Sarlo ante sala llena durante el lanzamiento de la red
social Grandes Libros (Nicolás Stulberg)
La crítica y académica deslumbró con una charla abierta en
torno a la figura del escritor, en el marco de las actividades por el
lanzamiento de la red social Grandes Libros
"Vengo a verla desde Escobar", dijo Patricia, la
primera persona que llegó con más de una hora de antelación al encuentro. Fue
quien inauguró un auditorio que, al poco tiempo, desbordó con un público que
contradijo el prejuicio de que la literatura genera cada día menos interés, y
que escuchó a la crítica y académica Beatriz Sarlo, quien, a lo largo de una
hora, desgranó el legado literario de Jorge Luis Borges, a 30 años de su
muerte.
El encuentro, que por streaming tuvo más de 100.000
reproducciones, llevó el título de "Borges inventor y heredero" y se
realizó en el marco del lanzamiento de la red social para lectores Grandes
Libros. Estas son las frases más salientes que Sarlo dijo en la disertación.
"Esta es una conferencia sobre alguien habitable en la
literatura argentina e inhabitable en la literatura occidental. Borges no ocupó
siempre este lugar central que ocupa para nosotros. En 1961 un crítico uruguayo
escribió: 'Los críticos europeos decidían que este escritor latinoamericano no
era bastante latinoamericano. Le faltaban la pasión, los descuidos
gramaticales. No era suficientemente exótico'. No le faltaba argentinidad, es
más, lo que quisiera demostrar es que Borges constituye lo criollo en la
literatura argentina y por eso esta conversación se llama 'Borges, inventor y
heredero'".
"Los autores que quieren inscribirse en la historia
tienen que ir a los textos que eligen hacia atrás. En el caso de Borges, él
tiene la posibilidad autobiográfica de escribir la historia de su familia. Si
sólo hubiese hecho eso no lo recordaríamos. La operación que hace sobre la
historia de su familia es constituir héroes que después serán tópicos, modelos
de su literatura. Esto es 'la invención de un pasado'. Lo que hace es sacarlo
de la nota erudita para ponerlos en un escenario estético que forma parte de la
invención".
"El coraje, que es atávico y sanguinario, es un valor
anterior a la modernidad. Borges está hablando de un mundo en el que el honor
debe ser satisfecho por los mismos hombres que han sufrido una afrenta. En las
épocas premodernas, todavía era admisible que las afrentas se vengaran por
propia mano. Hoy no tengo ninguna obligación como ciudadana de tener coraje. En
el siglo XIX mantener la honra implicaba mantener el coraje. Era mejor
exagerarlo a que estuviera ausente. En ese mundo es en el que Borges encuentra
a sus abuelos. Es un mundo violento y al mismo tiempo esa violencia era una
virtud necesaria. Hoy se considera innecesaria porque en la modernidad la
afrenta es vengada por la lógica de las instituciones. No es venganza, sino
Justicia".
"Vivimos en una época de pasiones mitigadas. Hemos
pasado de ser héroes para convertirnos en ciudadanos y según algunos teóricos
hemos dejado de ser ciudadanos para convertirnos en consumidores. O sea, una
porquería. Una pendiente en descenso. Borges lo define de una manera muy
especial. Él dice: 'Una canción de gesta se ha perdido en sórdidas noticias
policiales'".
"Esta vibración del coraje que permite constituir una
identidad de sus antecesores se convierte en un principio estético. Hay una
forma del habla criolla que mantiene el decir menos antes que el decir más. No
existe un escritor que maneje el understatement como Borges. Siempre le baja el
tono. Le baja el tono a las obras que le gusta y critica a las obras que se
acercan demasiado al énfasis. Por eso le gusta la idea de pensar a las guerras
civiles como 'menos la colisión de dos ejércitos que el sueño de un
matrero'".
Fuente : Infobae