viernes, 27 de septiembre de 2013

Las postales de Borges Inéditos inesperados




En un libro que publicará próximamente Emecé, el coleccionista Nicolás Helft propone una singular biografía del creador de El Aleph; su texto es acompañado por tarjetas y misivas que Borges envió a su familia y otros destinatarios durante sus veraneos o viajes de conferencias; esos textos breves y ocasionales iluminan, con estilo inconfundible, momentos poco conocidos de su vida

Por Hugo Beccacece  | Para LA NACION
   
Cuando parecía que todos los cajones habían sido hurgados, que era imposible encontrar un texto desconocido, una anécdota ignorada de Jorge Luis Borges, sucede lo imprevisto. El coleccionista Nicolás Helft, director de Villa Ocampo en San Isidro, escribe una breve biografía del autor de Ficciones contada en escenas por medio de cartas, reproducciones de manuscritos, anotaciones perdidas en cuadernos y, sobre todo, imágenes de las postales que "Georgie" (ésa era su firma) envió a sus familiares y amigos más íntimos desde 1910 hasta 1971. El resultado de este trabajo biográfico es Borges. Postales de una biografía (Emecé).

Las postales, según señala el biógrafo, son "un género menor, casi invisible, pero revelador y no menos literario que otro". Es cierto. Esos mensajes, en general, banales (su principal misión es decir: "Aquí estoy. Pienso en ustedes") no sólo aportan información y son documentos; a veces, como en el caso de Borges, uno llega a vislumbrar en un giro al escritor admirado.

¿Por qué un lector como Helft se convierte en un coleccionista borgeano y en biógrafo? ¿Acaso lo que interesa no es la obra de Borges? Arriesguemos una hipótesis. Cuando uno lee a un autor que cuenta para la propia vida, es muy difícil hacerse a la idea de que no hay textos nuevos, porque eso significa que el diálogo quedó interrumpido por el límite definitivo de la muerte. Para combatir la resaca de angustia que produce ese límite, uno de los recursos es internarse en una biografía, ya sea como autor o como lector. Los datos verificables (fechas, horarios, circunstancias) nos permiten crearnos un espejismo donde aquel límite no existe, donde podemos evitar las esquinas peligrosas de la obra que nos ha conmovido y, al mismo tiempo, seguir en contacto con ella. Las biografías prolongan la vida post mórtem de los hombres de letras. Siempre habrá episodios de sus existencias por descubrir, varias versiones del mismo hecho, una serie inacabada de particulares que, por principio, nunca tendrá término. También hay otro modo de ser derrotado en la batalla contra la muerte: el coleccionismo, que acumula fetiches, reliquias. Los objetos son una manera de conjurar el vacío.


El álbum de Helft se abre con una imagen tan hermosa como conmovedora: un dibujo infantil de Georgie en el que se ve a un tigre. La fascinación por la fiera sagrada cuya piel representaría para Borges la escritura de Dios aparece ya a esa edad temprana. La primera anécdota del libro se remonta a los tres años de Georgie y la contó "Madre" en una entrevista grabada, que se reproduce en el libro:

Bueno, ahora le voy a contar un cuento que es. en fin. un poco shocking. pero que da la idea de lo que era el chico. Georgie no quería sentarse a hacer sus... cosas, en el water. No quería sentarse tampoco en el bidet.

-¿Entonces, ¿dónde te vas a sentar? -le dije un día.

Había unas latas de galletitas muy grandes, cuadradas, que arriba tenían un agujero. Bueno, él eligió eso. Entonces se sentó y dijo:

-Estoy en el trono de la noble igualdad.

Era tan gráfico, era tan cierto. que yo me quedé con la boca abierta. Fue la primera revelación para mí de que Georgie era un chico genial. [...]

Varias de las postales familiares, enviadas por Georgie y Norah desde lugares de vacaciones, están dirigidas a Fanny Haslam, la abuela paterna de Borges. En esos años, los Borges (el padre, Jorge Guillermo, doña Leonor, sus hijos y Fanny Haslam) vivían en Palermo, en la calle Serrano, en una casa rodeada por un jardín, donde había un molino y una palmera que Norah no se cansaba de dibujar. La familia veraneaba en Montevideo, en Villa Esther, una amplia casa de los primos Haedo. Más tarde lo harían en Adrogué, en el hotel Las Delicias.

Jorge Guillermo Borges era un abogado de tendencia anarquista, muy culto, con poco sentido práctico. Consiguió un trabajo administrativo en un juzgado, pero no hizo carrera y debió pedir el retiro antes de tiempo porque estaba casi ciego. En busca de una cura, Jorge Guillermo y Leonor resolvieron viajar a Europa en 1914 para consultar a un oftalmólogo renombrado. Pensaban quedarse unos meses. El peso se cotizaba muy alto y era más barato vivir en el extranjero (París, Londres o Ginebra) que en Buenos Aires. A poco de llegar, estalló la guerra y la familia se refugió en Suiza (país neutral). Se instalaron en Ginebra y permanecieron allí hasta 1921.

Durante esa primera estadía europea, Georgie estudió en el Collège Calvin donde se hizo de dos amigos, Maurice

Abramowicz y Simon Jichjilinsky, ambos judíos y comunistas. Era inevitable que el Borges adolescente también se sintiera atraído por el comunismo.

Terminada la guerra, en diciembre de 1918, los Borges viajaron a Barcelona y después a Mallorca, donde pasaron el verano. En el invierno de 1920, continuó la vida nómada. La familia pasó una primera etapa en Sevilla y, por último, llegó a Madrid. Georgie frecuentó las tertulias literarias y se apasionó por el ultraísmo y la figura de Rafael Cansinos-Asséns. En Madrid, se hizo amigo del escritor Guillermo de Torre. Éste trató de mezclarse en todas las actividades de los Borges, porque se había enamorado de Norah, con la que se casaría.

Georgie, ya de regreso en Ginebra, le escribió a su futuro cuñado una postal con la imagen de un sileno, en junio de 1920. En ella, hace una alusión al ultraísmo y adopta el tono de un conocedor y un "consumidor" de alcoholes, prostitutas y modistillas.

En 1921, los Borges regresaron a Buenos Aires. Georgie descubrió una ciudad completamente distinta de la que había dejado, mucho más cosmopolita e interesante de lo que había supuesto. En la década de 1920, desarrolló una formidable actividad: escribió seis libros (el primero, Fervor de Buenos Aires), fundó las revistas Prisma y Proa y cristalizó la mitología porteña de los compadritos y los arrabales.

La patria le reservaba a Borges una "novia" o, con más precisión, un enamoramiento, Concepción Guerrero (Conce), y la amistad con Macedonio Fernández. Los dos escritores se reconocieron de inmediato como pares, a pesar de la diferencia de edad y de obras. Los dos se tuvieron fe. De ese reconocimiento, el libro de Helft aporta sendos manuscritos de Macedonio y Georgie, reproducidos en esta nota. También hubo otra novia o amistad fugaz, la platense Elsa Astete, que habría de convertirse mucho después, en la década de 1960, en la primera esposa de Georgie.

En la década de 1930, Borges entró a trabajar en el diario Crítica, lo que lo obligó a dirigirse a un público más amplio y también a escribir con rapidez. Su nombre empezó a ser cada vez más conocido aunque, naturalmente, Borges todavía no era Borges. Con todo, su prestigio era suficiente para que Victoria Ocampo lo incluyera en el comité de redacción de la revista Sur, que apareció en 1931. De ese año o del siguiente, data el comienzo de la amistad de Georgie con el jovencísimo Adolfo Bioy Casares y con Silvina Ocampo.

Cuando el suplemento que dirigía en Crítica cerró, Georgie empezó a trabajar en una biblioteca municipal del barrio de Boedo. Ya no eran tan pocos en los círculos literarios quienes pensaban en él como el autor más interesante de su generación. Entre los amigos que lo apoyaban estaba el novelista uruguayo Enrique Amorim, en cuya casa de Salto Oriental fueron tomadas varias fotografías que muestran a Georgie en traje de baño, infrecuentemente seguro y deportivo.

El último día de 1941 apareció el libro de cuentos El jardín de senderos que se bifurcan, que contenía algunos de los relatos más importantes de Borges, entre ellos, "Pierre Ménard, autor del Quijote". Cuando se otorgó el Premio Nacional de Literatura de 1942, la distinción recayó en la novela campera Cancha larga, de Eduardo Acevedo Díaz, que no podía resistir la comparación con El jardín... Había incomprensión en esa injusticia, pero también una visión política que enfrentaba a los nacionalistas con los liberales, partidarios de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Victoria Ocampo publicó en Sur un número de desagravio a su colaborador y amigo; por otra parte, la Sociedad Argentina de Escritores organizó una cena en homenaje al autor. La reacción oficial no tardó demasiado. En 1943, Borges fue "ascendido" en el escalafón municipal y pasó a ser nombrado "inspector de aves". Humillado, Georgie renunció a su trabajo de bibliotecario y a su "ascenso". Para poder ganar algo de dinero, se puso a dar conferencias, impulsado y ayudado por Victoria Ocampo y Esther Zemborain de Torres Duggan. Tuvo un éxito imprevisto, si se tiene en cuenta que hasta ese momento le resultaba casi imposible hablar en público. Fue el comienzo de su carrera de conferenciante internacional. Primero, viajó por toda la Argentina (Resistencia, Bahía Blanca, Sierra de la Ventana, Santiago del Estero, etc.) y por el Uruguay, hablando sobre Martin Buber, Shakespeare, Almafuerte, Banchs, Lugones, Joyce. Terminaría cruzando el océano. Las postales registran esos itinerarios.

A partir de la década de 1940, la intelligentsia argentina sabía que el mejor escritor del país era el autor de Ficciones y El Aleph. Cuando cayó el gobierno de Perón en 1955, Georgie fue nombrado director de la Biblioteca Nacional: era el ingreso al paraíso soñado y perdido, el reino infinito de los libros, que la ceguera le impedía leer. La consagración internacional le llegó en 1961 con el premio otorgado por el Congreso Internacional de Editores, en Formentor.

A partir de 1961, todo se volvió más fácil en el plano literario. En cuanto a la vida privada, Borges se casó, sin quererla, con Elsa Astete, la platense cortejada en la juventud. "Madre" veía venir la muerte, temía que Georgie quedara a la deriva y, por lo tanto, promovió el casamiento con una mujer que a ella no le caía mal. Fue uno de los graves errores de Leonor Acevedo y un ejemplo de lo funesta que puede ser la obediencia debida.

En Buenos Aires, Elsa y Georgie se aburrían mutuamente con ahínco diario. También debieron convivir en el extranjero. Viajaron a Estados Unidos en dos ocasiones y vivieron allí unos meses. Esas estadías fueron una tortura para él porque pusieron en evidencia, ante testigos, el abismo que lo separaba de su esposa. A los tres años de la unión, Borges y Elsa Astete se separaron. La ruptura fue planeada en Buenos Aires con un tacto y una eficacia notables por Norman Thomas Di Giovanni, el traductor de Borges al inglés.

La entrada de Di Giovanni en la vida de Borges, en 1967, le infundió vitalidad al escritor, que había quedado aliviado, pero también sacudido por la ruptura matrimonial. La colaboración entre ambos fue muy fructífera. Duró hasta 1975 o 1976. Norman se convirtió en una especie de agente literario con el que Georgie traducía, leía, escribía y viajaba. En julio de 1975, se produjo lo temido: Leonor Acevedo murió, pero a esas alturas una mujer, la definitiva, había hecho un lento y discreto ingreso en el mundo de los Borges.

María Kodama frecuentó a Borges desde muy joven; primero fue una de las alumnas que asistía a las clases de anglosajón; después, la discípula con la que compartía charlas, caminaba por Buenos Aires y tomaba té. Quien los veía pasear por las calles no podía dejar de mirarlos. El poeta anciano, ciego, pero con una extraña prestancia que lo hacía resaltar en una multitud, y la bella muchacha euroasiática formaban una pareja novelesca. Era inevitable que él se enamorara de ella y que ella quedara cautivada por él. Durante un tiempo bastante largo ninguno de los dos le reveló al otro esos sentimientos, pero Di Giovanni se dio cuenta de lo que María significaba para Georgie. En 1971, Norman le organizó un viaje de trabajo a Borges en Estados Unidos, después debían ir a Londres, pero en el medio, el traductor insertó una escala en Islandia, la tierra a la que Borges siempre había querido ir, la comarca del ensueño y los textos legendarios. Por si fuera poco, allí le esperaba a Borges otra sorpresa: se les uniría María Kodama. De la alegría de Georgie, queda el testimonio de la última postal enviada a la madre desde Reykjavik. El encuentro de María y Georgie selló el comienzo de la historia de amor entre ambos. Ese capítulo terminaría en Ginebra, la ciudad de la juventud, el 14 de junio de 1986. Desde entonces, todos los años, el 24 de agosto, María celebra con amigos el cumpleaños de Borges.

    
    
    Montreux, 16 abril 1916
    Mademoiselle Norah Borges
    Rue de Malagnou 17
    Genève,
    Suisse
    Mi querida Norah:
    Te escribo desde Montreux, del Hotel Victoria, el mismo donde estuvimos nosotros. Llegamos bien i (sic) fuimos a visitar el Castillo de Chillon. Nos encontramos ahí con una señora oriental que charló con nosotros todo el tiempo. El lago estaba magnífico. Mañana vamos para Les Avants. Adiós. Recuerdo. Un beso de Georgie.

    
    Ginebra, 5 junio 1920
    Señor Guillermo de Torre - Ateneo
    Calle del Prado- MADRID - ESPAGNE
    Salud, Torre avanzada. Que te parece el pseudo-clasicismo ñoño del sileno ese?
    Te lo envío desde Jinebra (sic) tierra hasta ahora invenciblemente monda y desnuda de ULTRA pero abundantemente provista de alcoholes prostitutas chocolate formalidades y midinettes.
    Te extiende 5 dedos arborescentes
    Jorge-Luis Borges

    
    Londres
    20 agosto 1923
    Señor don Macedonio Fernández
    calle Rivadavia 2748
    Buenos Aires
    Argentina Republic
    ¿A qué puntualizar con intensidad de palabras la caterva de días -ninguno alegre, todos turbios, alguno angustiosísimo- que han pasado por mí desde que le dije adiós a Conce y a Buenos Aires.
    Mejor a divertirse con tonteras visuales como el grabadito persa en el dorso.
    Tuyo Jorge

    
    Una carta de Macedonio a Borges
    "Borges, que tiraba papeles y manuscritos, conservó hasta el final de su vida esta nota premonitoria de Macedonio Fernández." (Nicolás Helft)
    "Nadie cree en mí excepto vos. Trata de creerme tambien cuando te digo que tu estilo es el más ardiente que he conocido y que serás escritor universal en literatura. Desde que me sorprendiste con tu fé en mí, que nadie la ha tenido ni los que me conocen desde hace veinte años, acaricio una esperanza nueva y muy querida para mí, muy necesitada en mi situación general. Creo que me harás conocer y triunfar quizá. Cree lo que te digo: no seas así amargo y negador contigo mismo y con mi fé en vos.
    Rivadavia 2748. Altos"

    
    Postal con Casa Rosada,
    25 de diciembre
    Dearest Mother: disculpa la horreur fadasse -la frase es de Verlaine- del reverso, apta (como decía Heine de los alemanes que lo visitaban en París) para preservarte de la nostalgia. Mucho me alegraron tus líneas y las de Norah. El veinticuatro vi un film mediocre, pero que me conmovió y que me gustaría rever contigo: Marie Louise, tomado en los cantones centrales de Suiza, con cielos, nubes y montañas enternecedoras. Hablando de montañas, ¿cómo anda The tree of life de Machen? Mandie ya está ilustrándolo. En estos días salió la revista; pronto la recibirán. Mañana iré a lo de Ortiz Basualdo, se discutirá el destino de la revista, no demasiado claro, por cierto. Madre, te extraño muchísimo. El inconexo estilo de esta tarjeta y la creciente degeneración de la caligrafía te indicarán, acaso, el opresivo calor que aquí nos agobia. Ya sabrás que la operaron a Clota; sigue mejor. Abrazos a Norah y a las chicas.
    Yours ever. Georgie

    
    
    Postal con Busto a Sarmiento,
    Resistencia
    Dearest Mother: De Resistencia, que no es una gran ciudad (y quizá, agregaría Paul Groussac, el epíteto huelga), te dará una idea suficientemente monótona y desarreglada la imagen del reverso. El hotel es una versión territorial del hotel provinciano de Santiago. La gente es muy simpática; anoche comí con una hija de Gerchunoff y con su marido. Ayer hablé (entiendo que bien) sobre los poetas gauchescos: "Vaya un cielito rabioso", etc.; hoy sobre Almafuerte; mañana sobre Banchs y Lugones. Afectos y un abrazo.
    ¿Qué tal Folio on Mary White, o lo que sea? Georgie
    Los días son calurosos; las noches (a juzgar por la única que he pasado) son más bien frías.

    
    
    Postal del Ferrocarril Sud
    Buenos Aires
    Sábado
    Querida Madre: ¡Dos noches y dos cartas tuyas! Aquí, todo más o menos igual. Contrariamente a mis temores, la demora en pagar colaboraciones no es una especie de signo premonitorio; ello se debe a un accidente padecido por Estrugamou (a quienes visitamos el lunes) y la revista está preparándose. Dile a Norah que Cortázar agradeció las ilustraciones "tan (ilegible) y tan fieles". Concluyó en estos días la redacción de un largo argumento, lo demás es mecánico. Lo importante es el hallazgo de continuas y pequeñas sorpresas y simetrías.
    Voy a comer ahora a casa de Helena Udaondo. Creo que Mandie irá también.
    (No sé si te dije que Anita Berry está muy grave. Los otros días la vi.)
    Abrazos.
    Georgie
    ¿Qué dicen las niñas? Tengo tantas ganas
    de verlos a todos.

    
     
    Reykjiavik
    14 Abril 1971
    Querida madre: mucho más increíble que Islandia es el hecho de que María Kodama haya arribado aquí, con noticias tuyas. Reykiavik es menos monumental que la Municipalidad de Lomas e infinitamente más linda, por extraño que parezca. Muchison (en cuya casa paré un par de días en Cambridge) te manda sus afectos, así como Joan Alonso, los Marichal, el gran poeta -es decir Guillén, no Magdalena Harriague, Anderson Imbert, Pezzoni, and so on and so forth. Me siento muy feliz y estoy contando los días para la vuelta. Un beso
    Georgie
    Norah, siempre pienso en ustedes y en el jardín desde el balcón


Fuente ADN Diario la Nacion.com
27 de septiembre de 2013

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jueves, 26 de septiembre de 2013

La metafísica y el alma borgeana reviven en una obra cargada de rayos luminosos



La minúscula esfera que contiene a todo el universo, fantástica creación del escritor argentino Jorge Luis Borges en el cuento El Aleph, inspiró una mágica muestra que el artista inglés Anthony McCall instaló en Buenos Aires.

Una rara y misteriosa mancomunión está plasmada entre una célebre ficción de la mayor gloria de las letras argentinas y la creatividad de un artista especializado en experimentos cinematográficos que explora las cualidades escultóricas de los rayos luminosos.

"Me impresionó el momento en que el personaje (de la ficción borgeana) entra al sótano y ve la luz, y a través del destello, descubre el universo", comenta McCall, nacido en 1946 en St. Pau'ls Cray, al sudeste de la capital británica.

McCall, que integró los movimientos de vanguardia en Nueva York y Londres en las décadas de los 60 y 70, explica que en su inspiración estuvo "el trabajo con la luz, y la luz es también descubrir el cine".

Casi como un homenaje al cuento y al travieso espíritu del escritor, el británico se sienta en el piso de la sala de exposición del Faena Arts Center, en medio de la profunda oscuridad de la ambientación, igual que el protagonista se acuesta a ciegas en el suelo para poder maravillarse con la epifanía de El Aleph.

Desde allí el narrador literario afirma: "Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide (...) vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó".

McCall, desde el piso, como corresponde para crear un verdadero clima borgeano, dice que a él le interesó "la poética del cuento más que la resonancia o la interpretación".

A pocos metros de donde está reclinado, reluce el tenue haz de luz de uno de los cuatro gigantescos conos que integran la instalación en una sala de negras paredes del tamaño de un estadio de básquetbol.

Entrar en los conos es sumergirse en la aventura de sentir que los rayos lumínicos forman una velada cortina que cambia de forma y de lugar a medida que uno se mueve dentro, mientras que al mirar hacia arriba resplandece el pequeño foco que los proyecta.

Un humo blanco todo lo envuelve, con un efecto onírico, irreal. "Es el público el que le da sentido a la obra, que está entre la escultura, el cine y el dibujo", relata McCall, cuyo trabajo fue curado por el artista alemán Alfons Hug, compatriota de Mischa Kuball, que completa la muestra en otra sala.

La instalación de Kuball, nacido en 1959 en Düsseldorf, consiste en tres bolas de disco que giran, en un efecto que evoca la esfera iridiscente que representa "el punto que contiene todos los puntos del universo".

La metafísica y el alma borgeana reviven en esta muestra con la oscuridad rigurosa del salón que alude indirectamente a su ceguera, a los tenebrosos laberintos que lo obsesionaron, a los espejos y a la delgada línea que separa la realidad de la ficción, e incluso se mezclan con un narrador del cuento que es el mismo Borges.

Al margen de la exhibición están otros aspectos de El Aleph (publicado en 1945), como el amor imposible del narrador por una mujer ya muerta o la rivalidad con otro escritor de su época y descubridor de la esfera mágica, al que ironiza sin sutilezas y hasta con crueldad.

Borges, motivo de estudio y admiración en todo el mundo, murió en Ginebra a los 86 años en 1986, fue Premio Cervantes de literatura en 1980. Su legado late en cada nuevo lector que lo descubre o en cada artista que lo toma como musa.

Fuente : Diario ADN-Bogota

Faena Arts Center presenta: El Aleph - McCall / Mischa Kuball


El británico Anthony McCall (Londres, 1946) desembarca por primera vez en Argentina con "El Aleph", cuatro gigantescas estructuras lumínicas tridimensionales, mutables y en movimiento, que en la oscuridad total del Faena Arts Center (FAC) sumergirán al visitante en un viaje sensorial hacia espacios primigenios.

Fuente : You Tube
http://www.youtube.com/watch?v=kj42o7aQ9Eg


Inauguran dos megainstalaciones lumínicas inspiradas en El Aleph






Anthony McCall y Mischa Kuball, en el Faena Arts Center

Un inquietante juego compuesto por luces y sombras transforma el espacio en la caverna de Platón o en el Purgatorio de Dante, siguiendo el laberinto de circularidad infinito característico de la obra borgeana.

Con la curadoría de Alfons Hug, las enormes instalaciones lumínicas del artista inglés Anthony McCall y del alemán Mischa Kuball (diseñadas especialmente para cada una de las salas) se inspiran en el cuento El Aleph, de Jorge Luis Borges, a fin de sumergir a los visitantes en una nueva vivencia temporal, totalmente alejada de lo cotidiano. Llamada, justamente, El Aleph, la primera exhibición de McCall y Kuball en la Argentina es "un parangón de dos formas de arte y un relato dentro del relato, una puesta en abismo que reinterpreta a Borges acercándosele cuidadosamente para luego seguir su luz propia por los senderos del monólogo interior", según plantea el propio Alfons Hug.

En este sentido, el espacio mismo se pone a prueba en la muestra: la materialidad y las formas se desdibujan y resignifican a medida que los conos de luz surgidos de la nada interactúan con los visitantes en la más absoluta oscuridad. En el recorrido, además, la sensación que se instala es la del tiempo detenido, como si los minutos se congelaran de pronto en esta suerte de paréntesis espaciotemporal que intensifica la percepción en sus múltiples niveles. "Si en el mundo hay un Aleph, sin dudas está aquí en Buenos Aires -opina Ximena Caminos, directora del Faena Arts Center-. Estas dos obras también son un viaje a la esencia mítica y misteriosa de la mismísima fundación de nuestra ciudad. Fue un privilegio poder trabajar con Alfons y artistas como Anthony McCall y Mischa Kuball para intentar interpretar esta compleja trama cultural."

No se trata sólo de un homenaje al ícono de la literatura universal del siglo XX: se trata, también, de poner el foco sobre cuestiones cruciales para la estética, como el significado de la inmaterialidad en la luz y en la palabra.

Fuente : La Nacion
18 de septiembre de 2013

El ALEPH DE BORGES - ANTHONY MCCALL & MISCHA KUBALL




Works from British artist Anthony McCall (UK, 1946) will be exhibited for the first time in Argentina. The exhibit “El Aleph”, curated by Alfons Hug, director of the Rio de Janeiro Goethe Institut and prominent curator of the Biennial of São Paulo, proposes site specifics installations from Anthony McCall and German artist Mischa Kuball.

Mc Call´s  unique projections, which he has been developing since the 70’s, are on the edge of film, sculpture and drawing: animation lines, drawn in white on black, projected in a dark room full of fine mist (originally they where made of smoke and dust), therefore two-dimensional drawings are seemingly tangible, becoming sculptural forms in real space. These forms bathe the exhibition space and the viewer in a sculpture of light.

Despite its conceptual and formal rigor, McCall always creates an open, public, space where viewers can move around, interact with the work, enter the beam of light and modify its appearance.

In parallel, the work presented by Mischa Kuball “space - speech - speed” shows thousands of moving light reflections.

The exhibition theme is centered on the temporary and proposes the presentation of art works constructed by light in reference to the story “The Aleph” by Jorge Luis Borges. This proposal is not only a tribute to an icon of the twentieth century world literature, but also suggests a number of crucial issues in aesthetics as the transformation of a literary space into a physical space, the management of metaphors and symbols in both genders and different degrees of abstraction in the arts, or the meaning of the immateriality of light.

Fuente : Faena Art Center
http://faena.com/en/content/anthony-mccall-mischa-kuball-0#!/

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Hallan manuscrito de Borges en la Biblioteca Nacional


Tema del traidor y del héroe

                                 Sur nº112-029          

El manuscrito encontrado en los depósitos de la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, presenta un final alternativo de “Tema del traidor y del héroe”, que más tarde aparecerá, con variantes, como el final definitivo de este cuento en la edición de Ficciones (1944).
El folio se encontraba en el interior de un ejemplar del nº 112 de la revista Sur, correspondiente a febrero de 1944.
En ese número de Sur apareció por primera vez este famoso relato. A partir de esta edición, Borges corrige el texto y adjunta la esquela donde ensaya el nuevo final que será incluido en el libro.
Este hallazgo forma parte del trabajo sobre fondos propios y de otras instituciones públicas llevado adelante por el Programa de investigación y búsqueda de fondos borgeanos de la Biblioteca Nacional, continuando la tarea que diera como resultado la colección Jorge Luis Borges y el catálogo que la describe, publicado bajo el título Borges, libros y lecturas (2010).
La hipótesis de trabajo que permitió este descubrimiento propone que Borges utilizaba sus escritos originalmente aparecidos en publicaciones periódicas como soporte textual de nuevas correcciones destinadas a la publicación de libros.
El ejemplar de Sur que contiene este manuscrito y otras variantes textuales forma parte de un corpus mayor que incluye, hasta ahora, seis números de esta colección que fueron intervenidos por el autor.

 
                                         Sur nº112-112

Los párrafos que se leen más arriba fueron escritos por Germán Álvarez y Laura Rosato, bibliotecarios de la Biblioteca Nacional que desde hace mucho tiempo se hallan dedicados a la tarea de seguir los vestigios que dejó Borges en los libros por él leídos, y esparcidos por distintos espacios de la Biblioteca, donde anotaciones, subrayados párrafos señalados con especial atención, son integrados luego al cuerpo de su obra. De alguna manera, forjaba una erudición inexacta, una erudición falsaria pero eficaz, quizás una erudición vista por su reverso de gracia inconexa y autodestructiva. Lo que está más allá de la erudición y habla de ella por encima, forjando nuevamente sus espacios en blanco, sus olvidos, sus perezas. Es conocido el argumento de “Tema del traidor y del héroe”. Es también un sobreargumento, en el que lo que habría que explicar está relegado por la afirmación de que “faltan pormenores, rectificaciones”. Un argumento que se ensaya como andamio previo a lo que alguien alguna vez escribirá, pero en verdad, el recurso consiste precisamente en ese engaño. La referencia de la justificación en las “tardes inútiles”, la vacilación en cuanto en qué mundo social y en qué fecha ubicarlo, la mención de la fecha en que escribe como el momento culminante de una “vislumbre”, como si una intuición superior lo llevara a una estructura vacía en la que sin embargo, en el centro se halla la perplejidad del lector. Lo que se indica que se debería escribir en un futuro plan de escritura, cuando cese el vislumbre y se imponga el “contenido” del cuento, nunca ocurrirá.
El cuento es ese hueco de lo ya escrito. El relato está concebido como una maraña de voces que se van pasando una inspiración o un secreto. Primero es Borges que indica una fuente de inspiración en Leibniz y Chesterton, pero para dejar que se perciba que la escritura es una acción presuntamente inútil, solo que lo dice de otra manera, se lo adjudica a las tardes. Esta “inutilidad” es la que urde argumentos circulares, enigmas basados en teorías repetitivas o refutadoras del tiempo. Lo cierto es que Borges luego deja su palabra a Ryan, el investigador de la rara coincidencia de algunos párrafos del Julio César de Shakespeare con la crónica que sigue los pasos del héroe Kilpatrick, antes de ser muerto de un “anhelado balazo” en un teatro de Dublín. Ryan introduce otro personaje, Nolan, el principal colaborador de Kilpatrick, quien descubre que éste, el mismo jefe del movimiento insurgente, es el traidor. Puesto que era un héroe para el pueblo irlandés, su condena de muerte –firmada por él mismo– establece que va a morir sentenciado por su traición sin que quede afectada su condición de héroe. Se le prepara un guión teatral en el que antes de su ajusticiamiento debe pronunciar frases heroicas y de lucha, y precisamente éste es el descubrimiento de Ryan, el investigador, un remoto descendiente de Kilpatrick, quien descubre la trama. Kilpatrick había jugado su papel con tanto entusiasmo, que además de las frases de Shakespeare, pronuncia otras “de su cosecha”. Muere “entre dos efusiones de brusca sangre” –un detalle refinado, una sangre por cada costado de su personalidad–, y diciendo “algunas palabras previstas”. Allí termina la primera versión del cuento publicada en Sur, en 1944. Su edición definitiva contiene el agregado que realiza Borges. Agregado que cualquiera podía cotejar consultando la revista Sur. Lo que se agrega corrige levemente lo anterior. Como los pasajes de Shakespeare son “los menos dramáticos”, Ryan sospecha que fueron intercalados para que un lector futuro diera con la verdad. Ryan sospecha que él es ese lector y que debe silenciar el descubrimiento. Decide en cambio publicar un libro que engrosara el cultivo de la fama del héroe. Esa acción de “intercalar” nos interesa, pues el manuscrito de Borges encontrado entre los pliegues de la revista Sur, entre las páginas de la primera versión del cuento, versión original con muchas tachaduras del agregado final, reitera el tema del hallazgo por cuenta del “lector futuro”. Borges siempre se interesó por “manuscritos hallados” en el interior de distintos libros. Ahora, al encontrarse este pedazo de papel, no varía el final del cuento que ya conocemos, sino que se mueve una pequeña pieza del universo. Ese final es encontrado por un investigador borgeano, y escenifica nuevamente el drama de ese personaje dual y complementario, Fergus Kilpatrick, haciendo de la vida real una continuidad que intenta “inútilmente” exceder lo escrito. No sabemos porque Kilpatrick hizo lo que hizo, su conciencia es inexplicable desde el punto de vista de una psicología o una teoría de conciencia, pero no inexplicable desde una tesis de la ilusoria continuidad de lector. El “hallazgo” dice al mismo tiempo que el traidor y el héroe quisieron ser un “yo vital”, saliéndose del libreto shakesperiano. Y ese “anhelo” es apenas una débil señal en el tiempo, que en este momento, si la situamos en el mes de agosto del 2013, se ha puesto nuevamente en circulación, como si hubiera estado a la espera en esos suplementos que como señaladores del destino, Borges dejaba esparcidos en el refugio impenetrable de libros y revistas. Pero esta pieza encontrada revela una cuestión de fondo respecto a si se deben dar a conocer estos hallazgos. El investigador no hace como Ryan. Es un lector de nuestro tiempo, obligado por su profesión de tal. Decide dar a conocer el manuscrito casualmente encontrado.

Horacio González


Fuente : Biblioteca Nacional Argentina

martes, 3 de septiembre de 2013

Piglia dictará clases sobre Borges en la TV Pública


El escritor y ensayista Ricardo Piglia, encabezará una serie de clases abiertas acerca de la vida y la obra de Jorge Luis Borges a partir del próximo sábado a las 21 a través de Canal 7.

"La cultura no debería trasladar las posiciones electorales a su propio campo porque, si no, ¿qué hacemos con una ideología como la de Borges?", se preguntó el autor de "Respiración artificial" y "Plata quemada".

En una entrevista con Télam, Piglia apuntó que "las discusiones políticas son legítimas pero no deben reproducirse del mismo modo en todos los ámbitos de la sociedad".

"Borges por Piglia", tal como se presenta este segundo envío del ciclo organizado entre la Biblioteca Nacional y La Televisión Pública, propone en cada emisión la perspectiva de Piglia acerca de la obra del reconocido escritor fallecido el 14 de febrero de 1986.

"A partir de una figura tan emblemática como la de Borges, acompañada por una autoridad en la materia como es Piglia, La Televisión Publica se permite poner en su pantalla una propuesta que se pensaba muy ajena como lo eran las clases públicas", resalto Martín Bonavetti, director ejecutivo de Canal 7, durante la presentación de este mediodía.

En ese mismo sentido, Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, remarcó que "no es fácil realizar una asociación tan despareja entre dos instituciones como una televisora y una biblioteca".

"Sus lógicas, ansiedades y estilos son muy diferentes, de modo que haber concretado este programa es un verdadero logro: pensar lo que tiene de biblioteca un organismo como la tele y lo que tiene de aspecto visual el mundo de los libros", analizó.

Es que el año pasado, al igual que ahora acompañado por un público formado por estudiantes de Letras, ya se había logrado una instancia prometedora de la mano de "Escenas de la novela argentina", dedicado a analizar el género a partir de los principales títulos y autores de nuestro país.

La primera clase, que se realizara el próximo sábado bajo la pregunta "¿Por qué Borges es un buen escritor?" Piglia expondrá las claves de la eficacia literaria del autor de "El Aleph".

Luego, el segundo envío titulado "Memoria y violencia en Borges" abordará el otro legado borgeano y la biblioteca paterna, mientras que la tercera clase partirá de la premisa "La biblioteca y el lector en Borges".

El espacio cerrará el sábado 28 discutiendo "Historia y política en Borges" para asomarse a la visión de la literatura y la cultura nacional que ostentaba el hacedor de "Ficciones".

Sobre esta última clase, Piglia agregó que "Borges era un hombre de derecha y lo decía. Sin embargo, es muy dificil leer literatura si uno se maneja con el esquema de lo que políticamente le parece que está bien".

Y concluyó: "Lo importante es plantear de qué manera las expresiones políticas de un escritor están presentes en su obra y cómo el contexto político en el que uno lee a un escritor, influye mucho en cómo lo lee".

Fuente : Sin mordaza.com


domingo, 1 de septiembre de 2013

Un hecho histórico que tiene su retrato: el encuentro entre Borges y Mick Jagger


El maestro y el líder de los Rolling Stones se cruzaron en un hotel, en España.

Jorge Luis Borges era un reconocido fanático del rock y la música en general. Este es un diálogo que María Kodama reprodujo respecto del encuentro que el maestro tuvo con tuvo con Mick Jagger, en Madrid. "Siempre es lindo recordar este momento, cuando estábamos en un hotel en Madrid, esperando que nos llamen a cenar y aparece Mick Jagger.

Estaban en el Jardín de Invierno del hotel Westin Palace, cuando un joven Jagger se acercó para saludarlo. Arrodillado, le dijo:

- Maestro, lo admiro mucho. Leí toda su obra.

-"¿Y usted quien és?", preguntó Borges, que no podía ver.

- Me llamo Mick Jagger, contestó el inglés.

- "Ah, Mick Jagger, de los Rolling Stones", le dijo el maestro.

Soprendido, Jagger repreguntó: "Pero, maestro, ¿usted me conoce?". Y Borges le aclaró: "Claro, conozco lo que hace gracias a María, que fue quien me permitió descubrirlo".

Esta conversación fue reproducida por María Kodama. Ante la ausencia de cámaras y micrófonos, sólo se dio el recuerdo de la testigo presencial. Hasta hoy. Con motivo de su centenario, el hotel Westin Palace editó un libro en titulado De Madrid al Palace, en el que el ilustrador Fernando Vicente graficó momentos que fueron reales pero que no documentados, como el caso de cruce entre los dos ídolos.


Fuente : Todo Noticias y You Tube

Quince bibliotecas que le dan la razón a Borges



Para que esta lista sea hermosa, de verdad, y no una vulgar enumeración de esas que se llevan tanto ahora, tendríamos que comenzar con La biblioteca de Babel, relato de Jorge Luis Borges incluido en Ficciones (1944). Habbría que decir: "Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo de catálogos...". Pero hay que negociar con la realidad, transigir, perder o perdernos. Para conseguirlo, en Marabilias presentamos una lista -arbitraria como todas las listas- de las bibliotecas más hermosas del mundo, con el perdón, por supuesto, de la de Borges.

Biblioteca de Alejandría. La primera, destruida durante la época de Julio César y mudada luego a Tarso en la actual Turquía,  fue la más antigua del mundo. Se estima que fue fundada a comienzos del siglo III a. C. La nueva, ubicada en el que se cree fue su enclave original, se inauguró en 2002. Puede llegar a albergar 20 millones de libros. Ahora dispone de unos 250.000.
   
La Biblioteca Bodleiana (Oxford). Bodleian Library, en su nombre original inglés,  es la principal biblioteca de investigación de la Universidad de Oxford. Es una de las más antiguas de Europa, y en Inglaterra sólo la supera en tamaño la Biblioteca Británica. Es una de las cinco bibliotecas de depósito de derechos de autor en el Reino Unido. Se inauguró en 1602 con una colección de 2.000 libros.
   
La Biblioteca de la Abadía de San Gall. Es la biblioteca más antigua de Suiza y cuenta con unos 160.000 volúmenes. La biblioteca fue fundada por San Othmar, quien fundó la Abadía de San Gall en el año 719. Esta es una de las bibliotecas-monasterio más antiguo en el mundo, y cuenta con manuscritos que se remontan al siglo octavo.
   
Biblioteca Vaticana. Su verdadero nombre es Biblioteca Apostólica Vaticana. El apostólica se debe a que desde su fundación, en 1448 –antes estuvo repartida entre el Palacio de Letrán y Aviñón-, se considera la Biblioteca del papa. Pertenece a él directamente. Custodia más de 1.600.000 libros antiguos y modernos ( 8.300 son incunables), más de 150.000 manuscritos y documentos de archivos sin contar 100.000 documentos impresos y fragmentos, 300.000 monedas y medallas y 20.000 objetos de arte. El archivo secreto vaticano le perteneció hasta el siglo XVII.
   
Biblioteca Británica. Fue creada en 1753. Tiene entre sus fondos un cuaderno de notas de Leonardo da Vinci, cerca de 50 millones de patentes, 310 mil volúmenes de manuscritos, de Jane Austen a James Joyce, más de 260.000 títulos de periódicos y más de cuatro millones de mapas.
   
Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. De todas, es  la biblioteca más grande del mundo. Situada en Washington DC y fundada en 1800, cuenta con más de 126 millones de volúmenes en más de 460 lenguas entre los que destaca una tableta de piedra del año 2040 adC.
   
Biblioteca Nacional de Francia. Es conocida también como Biblioteca Nacional de París. Su sede principal –tiene varias-  está situada en el barrio de Tolbiac, en el XIII distrito, en la orilla sur de París. Tiene más de treinta millones de volúmenes pero mayor todavía es Gallica, su biblioteca digital. Sus edificios más antiguos, entre ellos el Richelieu, datan de 1868.
   
La Real Biblioteca de El Escorial. Se le conoce como la Escurialense o la Laurentina. Se trata de  una gran Biblioteca renacentista. Fue fundada por  Felipe II alrededor de 1565, en el Monasterio de El Escorial. Sobrevivió a un incendio que destruyó cerca de 400 volúmenes en 1671, también a las invasiones francesas y a los jerónimos, los administradores más nefastos de la biblioteca (vendieron un manuscrito de Juan de Herrera).
   
Handelingenkamer . Conocida como la “vieja biblioteca”,  dependió primero del parlamento  Holandés, luego del Ministerio de Justicia. Su denominación completa sería Handelingenkamer Tweede Kamer Der Staten - Generaal Den Haag. Está considerada como una de las más hermosas del mundo.
   
Real Gabinete Português de Leitura. Está entre las más hermosas del mundo. Fue fundada en 1837, por un grupo de inmigrantes portugueses en Río de JaneiroFue construida entre 1880 y 1887, con piedra traída ya trabajada de Portugal.
   
Biblioteca Pública de Vancouver. Inspirada en el coliseo romano, parece más una ciudadela que una biblioteca. Fue abierta al público en 1995. Posee siete plantas, una azotea vegetal  a modo de jardín colgante, dos grandes atrios,  uno de ellos exterior (desde cuyas gradas se puede asistir como público de representaciones de teatro o actuaciones musicales). En su interior hay oficinas, cafés y restaurantes y, por supuesto, libros. Más de un millón.
   
Biblioteca Vasconcelos . Está dedicada a José Vasconcelos, quien fue presidente de la Biblioteca Nacional de México y promotor activo de la lectura a principios del siglo XX. Creada en 2006, guarda 575.000 libros y tiene capacidad para cinco mil personas. Su hermosa construcción estuvo a cargo de los arquitectos Alberto Kalach y Juan Palomar de la firma TAX Alberto Kalach.
   
Biblioteca de la UNAM. El 5 de abril de 1956, abrió sus puertas. Sus muros de piedra reflejan motivos prehispánicos y son una creación del arquitecto Juan O'Gorman, quien también estuvo a cargo del diseño y construcción del edificio. En 2007 la UNESCO la declaró Patrimonio cultural de la Humanidad, junto con otros edificios de Ciudad Universitaria.
  
Biblioteca pública de Seattle. El edificio actual, de once plantas y 56 metros de altura sobre rasante, fue diseñado en 1999 por el estudio Office for Metropolitan Architecture, liderado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas.El resultado impresiona. Por su bellísima fachada. En la Biblioteca hay un total de 6.233 estanterías que acogen 780.000 libros, pero con la posibilidad de llegar hasta prácticamente el 1,5 millones de volúmenes.
   
Biblioteca Municipal de Sttugart. Es tan sólo una biblioteca municipal. Pero es inmensa y dan ganas de desmayarse de lo hermosa que es. “Stadtbibliothek am Mailänder Platz” es el nombre oficial de este edificio diseñado por el arquitecto coreano Eun Youn Yi. Tiene forma de cubo y se caracteriza por su blanco rotundo.

Fuente : Marabilias
http://tendencias.vozpopuli.com/cultura/1245-quince-bibliotecas-que-le-dan-la-razon-a-borges