lunes, 25 de diciembre de 2017

El Aleph, Borges, Sir Richard Burton y la columna de la Mezquita de Al Amr.

Claves para un misterio. Cuatro referencias tan diferentes quedan unidas inexorablemente en un círculo

                              Mezquita Al Amr. Cairo actual.

Cuatro referencias tan diferentes quedan unidas inexorablemente en un círculo, un pequeño laberinto de esos por los que Borges sentía fascinación y en los que gustaba enfrentar al hombre al caos y a la realización de si mismo.

¿Qué une estas cuatro referencias? Pasemos a describir a los protagonistas:
Comencemos  por  Aleph,  Alef,  Alif:  Esta podría ser la letra con mas linaje, figura en los alfabetos Fenicio, Hebreo, Arameo, Siriaco, Árabe, Griego, Latino y Cirílico; Pero Aleph (en el futuro) no es sólo una letra es algo especialmente venerable desde el inicio de los tiempos. Cada alfabeto contiene sus misterios, sus secretos, su poesía y ¿Por qué no, su leyenda?; cada letra tiene su potencia creadora. Si tuviéramos que elegir algo que para todos tuviera un especial significado común, posiblemente sería esta letra. En el alfabeto hebreo se considera Aleph como símbolo de la unidad, de la individualidad y del poder de Dios, comprende en sí misma la esencia del alfabeto completo, es símbolo del Eterno Infinito o Ein Sof y es (entre otras muchas cosas que no citaré en aras de la brevedad) la primera letra del Decálogo o Diez Mandamientos del Sinaí y por tanto tiene carácter divino.

Pero por Aleph esotéricamente también se conoce un punto que contiene todo el Universo y todas las dimensiones, un punto que contiene todos los lugares del orbe vistos desde todos los ángulos y que Borges en la obra del mismo nombre define mas físicamente como “una pequeña esfera tornasolada de casi intolerable fulgor, como de dos o tres centímetros”.

Sir Richard Francis Burton (1821-1890) personaje multifacético de su época: escritor, explorador, místico, diplomático y aventurero tuvo una vida apasionante. Desde la búsqueda de las fuentes del Nilo hasta convertirse en el primer occidental que disfrazado, peregrinó a la Meca y Medina visitó los Sagrados Lugares musulmanes y murió como auto - declarado sufí. Más popular hoy en día como autor de una misteriosa cita referida a la mezquita de Amr en el relato El Aleph de Borges que, incluso por su búsqueda de las fuentes del Nilo, su traducción de las 1001 noches o por su prolífica carrera.

Una breve referencia a la mezquita del Al Amr:

La primera mezquita llamada de Ibn al As se contruyó en el año 642 como centro de la recién fundada capital de Egipto, Fustat, que hoy ha quedado anexionada a El Cairo formando parte del centro histórico. La mezquita fue construida por y en honor del general Amr bin Al As, conquistador musulmán de Egipto. Según la leyenda, una paloma puso un huevo en la tienda de su campamento. Amr lo interpretó como de buen augurio y declaró sagrado el sitio donde la paloma había depositado el huevo. Cuando volvió victorioso tras conquistar Alejandría, ordenó a sus tropas instalar el campamento alrededor de dicho lugar donde construyo la primera mezquita islámica que posteriormente fue demolida (698)  y reconstruida (711), ampliada en 750 y 791 y adquirió sus proporciones actuales en 827, como curiosidad la última restauración tuvo lugar en 1980 financiada en su totalidad gracias a la generosa aportación de un anónimo y único donante.

La dirección de la Mezquita es en Sidi Hasan Al anwar – barrio de Fustat – El Cairo.  Está abierta en horas fuera de oración y hasta nuestros días es conocida como mezquita de Al Amr.

De la información anterior sobre la Mezquita, la parte que vamos a seleccionar son las columnas; son columnas, procedentes de templos romanos y bizantinos y por tanto reutilizadas y concretamente me referiré a una de las que rodean el patio central, esa columna es el hilo conductor de este artículo y por tanto lo que une todas las partes.
Atribuida a Sir Richard F. Burton pero recogida en el relato citado de Borges “El Aleph” publicado por vez primera en 1949, se encuentra la siguiente manifestación:

. (…) ”Los fieles que concurren a la mezquita de Amr, en El Cairo, saben muy bien que el universo está en el interior de una de sus columnas de piedra que rodean el patio central… Nadie, claro está puede verlo, pero quienes acercan el oído   a la superficie, declaran percibir, al poco tiempo su atareado rumor”.

Evidentemente Borges apoyándose en las experiencias o mejor, conocimientos del Capitán Burton nos señala la existencia de un Aleph situado en una de las columnas de la Mezquita, no dice en cual ni señala ubicación orientativa.  Salvo por estas citas en la documentación consultada sobre la Mezquita nada esotérico ha sido publicado, salvo la mención que nos ocupa, lo que no significa que no exista.

Personalmente no descartaría una manifestación de aceptación divina de la obra humana, digamos en este caso la construcción de la Mezquita,  materializada en algún fenómeno misterioso, aparentemente incomprensible. La aparición de un Aleph en un sótano de la Calle Garay de Buenos Aires, donde lo sitúa Borges en principio no parece tener más sentido que el novelesco, pero la manifestación en un templo no debería descartarse.

En otro plano de cosas, pero siempre relacionadas,  la  fascinación obsesiva de Newton por  que las dimensiones del Templo de Jerusalén respondían a un criptograma del Universo y que su solución le acercaría al pensamiento divino o la teoría de que la Biblia constituye un gigantesco crucigrama lleno de claves y predicciones. El film “Pi” de Darren Aronofski que refleja el intento mediante un programa informático de conseguir el Nombre de Dios supuestamente perdido en la destrucción del Segundo Templo. Son clásicos intentos, especulaciones que de alguna manera podrían tener sentido, el tema de la conexión entre lo divino y lo humano está presente discreta pero continuamente entre nosotros. quizás…¿parcialmente velada?.

Finaliza el relato de Borges y este articulo con una nueva reflexión: Dice Borges “¿Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? – Yo diría que sí, pero, quizás, no con la descripción que posiblemente él aporta-  ¿Sería observable el fenómeno por todo el mundo? – Posiblemente No. La piedra puede tener la clave y ser vehículo y sentido de muchos misterios. Los Mandamientos se realizaron en piedra, menciones a la piedra angular, la piedra de mi Iglesia, la piedra bruta,… son frecuentes en Escrituras y creencias. ¿Pretende Borges mediante alegoría comunicar que el hombre es la columna del Templo que comunica el Cielo y la Tierra?

La frase de André Bretón fundador del surrealismo: «Todo induce a creer...» data de 1930. Alcanzó un éxito extraordinario. Todavía hoy se la cita y comenta sin cesar. Y es que, en efecto, uno de los rasgos de la actividad del espíritu contemporáneo es el interés creciente por lo que se podría llamar: el punto de vista más allá del infinito.

En primera instancia, Vayamos a Egipto a la mezquita de Amr  a  buscar y con suerte escuchar la columna y comprobémoslo.

Fuente :  Web Islam


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