuador que este discípulo rejego, dispuesto no a copiar sus trucos o su doctrina sino a usarlos en su provecho para huir de la Academia y fundar una nueva, exitosísima escuela, el realismo mágico. Ninguno tiene la culpa, por supuesto, de su ingente legión de copistas: sus invenciones resultaban demasiado deslumbrantes como para que cientos de salteadores de caminos no quisieran agenciárselas.

Los dos han sido justamente elevados a los altares. O, mejor aún, a los altares privados que cada uno erige en su hogar: son nuestros penates. Imposible no adorarlos y no querer, a la vez, descabezarlos. Imposible no aspirar a reiterar —Vargas Llosa dixit— su deicidio.

Jorge Volpi es escritor mexicano.

Fuente : El País  -  España
18 de Abril de 2014

sábado, 19 de abril de 2014

Entre sollozos, el mundo elogia a ‘Gabo’


Gabriel García Márquez admiraba a Jorge Luis Borges, a quien definió como "el escritor de los adjetivos definitivos"

 
Artistas, escritores, dirigentes políticos y ciudadanos del común de todos los rincones del mundo elogiaron las letras y el espíritu crítico, a veces burlón, del fallecido Nobel Gabriel García Márquez, y anticiparon, en diferentes tonos, que “moría el hombre pero nacía una figura legendaria e inmortal de la literatura universal”.

Desde todos los rincones de América Latina, la misma que reflejó a través del imaginario del realismo mágico en sus novelas, hasta expresiones llegadas de Irán, Europa o Estados Unidos, de manera unánime el mundo literario y político manifestó sus condolencias y su dolor por la muerte del escritor colombiano, a la vez que elogió de manera generosa el legado de sus obras para el mundo.

Más allá del ámbito hispanoamericano, Gabriel García Márquez "tuvo una gran influencia sobre numerosos escritores que confesaron su deslumbramiento al leerlo, y esa impresión se propagó a todo el planeta", declaró Claude Durand, quien lo lanzó en Francia al traducir ‘Cien años de soledad’ para la editorial Seuil en 1968.

‘Hijos de la medianoche’, uno de los primeros libros del británico de origen indio Salman Rushdie, mezcla de mito, fantasía y vida cotidiana y un gran éxito de ventas, no existiría sin ‘Cien años de soledad’, estiman muchos críticos. Su estilo ha sido considerado como una suerte de "realismo mágico", cercano al del colombiano.

Bien lejos de Colombia, el chino Mo Yan, consagrado en 2012 con el Premio Nobel de Literatura, reconoció su deuda con García Márquez. "El leyó y releyó ‘Cien años de soledad’ en su traducción al chino", explicó una de sus traductoras al francés, Chantal Chen Andro.

Metáforas

El escritor haitiano Dany Laferrière, elegido en 2013 miembro de la Academia Francesa, recuerda con emoción cuando descubrió ‘Cien años de soledad’.

"Cuando leí en Haití esa novela, que un amigo me trajo de Canadá, en 1974, para mí fue una verdadera iluminación, me dejó impresionado. La arrolladora retórica de García Márquez, sus esplendorosas metáforas, deslumbraron al joven lector que era yo, marcándome para siempre como escritor", declaró Laferrière.

Lejos del Caribe, algo más curioso: en Teherán, la capital de Irán, otro de los libros de García Márquez, ‘Noticia de un secuestro’, publicado en 1996, se volvió un best-seller de la noche a la mañana.

La razón para ello fue un mensaje atribuido al opositor Mir Hossein Mussavi, quien se encontraba en arresto domiciliario: "Díganles a quienes quieran comprender mi situación que lean 'Noticia de un secuestro' de Gabriel García Márquez".

En Francia, el Nobel colombiano tuvo numerosos admiradores, comenzando por el presidente François Mitterrand, quien citó sus novelas en sus escritos y lo invitó varias veces al Palacio del Elíseo.

"García Márquez me mostró el camino de la libertad narrativa. En Francia estábamos en pleno periodo del Nouveau Roman (la nueva novela), se prohibía el argumento, la narración. Y de repente, del otro lado del mar, surgía este autor que contaba sus historias a la manera de Cervantes, con personajes inolvidables", dijo el escritor francés Erik Orsenna, quien recalcó que era "un admirador absoluto" de la obra del colombiano.

‘Un gran amigo’

El presidente de Cuba, Raúl Castro, expresó sus "más sentidas condolencias" a la familia de Gabriel García Márquez, a quien calificó de "un gran amigo, entrañable y solidario" de los cubanos.

"El mundo, y en particular los pueblos de nuestra América, hemos perdido físicamente a un intelectual y escritor paradigmático. Los cubanos, a un gran amigo, entrañable y solidario", dijo Castro, en un mensaje a Mercedes Barcha, esposa del escritor.

En el breve texto, publicado íntegramente en cubadebate.cu, Castro expresó que "la obra de hombres como él es inmortal".

García Márquez presidió en La Habana la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y fue uno de los impulsores del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que cada año se celebra en La Habana.
El sitio oficialista Cubadebate resaltó la amistad "íntima" de Fidel Castro con el escritor, a quien consideró "un hombre con bondad de niño y talento cósmico".

Admiración por Borges

El Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez admiraba a Jorge Luis Borges, a quien definió como "el escritor de los adjetivos definitivos", recordó el político y periodista argentino Rodolfo Terragno.

"Borges es el escritor de los adjetivos definitivos. En su poema 'Ajedrez', dice 'el rey postrero' y 'oblicuo alfil'. Tú no puedes decir más nada sobre el rey, Borges agota la posibilidad de adjetivar", recordó Terragno las palabras de su amigo García Márquez.

‘Escritor universal’

El presidente francés, François Hollande, recordó la figura de Gabriel García Márquez, tanto por su obra literaria "universal", como por su combate "contra el imperialismo" en su labor periodística.

"Con García Márquez desaparece un gigante de la escritura que dio una proyección mundial a las representaciones imaginarias de todo un continente", afirmó Hollande en un comunicado difundido por el Palacio del Elíseo.

El Premio Nobel de Literatura 1982, "maestro del realismo mágico [...] dio a la literatura hispánica uno de sus mayores obras, 'Cien años de soledad'", recordó el Mandatario destacando "el impacto universal" de su creación.

Hollande recordó igualmente la faceta periodística y las luchas políticas de García Márquez. Según el Presidente francés, "los artículos del periodista comprometido y su infatigable combate contra el imperialismo lo habían convertido en uno de los intelectuales sudamericanos más influyentes de su tiempo".

‘Voz de Latinoamérica’

El presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso, expresó su "más sincero pésame" a la familia del fallecido Gabriel García Márquez y aseguró que fue "una voz de Latinoamérica que se convirtió en una voz de nuestro mundo".

"Su imaginación nos hizo más ricos y su fallecimiento nos ha hecho más pobres", dijo Barroso citado en un comunicado.

"Gabriel García Márquez fue una voz de Latinoamérica que se convirtió en una voz de nuestro mundo [...] Su obra perdurará", agregó.

‘Tomó partido por los más humildes’
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó ayer "profundo pesar" por el deceso del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien -dijo- "tomó siempre partido por los más humildes".
"Expresamos nuestro profundo pesar a la familia, al pueblo colombiano y a los hermanos latinoamericanos por esta irreparable pérdida", dijo el Mandatario boliviano.
Morales evocó que el Premio Nobel de Literatura "tomó siempre partido por los más humildes y pobres mostrándolos en toda su grandeza humana y dignidad".

‘Defensor de las causas más justas’

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, lamentó la muerte de Gabriel García Márquez, a quien elogió como defensor de "las causas más justas" en América Latina y hombre "sin miedos ante el poder".

Las luchas políticas latinoamericanas estuvieron presentes en la obra de García Márquez "y eso lo hizo más grande aún, porque defendió las causas más justas, se identificó con nuestros anhelos democráticos y se mostró como un hombre sin miedos ante el poder", dijo Insulza en un comunicado tras la muerte del escritor colombiano.

"García Márquez transformó en mágico lo real y cautivó, con su prosa magistral y la fuerza de su espíritu, la imaginación de hombres y mujeres de distintos idiomas, razas, credos e ideologías", añadió el secretario general del organismo regional, con sede en Washington.

‘Fundaba mundos todos los días’

El escritor y director de cine chileno Miguel Littín, protagonista de una de las obras de Gabriel García Márquez, manifestó su tristeza por la pérdida de un amigo que "fundaba mundos todos los días".

"Tenía una visión de que desde los rincones se ve mucho más del universo, él fundaba mundos todos los días", dijo Littín.

Para el cineasta, Gabo "se impulsaba a sí mismo desde dentro hasta afuera y veía el mundo con ojos nuevos". "'Cien años de soledad' es prácticamente como los primeros capítulos de la Biblia, cuando el hombre ve por primera vez la Tierra y empieza a inventarla", afirmó.

Littín se hizo mundialmente famoso a través de una de las obras del escritor, que relató el viaje clandestino del cineasta por Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

‘Uno de los escritores más visionarios’

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó la muerte de Gabriel García Márquez, uno de los "escritores más visionarios" del mundo, a quien describió como "maestro" del realismo mágico y "voz" del pueblo americano.

"Con el fallecimiento de Gabriel García Márquez, el mundo ha perdido a uno de sus escritores más visionarios, y uno de mis favoritos desde que era joven", dijo Obama en un comunicado tras la muerte del Nobel de Literatura.

El Mandatario recordó que tuvo el "privilegio" de conocer a "Gabo" en México, donde el escritor estaba radicado hacía más de tres décadas. Obama contó que el novelista y periodista le obsequió una copia autografiada de ‘Cien años de soledad’, que atesora "hasta el día de hoy".

García Márquez fue "un orgulloso colombiano, un representante y voz del pueblo de América, y un maestro del realismo mágico" que "ha inspirado a muchos otros -a veces- incluso para ponerse a escribir", dijo Obama.

"Ofrezco mis pensamientos a su familia y amigos, quienes espero obtengan consuelo en el hecho de que el trabajo de Gabo vivirá para las generaciones futuras", afirmó Obama.

‘Compañero de utopías’

Gabriel García Márquez seguirá vivo como un "compañero de las utopías", reflexionó el presidente uruguayo, José Mujica.

El escritor "va a seguir viviendo de otra manera en la esperanza de la gente y en los jóvenes cuando se asomen al mundo del relato, al mundo de la novela, al mundo de los sueños, va a revivir porque va a estar como un maestro de siempre y para siempre", comentó Mujica.

El Mandatario recordó que el autor de ‘Cien años de soledad’ aparecía en su imaginación cuando no podía leer.

"Lo descubrí casi por casualidad en algunos años en la cárcel y caminé mucho con él y después lo dormí ahí, estuve siete años sin poder consultar un libro y mi imaginación buscaba mariposas como las de García Márquez", agregó.

‘Seguir leyéndolo’
La escritora chilena Isabel Allende aseguró que Gabriel García Márquez mostró a los latinoamericanos su propia imagen a través de su obra y que, para no llorarlo, seguirá leyéndolo "una y otra vez".

"Muy pocas obras literarias sobreviven el implacable paso del tiempo, muy pocos autores son recordados, pero García Márquez está en el panteón de los clásicos, junto a los grandes de la literatura universal", dijo Allende.

El Nobel de Literatura fue "la voz que le contó al mundo quiénes somos y nos mostró a los latinoamericanos nuestra propia imagen en el espejo de sus páginas", agregó Allende. "El único consuelo es que su obra es inmortal", apuntó.

Allende señaló que el escritor "puso la vara muy alta para todos los que vinieron antes y después" y que "su influencia ha sido la marea, va y viene en oleadas".

Rousseff, Lula y Paulo Coelho: un ‘símbolo’ de América Latina
La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva y el popular escritor Paulo Coelho lamentaron la muerte del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, sobre quien coincidieron es un "símbolo" de América Latina.

Para Rousseff, el Gabo, "dueño de un texto encantador", "conducía al lector por sus Macondos imaginarios como quien presenta un mundo nuevo a un niño".

"Fue un extraordinario escritor, excelso periodista, gran militante de las causas democráticas populares y un símbolo para todos nosotros en América Latina y del mundo. En sus libros, retrató con gran talento la realidad y la magia del pueblo latinoamericano", expresó por su parte Lula en un comunicado.

Para el autor de ‘El alquimista’, García Márquez "rompió un muro entre lo real y lo fantástico, abriendo el camino a toda una generación de autores sudamericanos".
"Aparentemente se fue, pero permanece más vivo que nunca en su trabajo y así será por mucho tiempo", aseguró Coelho.

Vargas Llosa: ‘Sobrevivirán sus obras’

El Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa lamentó la muerte de Gabriel García Márquez, al que calificó como "un gran escritor a quien le sobrevivirán sus obras".

"Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua", dijo el novelista.

"Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier; envío mis condolencias a su familia", añadió en un escueto comentario.

Fuente : La Nación  -  Colombia
Sábado, 19 Abril 2014

De cañas con los grandes




¿Cómo sería irse de cañas con Rulfo, Vargas Llosa, Octavio Paz, García Márquez, Cortázar, Carlos Fuentes y Borges? Nunca más lo sabremos, pero el gran caricaturista mexicano Abel Quezada (el inventor del tapado) los imaginó tomándose un café para la revista del New York Times. Este trabajo puede verse en Madrid, forma parte de la exposición La libertad y la vida, sobre el premio Nobel peruano.

Soy poco afecto a las exposiciones sobre escritores, pero ésta vale la pena tan solo para ver la portada de Quezada. Yo, por supuesto, jamás me he ido de cañas con ningún grande.

Lo más cerca que he estado fue una vez, en el añorado bar Santander, que estaba en Augusto Figueroa (ahora hay en su lugar una zapatería cool, signo de cómo ha evolucionado el barrio de Chueca).

Era un bar de los de antes, con cañas golpeadas en mármol y pinchos del norte. Entramos mi chica y yo, que éramos fijos, y vimos que en la barra estaba Bryce Echenique. Nos dio mucho gusto verlo, pues por esas fechas devorábamos sus libros. Somos algo tímidos y sobre todo respetamos los momentos de soledad de los escritores; no vaya a ser que estén pensando en una gran idea y se la arruinemos con nuestra interrupción.

Pero sí hubo un momento que nuestras miradas se cruzaron. Yo solo atiné a levantar un poco la tercera caña y decirle, inclinando la cabeza: “Maestro”. Él contestó con otro movimiento y siguió bebiendo a solas.

Fuente : Herrera – Historietas e Historias

domingo, 13 de abril de 2014

Comparan el hipercrecimiento en medicina con Borges y Cortazar



 
El gigantismo en medicina
 
Federico Martinón Sánchez

Jorge Francisco Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986) y Julio Florencio Cortázar Descotte (Ixelles, 1914 - París, 1984), fueron los dos escritores más relevantes de la literatura argentina del siglo XX y los dos autores más innovadores y originales de su tiempo. En el estilo literario propiamente dicho las diferencias entre ambos fueron muy marcadas -Borges era preciso, incisivo y ascético; Cortázar era cálido, chispeante y coloquial-, aunque las obras de ambos transitan entre lo real y lo fantástico. En sus posiciones ideológicas las discrepancias fueron insalvables, si bien no excluyó que siempre les uniese una admiración mutua. En 1946 Cortázar -que entonces era totalmente desconocido- le llevó a Borges un cuento con la pretensión de que lo publicase en Anales de Buenos Aires. En el libro Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, de Fernando Sorrentino (Buenos Aires: El Ateneo; 1996), el mismo escritor lo recuerda así: "Yo me encontré con Cortázar en París, en casa de Néstor Ibarra. Él me dijo: '¿Usted se acuerda de lo que nos pasó aquella tarde en Diagonal Norte?' No, le dije yo. Entonces él me dijo: 'Yo le llevé a usted un manuscrito. Usted me dijo que volviera al cabo de una semana y que usted me diría lo que pensaba del manuscrito'. Yo dirigía entonces una revista? y él me llevó un cuento, Casa tomada; al cabo de una semana volvió. Me pidió mi opinión, y yo le dije: En lugar de darle mi opinión, voy a decirle dos cosas: una, que el cuento está en la imprenta, y dentro de unos días tendremos las pruebas; y otra, que ya le he encargado las ilustraciones a mi hermana Norah". También añadió: "Creo que profesamos credos políticos bastante distintos: pero pienso que, al fin y al cabo, las opiniones son lo más superficial y efímero que hay en alguien?". Ya mucho antes, en 1984, en el prólogo que Borges escribiera al libro de Cortázar Cartas de mamá se refería a la anécdota de aquel primer encuentro con Cortázar en la redacción de la revista e, impresionado, lo describe como "un muchacho muy alto. No recuerdo su cara; la ceguera es cómplice del olvido". Sí, en efecto era así. Julio Cortázar padecía gigantismo y, si no fuese por su ceguedad, Borges habría advertido que a su nunca dejar de crecer se sumaban los extraños rasgos de una enfermedad que se diría inventada por él mismo: acromegalia. Su gigantismo físico parecía corresponderse con su desmesurada imaginación y su crecimiento sin cese con su ascendente consagración literaria. Eduardo Galeano (El libro de los abrazos. Madrid: Siglo XXI; 1989), se sumaría a la percepción del crecimiento imparable del maestro argentino: "Cortázar, con un solo brazo nos abrazaba a los dos. El brazo era larguísimo?"

En Medicina, si obviamos que la talla varía sustancialmente cuando se comparan diferentes poblaciones entre sí, hablamos en la práctica diaria de gigantismo o hipercrecimiento cuando la talla es excesiva, en concreto, cuando supera las tres desviaciones estándar por encima de la media de la población y con ausencia de correspondencia familiar. También hablamos de hipercrecimiento cuando la velocidad de crecimiento es excesiva, aunque en ese momento la talla sea normal. El crecimiento excesivo puede afectar a la totalidad y dar una estatura definitiva elevada, o a la mitad del cuerpo, a una región o a un sistema. Asimismo puede ser transitorio, como es el caso relativamente frecuente de la pubertad precoz y que de no tratarse resulta en talla baja.

La etiología del hipercrecimiento puede ser prenatal o postnatal. Como peso y talla al nacer no guardan relación con los valores genéticamente heredados, todos los recién nacidos de talla excesiva deben considerarse portadores de patología condicionada por un medio intrauterino favorecedor o por alteraciones genéticas que ocasionen un síndrome determinado. Es decir, que el efecto de tener un padre alto se corrige al recibir otra mitad de genes de menor estatura, aunque no siempre es equitativo. Así, no sucede de forma invariable, que el efecto aditivo de dos padres altos dé lugar a un hijo extraordinariamente alto.

El origen y el desarrollo por los que se producen los excesos de crecimiento en unos casos están bien establecidos y en otros aún se ignora. Hallazgos recientes han proporcionado respuestas a preguntas sin contestación previa, proporcionando conocimientos sobre importantes factores involucrados en el crecimiento lineal y proporcional previamente desconocidos. Es menester señalar que, cuando se analizan las observaciones disponibles, se aprecia un patrón en el origen y desarrollo de las de diferentes anomalías que cursan con exceso de crecimiento. Muchos de estos trastornos tienen origen genético y se han identificado la mutación o mutaciones del gen responsable. Hay respuestas en bastantes casos de hipercrecimientos de origen genético, tales como un exceso del gen de crecimiento SHOX; un exceso genético de secreción de hormona de crecimiento, el síndrome de McCune-Albright y el síndrome MEN-I; o bien un exceso o modulación de los factores de crecimiento (IGF-II, IGF-I, insulina). También existen sobreexpresiones de esos factores o de sus receptores. Asimismo existe un exceso de insulina e IGF-I libre en la obesidad, y exceso de insulina en la lipodistrofia, en lactantes de madres diabéticas y en lactantes gigantes. A estos podemos sumar una deficiencia de factores necesarios para detener el crecimiento, como es el caso de los estrógenos, en la deficiencia de aromatasa, la deficiencia de receptores estrogénicos y el hipogonadismo. Se ha descrito, a su vez, una deficiencia de factores necesarios para prevenir la elongación de los huesos y las proporciones dismórficas, como en el caso del síndrome de Marfan, cuyo ejemplo más conocido es el presidente norteamericano Abraham Lincoln, muy bien caracterizado en la oscarizada película de Steven Spielberg. Finalmente, existen alteraciones de los genes supresores tumorales que regulan el ciclo, la proliferación y el crecimiento celular, como es el caso de la neurofibromatosis tipo 1 y otros síndromes. De todos y cada uno de estos padecimientos tenemos ejemplos en nuestra casuística, lo que es lógico, pese a la rareza de alguna de las entidades nosológicas, si se considera que nuestra experiencia se extiende a cerca de cincuenta años y a más de 350 pacientes con hipercrecimientos parciales o totales.

En cualquier caso, no todas las tallas altas están originadas por enfermedades. La mayoría de las veces la talla alta es constitucional, por lo que es obligada la comparación con la talla de los padres. Así, cuando la talla es alta o la velocidad de crecimiento es acelerada en una o ambas familias, debe pensarse en una variante fisiológica del crecimiento, una vez hemos eliminado todas las alteraciones posibles. Cuando los padres no son altos estamos obligados a descartar una posible patología, sobre todo cuando la velocidad de crecimiento es persistentemente más elevada, hasta el punto de poder afirmar que si lo es durante dos o más años, en el 95% de los casos es consecuencia de una enfermedad. De las variantes de la normalidad dos son las esenciales. Una es la talla alta familiar o genética que incluye niños altos normales, que maduran a ritmo normal, cuya edad ósea es similar a la cronológica y que alcanzan pubertad y talla adulta a rango normal. La otra es la maduración familiar acelerada o genética que corresponde a niños con pubertad y final del crecimiento antes de la norma, historia familiar similar y ausencia de otra patología. Además, se ha de señalar que una velocidad de crecimiento excesiva no termina siempre en talla alta. En determinados casos la talla final es normal o más baja de lo normal como sucede con la llamada aceleración constitucional de crecimiento, enfermedades suprarrenales, exceso de producción de hormonas sexuales o tiroideas y, lo que es mucho más frecuente, por obesidad, cuya talla más alta es una fugaz ilusión porque su crecimiento finaliza a edad más temprana y su estirón puberal se acorta.

Una altura por encima de los 2.25 m se cataloga como gigantismo y casi siempre se debe a exceso de hormona de crecimiento debido a una secreción exagerada por un tumor o una hipertrofia de la hipófisis, que es la glándula que en el cerebro la produce. Cuando el trastorno se produce antes de fusión de los cartílagos de crecimiento da lugar a una talla y proporciones corporales excesivas, lo que se denomina gigantismo. Si estos cartílagos ya se han fusionado se desencadena la acromegalia que es un aumento desproporcionado de las partes distales del cuerpo, como son manos y pies, así como la mandíbula y otras zonas de la cara. Entre los dos procesos existe una estrecha interrelación: todos los gigantes desarrollan rasgos acromegálicos y el 5-20% de acromegálicos tienen talla excesiva, de lo que se deduce que la enfermedad empezó antes de la fusión. Efectivamente han existido y existen casos de gigantismos, si bien son excepcionales, al menos los publicados, que están alrededor del centenar. La prevalencia de acromegalia es de 40 a 70 casos por cada millón de habitantes. En la actualidad el gigante más alto y vivo, del que yo tenga noticia, es de Ucrania y se llama Leonid Stankid, en 2008 medía 2.54 m y aún sigue creciendo. El crecimiento no es ilimitado, el de mayor estatura de todos los tiempos fue Robert Pershing Wadlow, conocido como gigante Alton (su pueblo de nacimiento) y que alcanzó los 2.72 m.

Fuente : Faro de Vigo - España

sábado, 12 de abril de 2014

La reedición de un clásico que se anticipó al boom latinoamericano




Por José Loschi

Los años 60 fueron los de la explosión de la literatura latinoamericana. Tanto en la región como en los Estados Unidos y Europa, millones de lectores se asomaron por primera vez a un mundo de ficciones que con su capacidad de invención mostraba al mismo tiempo una proximidad con el sustrato de la realidad cotidiana en las diversas zonas de América Latina. El boom, como se dio en llamar este fenómeno -ante todo- editorial, se extendió a lo largo de esa década apoyado en la aparición de un público lector masivo que permitió un nivel de ventas pocas veces alcanzado antes o después en esta parte del mundo. Aunque también por entonces fueron pocas las obras que gozaron del mismo éxito que Rayuela o Cien años de soledad.

Publicado en 1964, Los nuestros fue uno de los primeros libros en dar fe del nuevo mundo narrativo. Los escritores que entrevistó Luis Harss iban dejando atrás su pequeño culto para muy pronto alcanzar status de figuras públicas en sus respectivos países. Algunos de ellos, como Borges y Juan Rulfo, ya habían escrito sus mejores páginas en la década previa o incluso antes. Harss engancha el momento justo de transición hacia lo que, con ironía, David Viñas llamó el vedettismo de estas figuras literarias. Tal vez hoy lamentamos que el libro no haya sido íntegramente las entrevistas que tuvo con ellos. Pero en aquel momento todavía era necesario presentar tanto a los autores como a sus obras. Harss se distancia de sus voces para ensayar distintas formas de acercamiento, desde la biografía y la crítica literaria al ensayo histórico, y hasta de la crónica al simulacro de autor, como cuando relata casi miméticamente su encuentro con Onetti en un lúgubre hotel céntrico de Montevideo.

¿En qué se reconocen los distintos autores entrevistados en este volumen y sus ficciones? ¿Cuál es la pertenencia que señala el título? Más allá de las listas y las etiquetas puestas por el mercado, más acá de la fama y el éxito que alcanzaron, Harss traza junto con sus perfiles un mapa que abarca zonas tan reales como imaginarias, desde el arrabal porteño de Borges o el sertão de Guimaraes Rosa hasta Macondo y Santa María, donde habitan los personajes individualistas del escritor uruguayo y los luchadores de buenas causas de Miguel Ángel Asturias. Lo que se muestra en todos ellos es el dominio del lenguaje para inventar un espacio en el que por fin se identifica una expresión a la vez local y universal, que trasciende las tendencias vanguardistas y regionalistas de primera mitad del siglo.

En una mirada retrospectiva del boom que tuvo su conferencia en Washington por los años 80, el crítico Jean Franco observó que a diferencia de la novela europea, que en su apogeo "cuenta la historia del individuo en la sociedad",  la novela latinoamericana que emergió con el boom  "situó al individuo como inventor o fundador al margen de la sociedad e incluso totalmente fuera de ella". La paradoja de este grupo de autores, que en cierto modo encarnaron a sus personajes, fue también su excepcionalidad: si pudieron mantener un margen para sus creaciones al mismo tiempo que la sociedad y el mercado los demandaba fue porque se habían ganado el apoyo de un público y una editorial que les daba por primera vez la posibilidad de entregarse enteros a sus propias obras.

La reedición de este clásico, que sigue los pasos de otras ediciones aniversario del boom, nos devuelve una imagen del escritor latinoamericano que desde entonces está cambiando. Hoy, lejos de las tapas de los diarios y la pantalla de televisión, la exposición y el contacto con los lectores parece tener lugar en espacios como Twitter. Allí se puede ver que Tlön ingresó hace rato en la realidad, y es esta la que presiona ahora sobre la ficción.

Fuente : Infobae.com



Ney Matogrosso: "1964" y "As ilhas" - 1975



El poema 1964 de Jorge Luis Borges Fue cesurado en 1975 en Brasil 

"As Ilhas" con letra de Geraldinho Carneiro, y "1964" poema de Jorge Luis Borges, llevan la música de Piazzolla y formaron parte de un simple editado en 1975. El disco sufrió la censura en Brasil porque, según cuenta Ney Matogrosso, "1964 fue un año muy negro en la historia de Brasil, y el censor creía que el poema de Borges hacía referencia a los hechos de aquel año...".
Fuente : You Tube


'Inevitable'


Film Borgeano

Casualidades, mundos paralelos y ansias de amor son algunos de los temas que se entrelazan en "Inevitable", la nueva película de Jorge Algora, protagonizada por Darío Grandinetti y Federico Luppi, sobre el amor inevitable, aquel al uno no se puede oponer, según el madrileño.

La película, rodada entre Buenos Aires y Santiago de Compostela, es un "'thriller' emocional" que gira en torno a los peligrosos y desenfrenados lazos del amor "inevitable", el que "hace creer que se podrán superar todos los obstáculos", ha explicado el director en una entrevista.

Ambientada en el Buenos Aires de los 80, la nueva película del director del "El niño de barro", recrea un ambiente de transición política en el que coexiste el mundo metódico y ordenado, heredero de la dictadura, con la eclosión caótica de un mundo artístico lleno de pintores y escultores.

Un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de una trama que gira en torno al "destino", al descubrimiento de mundos paralelos y a la "exploración de otras vidas posibles", ha subrayado Algora.

Ese el contexto en el que vive Fabián, un alto ejecutivo de banca "gris", encarnado por Darío Grandinetti, a quién la muerte de un compañero de trabajo sacudirá por dentro y desencadenará la ruptura de todo su equilibro social y sentimental.

"Uno puede vivir bajo una máscara -explica Algora- pero hay un momento en el que este personaje se está afeitando, se mira al espejo y ve claramente que ha dejado de ser el que era antes".

Este sujeto en crisis se refugiará bajo las teorías de un escritor ciego, interpretado por Federico Luppi, que le empujará a explorar sus verdaderas pasiones vitales.

"Borges siempre está allí", ha remarcado Algora, en referencia a las similitudes entre el personaje encarnado por Luppi y el célebre escritor Argentino, un personaje a quién el cineasta español ha querido hacer un guiño vistiendo al argentino con un traje y un bastón hechos por los mismos artesanos a los que acudía habitualmente Jorge Luis Borges.

Los consejos del viejo sabio son un estímulo para el "gris empleado de banca" que, a partir de entonces, empieza a "quemar etapas de su vida" buscando la pasión que nunca tuvo con su mujer, una relación que, como un kamikaze, le conducirá hasta los "infiernos humanos".

Algora ha mostrado su satisfacción por trabajar con "grandísimos actores argentinos y españoles" con los que se ha llevado bien tanto dentro como fuera del rodaje y, bromeando, ha explicado que "quizás una de las únicas dificultades ha sido convencer a Luppi para que se cortara su tupé característico".

Con la dirección de "Inevitable", que se estrena en España el próximo viernes, el cineasta español despierta de una etapa de 6 años de inactividad en el mundo del largometraje, un "periodo natural" en el contexto de crisis actual en el que, en palabras del director, "es difícil que el cine de para vivir".
Fuente : Diario de Navarra



Borges y Victoria Ocampo


por Axel Díaz Maimone

Victoria Ocampo y Jorge Luis Borges se conocieron en 1925, a través de Ricardo Güiraldes. Según contaba la madre de Borges, eso fue cuando su hijo habló sobre “El idioma de los argentinos”, y al día siguiente recibió una carta de V.O. donde lo felicitaba por su conferencia y le pedía que la recibiera para conversar sobre el tema. Así, surgió entre ellos una amistad que contempló ciertos roces o asperezas.

Cinco años después, cuando Victoria Ocampo decidió fundar la Revista SUR por consejo de Waldo Frank, Borges estuvo a su lado. Borges fue un hombre de SUR, pese a que no le gustaba que lo llamaran así; estuvo en el consejo de redacción de la Revista desde que se fundó, y colaboró en sus páginas hasta el final. SUR fue la única publicación que homenajeó a Borges con un número especial cuando la Comisión de Cultura le negó el Premio Nacional de 1941 por El jardín de senderos que se bifurcan. Y gracias a las gestiones de Roger Caillos, que pasó en Argentina la II Guerra Mundial como huésped de SUR y tradujo los cuentos de Ficciones, Borges fue conocido en toda Europa.

Diálogo con Borges

En varios de sus Testimonios y en muchas páginas de SUR y de los principales diarios y revistas del país y del exterior Victoria Ocampo habló de Borges. Pero, quizás, el mejor reconocimiento que Victoria le dio al poeta fue Diálogo con Borges; con ese libro le demostró su amistad y su admiración.

La conversación entre Victoria y Borges, a medida que van pasando las páginas del álbum fotográfico que Leonor Acevedo de Borges le prestó a Victoria y que ellos comparten con el lector, es interesante y reveladora. Gracias a Victoria descubrimos un Borges distinto del que aparece en los libros de entrevistas (el Borges que habló con Victoria una tarde de 1967 en San Isidro solo es comparable con el que nos ofrece María Esther Vázquez en sus diálogos). Aquí, el autor de El Aleph da rienda suelta a sus recuerdos, habla de sus antepasados, de sus padres y de su hermana, de su vida, de los lugares que quiere. Como sentenció Bioy Casares, Diálogo con Borges es “un libro valioso, además de divertido” .

Manuel Mujica Lainez, amigo de Borges y de Victoria Ocampo, fue el encargado de presentar el libro. En el acto, Mujica dijo: “Es como si los diversos personajes que en el libro figuran y los dos conversadores fuesen contemporáneos entre sí y estuviesen situados, simultáneamente, en un aire, más allá de los días que convoca para la historia, en pie de igualdad, a seres cuyas existencias y cuyos pensamientos se vinculan con lo profundo del alma argentina. […] Aunque Victoria se ha empeñado en despojar al libro de intimidad y en hacer de él un testimonio lo más objetivo posible, advertimos, al ir de una página a la otra, el calor y el resplandor que brotan de los sentimientos hondos. […] No hay duda de que el libro que hoy se lanza proclama, escuetamente, sencillamente, la madurez de la literatura argentina, pues una literatura que solicita, que exige la aparición de textos como los que comentamos, reclamados por el público, ansioso de saber más y más acerca de sus escritores, ha logrado una calidad
equiparable a la que distingue en los países de alta tradición cultural, al mundo del espíritu”.
Victoria corrige a Borges

A mediados de la década de 1960, Jean de Milleret entrevistó al autor de Ficciones y luego publicó esas conversaciones bajo el título de Entretiens avec Jorge Luis Borges (Belfond, París, 1967). Nuestro escritor dijo unas cuantas inexactitudes, en lo que a SUR se refiere, y Victoria no las dejó pasar. Enseguida le pidió que corrigiera las erratas, para luego olvidarse del tema. Y cuando apareció la edición española del libro (Monte Ávila, Caracas, 1970) volvió a encresparse al comprobar, horrorizada, que nadie había tenido en cuenta sus observaciones.
Desde Mar del Plata le escribió a María Renée Cura, su gran amiga: “Querida Miné: […] No sé si viste en La Nación (suplemento) del 6 de febrero una nota sobre las Entrevistas de Borges – Milleret, traducidas y publicadas en español en Caracas. Aquí no las habían querido publicar por las cosas hirientes (gratuitamente) que Borges y Milleret se ingeniaron en juntar en ese libro. // Me resultó muy indignante volver a leerlas en español y resolví contestarlas. […] ¿Por qué hará perradas así? Vivimos en planos tan distintos que no se explica. Él no tiene motivos para sentir rivalidad con nadie y menos conmigo, que estoy como dije en otro plano. Además no debe apreciar nada de lo que yo escribo… (si es que lo leyó alguna vez, cosa dudosa)” .
La sinceridad de la carta de Victoria se pone de manifiesto en “Fe de erratas” (Testimonios, novena serie), la nota que envió a La Nación corrigiendo los dichos de Borges. Allí habla con tal simpleza que cualquier persona se hubiera puesto de su lado. Y no duda en largar algunos dardos, con puntería certera, contra Borges y sus declaraciones. Esa nota fue un desahogo y, al mismo tiempo, un acto de justicia.

Una callada amistad

En las muchas páginas que Victoria le dedicó a Borges, siempre valoró su talento, su inteligencia, sus méritos. Para ella, Borges era Borges; nunca lo llamó por su nombre ni lo tuteó, pero lo sentía su amigo. Quizás basten dos citas para ejemplificarlo: la primera (leída hace mucho en una separata de SUR que se ha perdido en mi biblioteca) dice “Lo admira, su amiga Victoria Ocampo”; la segunda: “A Borges le llevo una ventaja: lo conozco. La recíproca es improbable. Lo admiro. La recíproca es impensable” (Testimonios, novena serie).

Borges, que habló de Victoria en contadas ocasiones, dijo con motivo de su muerte: “Personalmente, le debo mucho a Victoria Ocampo. Pero le debo mucho más como argentino”. Esa declaración, publicada en La Nación en febrero de 1979, se complementa con otra que apareció en La Prensa unos meses después, que terminaba diciendo que en el momento de la muerte de Victoria Ocampo, se había dado cuenta de lo que ella había significado en su vida y que, a partir de entonces, había empezado entre ellos una “callada y verdadera amistad

Fuente : Axel Diaz Maimone blogspot



Google rinde homenaje a Victoria Ocampo con un nuevo "doodle"


En el 124° aniversario de su nacimiento, el buscador recuerda este lunes en la Argentina a la escritora quien fuera directora de la revista literaria Sur

Google Argentina le rinde homenaje este lunes 7 de abril a la escritora Victoria Ocampo, con un nuevo "doodle" gráfico en el que se ve a la artista sosteniendo un ejemplar de Sur, la revista literaria que fundó y desde donde promovió a diversos talentos nacionales e internacionales.
En el 124° aniversario de su natalicio, el buscador de Internet recuerda a la autora de diversos libros como "La laguna de los nenúfares", "Testimonios y Tagore en las barrancas de San Isidro". Recientemente, su casona quedó envuelta en una polémica
Nacida hace 124 años en el seno de una familia aristocrática, Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo, más conocida como Victoria Ocampo, fue educada con institutrices y su primer idioma fue el francés. Nació en la localidad bonaerense de Béccar y falleció el 27 de enero de 1979.
Publicó su primera obra en 1924, "De Francesca a Beatrice", editada por la Revista de Occidente con la ayuda del filósofo español José Ortega y Gasset.
Participó desde su juventud en las primeras manifestaciones de los movimientos feministas, intelectuales y antifascistas argentinos, lo que la llevó a fundar en 1936 la Unión de Mujeres Argentinas. Y en 1976 fue designada miembro de la Academia Argentina de Letras, la primera mujer en ocupar ese lugar.
Además fue presidenta del Directorio del Teatro Colón en 1933; Vicepresidenta Honoraria Internacional del Pen Club; y Miembro del Directorio del Fondo Nacional de las Artes de 1958 a 1973.

Sus viajes por el mundo le permitieron entrar en contacto con los principales exponentes de la literatura como Waldo Frank y Eduardo Mallea, quienes la impulsaron a fundar la revista y editorial Sur en 1931, desde donde promovió las obras de destacados autores nacionales e internacionales, como Federico García Lorca o Virginia Woolf.
En 1941, se instaló definitivamente en su residencia de San Isidro Villa Ocampo. La casona supo ser lugar de encuentro de intelectuales y artistas de todo el mundo, como Jorge Luis Borges, Rabindranath Tagore, André Malraux, Waldo Frank, Roger Caillois, Ernest Ansermet, Indira Gandhi, Gabriela Mistral, Igor Stravinsky, Graham Greene, Le Corbusier y Albert Camus, entre otros.

Fuente : Iprofesional


martes, 8 de abril de 2014

Eco de Borges 2


Geovani Galeas

En la primera parte afirmé que la célebre novela de Umberto Eco, El nombre de la rosa, con relación a la literatura de Jorge Luis Borges, tiene un grado de independencia calculable en cero.

En tal sentido consigné algunas coincidencias de carácter general que muy bien podrían considerarse aleatorias. Paso ahora a exponer otro tipo de correspondencias más específicas que considero probatorias de mi tesis. Pero antes avanzaré otras dos coincidencias generales.

En El nombre de la rosa, fray Bernardo conspira para que las llamas inquisitorias consuman a fray Guillermo; en el cuento Los teólogos, de Borges, no es otra cosa lo que fray Aureliano desea para fray Juan. En la novela de Eco es capital un libro cuyo último ejemplar desaparece en el incendio de una biblioteca conventual. En el relato Tres versiones de Judas, de Borges, es decisivo el Sintagma, “un libro que habría perecido en el incendio de una biblioteca monástica”.

Y ahora viene lo sorprendente que, hasta donde sé, ha sido ignorado o por lo menos silenciado por la crítica literaria internacional. Más todavía, el mismo Umberto Eco, que escribió otro libro para explicar algunos aspectos de su famosa novela, ha preferido no hacer ninguna mención de un asunto que sin embargo, a mi juicio, es tan evidente.

En las 607 páginas de El nombre de la rosa, Eco relata cinco crímenes sucesivos perpetrados durante un sínodo católico. El móvil puede ser el robo de las joyas del Abad, o una vendetta entre viejos herejes solapados, o un complot nacionalista de un grupo de monjes italianos. Cuando lo que urge es atrapar a un asesino, el investigador, fray Guillermo, “pierde el tiempo” hurgando en los índices de una biblioteca. Una pista, la correspondencia entre el primer asesinato y el primer término de la serie de los siete castigos del Apocalipsis, y un libro, el Coena Cypriani, le sugieren el esquema operativo del criminal.

Establecida la secuencia, el caso está aparentemente resuelto. Pero el asesino no será sorprendido, porque en realidad el perseguidor es el perseguido: la simetría entre el plan criminal y la secuencia apocalíptica es casual. El asesino, enterado de que el investigador erróneamente sigue esa pista, se dedica a justificarla de modo deliberado. Al fin, para llegar al criminal, fray Guillermo descifra y cruza un laberinto.

Ahora bien, más de veinte años antes Jorge Luis Borges había escrito básicamente lo mismo pero en 600 páginas menos.

En las 7 páginas del cuento titulado La muerte y la brújula, Borges narra cuatro crímenes sucesivos falazmente relacionados con sínodo eremítico. El móvil puede ser el robo de los zafiros del Tetrarca de Galilea, o una vendetta entre viejos delincuentes, o un complot nacionalista de un grupo antisemita. Cuando lo que urge es atrapar a un asesino, el investigador, Erick Lonrrot, “pierde el tiempo” hurgando en los índices de la bibliografía hebrea. Una pista, la correspondencia entre el primer asesinato y el primer término de la serie de cuatro letras secretas del Tetragrámaton, y un libro, Historia de la secta de los Asidim, le sugieren el esquema operativo del criminal.

Establecida la secuencia, el caso está aparentemente resuelto. Pero el criminal no será sorprendido, porque en realidad el perseguidor es el perseguido: la simetría entre el plan criminal y la secuencia tetragramatónica es casual. El asesino, enterado de que el investigador erróneamente sigue esa pista, se dedica a justificarla de modo deliberado. Al fin, para llegar al criminal, Erick Lonrrot descifra y cruza un laberinto.

Al igual que los últimos cuatro párrafos de esta columna, la novela de Eco es solo una imagen especular ampliada del cuento de Borges.

Fuente :La Prensa Grafica – El Salvador
8 de abril de 2014


sábado, 5 de abril de 2014

Eco de Borges 1





Geovani Galeas

En 1985 leí con especial fascinación El nombre de la rosa, la célebre novela falsamente policial de Umberto Eco. Al terminar el libro escribí una larga reseña que no sin malicia titulé Ecos de Borges, publicada en México en el diario La Jornada. Mi tesis central era que esa novela ciertamente genial, en relación con la literatura de Jorge Luis Borges, tenía un grado de independencia calculable en cero. Resumo en las siguientes líneas una parte de mis argumentos.
Archivado en: Aristoteles borges mexico umberto eco
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Los elementos principales de la obra de Eco son los siguientes: un formidable aparato de erudición teológica; una biblioteca que es también un laberinto mortal para los buscadores profanos del sagrado Nombre impronunciable; un sínodo católico infructuoso y un ardiente episodio del Santo Oficio; el elusivo libro segundo de la Poética de Aristóteles; una serie de crímenes cuya secreta morfología finge plagiar al Apocalipsis; un investigador apasionado por la lógica.

Por ese tiempo yo sabía que de la lectura de Borges nadie sale ileso. Y sabía que la rosa, en tanto símbolo de la incesante discusión entre platónicos y aristotélicos, los relatos solo aparentemente policiales, la teología, las bibliotecas, los laberintos y la lógica, son partes del núcleo de la literatura borgeana. Pero las coincidencias que había descubierto entre Eco y Borges eran menos generales.

En el prólogo de su novela, Eco refiere que su fuente es el libro de un tal Vallet, editado en las prensas de la abadía de la Source. Vallet afirma que su versión, extraída de los Vetera Analecta, es copia fiel de los manuscritos de Dom Adso, encontrados en el monasterio de Melk en el siglo XIV. Pero al visitar dicho monasterio, Eco no encuentra huella alguna del manuscrito en cuestión.

Eco también descubre que el libro de Vallet inexplicablemente tiene más páginas que los Analecta, los cuales no registran ninguna referencia a Dom Adso. La consulta a varios medievalistas ilustres es estéril. Finalmente, una visita a la abadía de la Source lo convence de que Vallet no ha publicado libros en sus prensas, que además nunca existieron.

Dos años más tarde en Argentina, en una librería de viejo de la calle Corrientes de Buenos Aires, Eco encuentra un libro con numerosas referencias al manuscrito de Dom Adso. Pero la fuente no es Vallet sino el jesuita Atanasius Kircher. Sin embargo, un erudito le asegura que Kircher nunca habló de Dom Adso. La fuente de Eco es, pues, un imaginario libro apócrifo.

Ahora atención.

En el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tirtus, de Borges, Bioy Casares habla de la región de Uqbar, citando como fuente el tomo XXVI de la Anglo American Ciclopaedia. Pero la consulta de dicho tomo es estéril, Borges investiga los índices de la Erkunde de Ritter, y también estos ignoran el nombre de Uqbar.

Al día siguiente, sigue el cuento, Bioy llama por teléfono a Borges para informarle que tiene a la vista otro tomo XXVI de la misma enciclopedia y que ahí, en la página 917, está el artículo sobre Uqbar. El tomo de Bioy inexplicablemente tenía cuatro páginas más que el tomo de Borges.

“Esa noche”, dice Borges, “visitamos la Biblioteca Nacional, En vano fatigamos Atlas, catálogos, anuarios de sociedades geográficas, memorias de viajeros e historiadores: nadie había estado nunca en Uqbar. Al otro día un amigo advirtió, ¡en una librería de viejo de la calle Corrientes de Buenos Aires!, los negros lomos de la Anglo American Ciclopaedia. Interrogo el tomo XXVI. Naturalmente, no dio con el menor indicio de Uqbar”. La fuente de Borges es, pues, un imaginario libro apócrifo.

Pero estas no eran las únicas coincidencias, y ni siquiera las más sorprendentes.

Fuente :  La Prensa Grafica – El Salvador

Borges and Physics



Fuente : You Tube
https://www.youtube.com/watch?v=ypnuZXV0604

Borges, protagonista del Atrio de los Gentiles en Argentina





El foro fue creado por impulso de Benedicto XVI

La figura del escritor argentino Jorge Luis Borges centrará la próxima edición del "Atrio de los Gentiles", un encuentro de organizaciones sociales y religiosas promovido desde el Vaticano y que llegará a Argentina en noviembre, informaron hoy los organizadores.

El foro, cuyo objetivo es fomentar el diálogo entre distintas confesiones, organizaciones no gubernamentales, universidades y representantes de la cultura laica, fue creado durante el papado de Benedicto XVI (2005-2013) e impulsado por el actual pontífice, Francisco.

La cita contará con mesas de debate sobre el autor de "El Aleph" bajo el título "Borges, trascendencia, religiosidad y gnosticismo", y con foros sobre ética ciudadana y responsabilidad social, además de un programa cultural que incluirá teatro, danza y música.

Intelectuales, artistas, religiosos de distintas confesiones y directivos de empresa participarán en el encuentro, que contará con la colaboración de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, la Universidad de Buenos Aires y el Foro Ecuménico Social, entre otros.

El "Atrio de los Gentiles" se inauguró en París, en marzo de 2011, y debe su nombre al atrio al que acudían los gentiles en el templo de Jerusalén.

Fuente : Religión Digital

jueves, 3 de abril de 2014

Charla "Borges y la física cuántica"de Alberto Rojo



Alberto Rojo recuerda cómo, después de su único encuentro con Borges, decidió volver a leerlo; particularmente apreciando como Borges "gravita" sobre la física. Desde una literatura que no se propone hacer un trabajo de predicción -afirma Rojo- pero que, sin embargo, consigue influir sobre la física cuántica.

Alberto Rojo es físico, músico y escritor. Especialista en mecánica cuántica se doctoró en física por el Instituto Balseiro. Es un apasionado y prolífico divulgador de la ciencia.
Actualmente es Profesor del Departamento de Física de la Universidad de Oakland en Rochester, Estado de Míchigan, EEUU. Entre 1992 y 1994 fue investigador postdoctoral en la Universidad de Chicago. Entre 1994 y 2002 fue profesor adjunto en la Universidad de Míchigan. Ha sido becario del CONICET, profesor visitante en la Universidad de Buenos Aires y del Oak Ridge National Laboratory. Tiene cerca de noventa trabajos publicados en temas de física en revistas de circulación internacional y ha dictado conferencias invitadas en diversas reuniones internacionales. Publicó en coautoría con Anthony James Leggett (premio Nobel de Física de 2003).

Fuente : You Tube
https://www.youtube.com/watch?v=suXPSFdfIwU

Borges y la mecánica cuántica



 1era Conferencia Internacional de Cultura Científica de la Universidad Andrés Bello. Santiago. 11 de octubre de 2013
¿Cómo se relaciona Borges con la física cuántica? Alberto Rojo, físico, guitarrista, compositor y pintor, radicado en Estados Unidos, lo explica a través de su charla "Borges y la Física Cuántica".

Fuente . You Tube
https://www.youtube.com/watch?v=Tq-g_IrJygU