sábado, 8 de octubre de 2011
Carlos Oliva: ¿El defecto de Borges? Uno y… ninguno
¿Qué punto flaco tiene el autor de ‘El Aleph’? El especialista mexicano Carlos Oliva dice a VANGUARDIA que el defecto del argentino fue también su virtud; descubra cuál es
Años estudiando a Jorge Luis Borges le dan a Carlos Oliva, escritor, filósofo e investigador nacido en la Ciudad de México, la certeza de que el autor argentino tiene un defecto, pero a la vez no tiene ninguno. O, al menos, es difícil hallarlo, dice en entrevista exclusiva el autor de “Literatura y Azar. Cuatro Ensayos sobre Borges”, un libro con el que recientemente entró a la bibliografía coahuilense.
Algo de ello plasma Oliva en este libro que edita la Coordinación de Bibliotecas, Publicaciones y Librerías del Estado. Borges, autor de “El Aleph” se volvió una obsesión para Oliva, pues su literatura es un laberinto en el que prácticamente no hay salida, es decir, no hay una falla grande que destruya el universo borgiano que persiste y que salta a grandes autores de hoy que aún no lo superan.
Y es que podemos ser muy críticos con los nuevos escritores, pero ante un “monumento” como Borges, ¿qué punto flaco se le puede achacar a su obra literaria? Luego de un breve silencio de reflexión, responde Oliva. “Sí hay uno. Lo que nos muestra Borges yo creo que es la crisis de Occidente como cultura. Y lo hace a través de la literatura. Entonces, el punto flaco es que, por ejemplo, autores como (J. M.) Coetzee, (Ismail) Kadare y Rubem Fonseca nos dicen ahora un poco más que Borges porque están en las periferias de esa crisis, en algo que está sucediendo ahora”.
Y esa es la flaqueza, aterriza Oliva: “El punto flaco sería que Borges es como el último de los grandes escritores de Occidente y que no toma postura por Occidente, sino que nos muestra la crisis de esta región, la crisis en la que estamos: la de las naciones, la del proceso de civilización, la de las humanidades”.
Y ésta, afirma, es la clave de su vigencia: “Claro, Borges tendrá una gran vigencia porque cada vez que veamos cómo fracasó el proyecto civilizatorio de Occidente, Borges será un ejemplo fabuloso de que nos enseña qué sucedió ahí —más allá de las izquierdas, las derechas—, cómo se destrozó un proyecto civilizatorio”.
Ante el pesimismo, literatura antiborgesiana
Con tal de un cambio en el paradigma borgiano, escritores han tomado una postura detractora, señala Oliva: “Muchos autores de ahora se ponen como meta escribir literatura antiborgesiana: son escritores menos pesimistas que Borges a la hora de la hora; como Bolaño, él sería menos pesimista que Borges”. En conclusión, “el punto flaco puede ser que Borges es el último gran pesimista de la saga occidental”.
Sin embargo, ser el último es un lugar privilegiado. Oliva tiene que admitir que también es una virtud. “Sí, en sí mismo es muy difícil encontrarle un punto flaco, eso le da su permanencia. Incluso mientras no desaparezcan algunas cosas de nuestra convivencia, nuestra confianza en el libro, en las humanidades, Borges va a saltar a estos autores tan radicales: Coetzee, por ejemplo, y Kadare, que son dos que siempre tienen a Borges en la mira; pero es muy probable que Borges salte a Bolaño, a Rubem Fonseca, a Fadanelli… Borges es muy radical”.
Su ceguera también fue virtud
Un punto de la vida de Jorge Luis Borges que a Oliva lo ha fascinado es la ceguera que sufrió, porque ella accidentalmente lo hizo releer las obras que ya conocía, algo fundamental para su trabajo literario.
“Su ceguera lo hace que él relea lo que ha leído y que no esté pendiente de las novedades que hay. Y eso, cuando uno lo ve en la distancia, nos muestra la importancia que tiene la relectura de la obra y no estar en las novedades de lo último que se está publicando. Y eso a Borges le pasó en parte accidentalmente, porque ya no podía leer más y releía y hacía que le leyeran lo que él conocía. Eso nos da una lección”, indica.
Otro punto interesante, destaca el autor de “Hotel Imperial”, es lo biográfico en su narrativa: “Beatriz Viterbo, la protagonista de ‘El Aleph’, claramente es Estela Canto; el cuento es una historia realista que Borges llena de metáforas, pero a fin de cuentas es la historia de Estela Canto con su primo y cómo Borges lo descubre. Es el descubrimiento de una traición amorosa”.
Oliva comenta que Canto publicó después en su libro las postales que Borges le envió. “Hay una muy bonita donde él le dijo: ‘Ya sólo te puedo ofrecer la traición’. Hay un Borges con un erotismo también negro, no estridente, no del deseo, sino erotismo vencido, en su literatura”, finaliza. El defecto de Borges es ser poco defectuoso, quizá sería la última conclusión del especialista que se fue de Saltillo con su libro de Borges bajo el brazo, luego de presentarlo en la Feria Internacional del Libro 2011.
Fuente : Vanguardia – Mexico
5 de Octubre de 2011
http://www.vanguardia.com.mx/carlosoliva%C2%BFeldefectodeborges?unoy%E2%80%A6ninguno-1113880.html
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