lunes, 19 de noviembre de 2018

Análisis intertextual del cuento “Las Ruinas Circulares”, de Jorge Luis Borges





 Luisa de la Rosa

Resumen

La trama del cuento se desenvuelve sobre un hombre que desea volverse en creador de otro ser hecho a su misma imagen, tal como se si se tratase del personaje principal como escritor, puesto que los autores crean personajes. El personaje principal, al soñar, va formando poco a poco a un ser que posteriormente cumple con las necesidades para volverse autónomo. Dicho individuo es elegido entre un grupo de alumnos del personaje principal, así que va instruyendo al elegido hasta considerar que se encuentra preparado para su independencia. Al liberarlo, lo envía a un lugar alejado de las ruinas donde se encontraban, no sin antes borrar su memoria para que no pueda recordar jamás que es una mímesis de sus sueños; “[…] Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje”. Sin embargo al final del cuento, el soñador toma conciencia de que él mismo es también una creación del sueño de otro.

Título

Es gracias al título, lo que nos permite tener un acercamiento sobre la historia que escribe Borges. “Las ruinas circulares” nos remite al misticismo en el que se desarrolla, así como a la narrativa circular y no lineal que caracteriza al cuento y deja de lado la rigidez de un cuento lineal. De acuerdo a la catedrática de la Universidad de California, Marta Gallo, en su texto “El Tiempo en Las Ruinas Circulares de Jorge Luis Borges”, publicado en 1970; “El círculo es una de las figuras más usadas por poetas y filósofos para definir la eternidad, y a Dios; solo que esta forma toma diferentes sentidos según la concepción de diferentes épocas y autores”, por lo tanto desde el título mismo, se marcan constantes referencias a lo cíclico, lo circular y cómo es que todo siempre se encuentra en constante movimiento. Bajo ese sentido, Borges nos da pautas sobre un eterno retorno y eterno comienzo, donde las cosas dentro de la narrativa no tienen un fin.

Trama

La narración es realizada por una voz heterodiegética, es decir, que el narrador no forma parte de la historia. De acuerdo al texto Un análisis de “Las Ruinas circulares del Jorge Luis Borges con foco en la función del sueño” con autoría del investigador Tobias Rohmann publicado en el 2007 en la Universidad de Heidelberg. Escribe que se puede entender al narrador en tres distintas perspectivas: “Por un lado el narrador como testigo o protagonista y por otro, como el predominante en “Las Ruinas circulares”, como omnisciente. Este narrador omnisciente sabe lo que hacen, sienten y piensan los personajes”. A pesar de que la voz que nos va relatando la historia no forma parte del mundo físico de ella, se encuentra presente como si se tratase de algún tipo de Dios que todo lo puede ver. De acuerdo a Laura Oteros Rodríguez, autora en la Revista de literatura en línea Pliego suelto, “Sobre lo fantástico en Borges a través de Las Ruinas Circulares” publicado en el año 2012: “el cuento no deja de señalar una idea clave para esta interpretación: la del Dios creador, idea que se relaciona fácilmente con la función del escritor con respecto de sus personajes, pues actúa sobre ellos como si fuera un Dios que les insufla vida”, por lo que escritor y narrador se manifiestan con el mismo don de creación.

El tema central del cuento es el de – los sueños y se tiene un personaje central con un propósito sobrenatural: “[…] quería soñar a un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad […] ”. A partir de una acción principal que es la de soñar, se dan las características del protagonista como un ser mágico, éste llega a las ruinas abandonadas del templo circular donde descubre su misión, crear a un individuo mediante sus sueños. En un inicio el soñador, que es el personaje principal, se sueña en el centro del anfiteatro rodeado de estudiantes a los que les enseña anatomía, cosmografía y magia: “[…] los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real”. Posteriormente el soñador elige un alumno para otorgarle todos sus conocimientos pero éste despierta sin poder conciliar el sueño noches después. El resto de los alumnos pueden considerarse como personajes terciarios.

Reconoce su fracaso y decide buscar otros métodos. Descansa, se purifica y adora a los dioses. Es así como puede volver a dormir y soñar. Dicho procedimiento hace que el misticismo que caracteriza a la historia cobre más fuerza puesto que se trata de cuestiones metafísicas. Bajo el mismo texto de la autora mencionada en la cita anterior: “Que el cuento suceda en un espacio vinculado a la magia y, además, en un templo en ruinas da al relato cierto aire mítico, incluso fundacional. De hecho, el texto podría leerse como un discurso cosmogónico que explicase el origen de la civilización”. Entonces tenemos todo un ambiente mágico, desde el título de la obra que nos da la pauta a seguir, hasta el sitio en el que se desarrolla y los personajes que lo conforman van en conjunto reafirmando la naturaleza de la literatura fantástica que caracteriza al cuento.

El hombre al poder volver a soñar, primero idealiza un corazón y conforme van pasando las noches, va formando a su “hijo” prestando atención a cada detalle. El ser creado es un nuevo personaje en el cuento, que a pesar de no ser el protagonista, como su creador, es una pieza clave para toda la obra, pues se desarrolla en su entorno. Al estar completo el individuo que crea, no habla ni se incorpora a la realidad, solo sueña. El soñador le pide al Dios del Fuego, nuevo personaje secundario, que su “hijo” pueda cobrar vida; el joven despierta conformado de carne y hueso. El acto anterior entonces, sólo lo sabe el Dios del Fuego y el soñador (el hombre). Tiempo después se comienza a hablar de un individuo, el cual puede caminar por el fuego, el soñador reconoce a su creación y teme por el descubrimiento de no ser un hombre real, si no una mera proyección. Finalmente el soñador acepta su momento de morir y se acerca al fuego; pasa por las llamas sin que le suceda absolutamente nada, en ese momento comprende que él también es una proyección, también es un sueño de otro hombre. El personaje principal entonces, comienza la historia con un estado psicológico diferente al que la concluye puesto que tiene una fuerte revelación donde se da cuenta que no es el único que puede crear, sino que el a su vez, también fue creado por alguien más.

Oxymoron

Podemos interpretar desde el inicio el uso de dicha figura retórica: “Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur”. Encontrando a “unánime noche” y “fango sagrado” como ejemplos. Dentro el mismo texto en la Revista Literaria digital Pliego Suelto, la autora escribe sobre la figura unánime-noche:

“¿Cómo va a ser la noche unánime, en el sentido de la totalidad? ¿Cómo va a ser la noche algo de común acuerdo? Aunque el mismo significante podría aludir también a “un-ánime”, la noche de un alma. Borges insiste, en su conversación con Carlos Cañeque, en que ambos sentidos no son excluyentes. Y precisamente aquí está la magia fantástica, en el poder de sugestión que tienen las palabras sobre la imaginación del lector”

Es así como se deduce la capacidad del autor en el cuento para dejar abiertas múltiples posibilidades de lectura e interpretación a sus textos frente a sus múltiples lectores, lo que enriquece la lectura e involucra totalmente al receptor.

Otro ejemplo se da más adelante, el autor muestra oraciones que también dan indicios de una lectura fantástica: “Mucho más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara”. En el texto de Tobias Rohmann citado con anterioridad, retoma dichos elementos que conducen a la fantasía literaria: “El cuento fantástico está marcado por un mundo cotidiano y verosímil, en que acaecen acontecimientos insólitos. Estos se pueden explicar, o bien como una alucinación de los personajes, o bien, como una alteración de las circunstancias habituales por un presunto invento o simplemente la aparición de lo sobrenatural”. Es evidente el uso del recurso puesto que resultaría absolutamente imposible en nuestro mundo terrenal, por ejemplo: “poder tejer una cuerda de arena”. La narración involucra elementos de naturaleza real y ficticia es por ello que se mueve dentro de los planos de la literatura fantástica.

Intertextualidad

Ubicación. El cuento se ubica en Asia, puntualmente en Persia (hoy Irán), ya que se menciona que en las aldeas se habla el idioma zend, éste no existió realmente, era el nombre que se utilizaba para comentarios de textos sagrados de Persia. En el texto de la autora Laura Oteros en Pliego Suelto, se toma la ubicación como elemento que causa en el lector ciertos efectos: “También la alusión al idioma zend, aunque sea un elemento real procedente de un campo de referencia externo reconocible, produce en el lector el efecto de exotismo y distancia”. Así mismo se menciona en el cuento: “donde es infrecuente la lepra”, pues la lepra fue una enfermedad de la cultura Occidental.

El regreso del infinito. Eterno retorno, se encuentra la existencia de un ciclo vital interminable. En el blog digital de literatura Letras Vitales, la autora María Rebeca Muralles, publicó en el 2006 su texto “Eterno retorno, eterna creación: Un análisis de Las Ruinas Circulares de Jorge Luis Borges”, escribe: “Para el Homo Deus, el eterno retorno es una incesante posibilidad de crear”. En la narración, Borges plantea el eterno retorno como un eterno renacer. Un ciclo interminable de creación.

Existencialismo. El hombre soñador crea un joven para después darse cuenta que él mismo es también la proyección de otro hombre. En la Revista de Filosofía, Vol. 8, Samuel Manuel Cabanchik, profesor de la Universidad de Buenos Aires, publicó “Sueño y existencia: el cogito cartesiano en Las Ruinas Circulares de J.L Borges” donde se aborda el cuento desde una perspectiva filosófica y escribe al respecto:

“Lo que el cuento de Borges parece mostrarnos es que la existencia no es algo acerca de lo cual podamos tener certeza, la existencia del cuerpo. Desde el punto de vista de su representación, permanece entonces en la incertidumbre, más allá de la evidencia de la existencia de lo mental o del pensamiento. En Borges, pareciera entonces que no hay manera de saber si existimos realmente o existimos en verdad como sueño de otro y convierte a la incertidumbre en un círculo vicioso del cual difícilmente uno pueda escaparse con el mero pensar”.

Es decir, en la narración, el destino del soñador, de igual manera, se encuentra al margen del sueño de otro y de que éste otro despierte. Lo que nuevamente nos habla de los ciclos que no tienen fin.

Golem. El soñador crea un joven en sus sueños, la leyenda del golem nace de la mitología judía:

un ser animado que es fabricado a partir de materia inanimada (en el cuento, materia onírica). En el texto del autor Oscar Hahn publicado en el año 2016, “El motivo del golem en Las Ruinas Circulares de J.L. Borges”, escribe sobre una interesante intertextualidad que se da entre dos textos de Borges, el presente cuento y un poema titulado precisamente “El golem”, donde señala las semejanzas entre ambas obras:

“Veamos ahora algunos puntos de contacto entre el cuento “Las Ruinas Circulares” (1941) y el poema “El golem” (1958): La creación de un ser artificial, por un hombre dotado de ciertos poderes. El carácter irreal de la criatura. La invocación divina para animarla. La certeza de haber creado un ser inferior”. (247) Entonces, si el soñador se encuentra en el mismo punto que su “hijo” como se menciona en el punto anterior, se puede decir que éste es también el golem de otra persona.

Narración heterodiegética. Tal como se menciona al inicio del presente análisis, la característica de éste tipo de narración es que la instancia que narra no pertenece al mundo expuesto.

Alicia a través del espejo. En el cuento se cita: “y el está solando contigo…”, lo anterior remite a una parte de la historia de Alicia, donde unos personajes le dicen que el rey sueña con ella y si despierta, ella desaparece. De acuerdo con el autor Antonio Risco en su texto “Lo fantástico en Las Ruinas Circulares”, se hace referencia a dicha relación: “el mismo espejo que ha atravesado Alicia y que también nosotros debemos atravesar para entrar en el mundo maravilloso del arte. No olvidemos que el cuento se instaura justamente en el pasaje de Alicia a través del espejo, citado en el comienzo” (176). Lo anterior se convierte en otra forma de interpretar el paso del espejo, en relación al autor, como su invitación al universo de las letras y las artes.

La realidad como una ilusión: El cuento ha servido como inspiración a muchos directores de cine, una película es Matrix pues de igual manera relaciona elementos de la realidad con la ficción. Otra película es la de Inception y el escritor David Santiago en el blog virtual de literatura, filosofía y cine “De todo lo que no se puede hablar”, en su artículo “Origen (Inception) o la película de Borges” expresa la clara influencia del mundo literario de Borges en el cine: “El escritor argentino estaría contento si viera esta película, donde un grupo de hombres penetran en los sueños de los hombres para rehacer la realidad, mezclándose lo que es realidad con lo que es sueño sin poder delimitar con precisión los territorios”. El cuento del autor del presente análisis, se mueve entre una constante que va de la realidad y sueños lúcidos.

Bibliografía

Otros Elementos intertextuales

– Ruinas circulares: ciclos del hombre.

– Fuego: sabiduría / poder.

– Luna llena: el lado místico de la luna y sus poderes metafísicos, dentro del cuento el soñador aguarda por el momento perfecto para comenzar su proceso de purificación y adoración a los dioses: “esperó que el disco de la luna fuera perfecto”, para poder volver a soñar.

Cabanchik, Samuel Manuel. Revista de Filosofía Vol. 8. “Sueño y existencia: el cogito cartesiano en Las Ruinas Circulares de J. L. Borges”. 2017. Web. 15 octubre 2017. Texto completo.

Hahn, Oscar. “El motivo del Gólem en Las Ruinas Circulares de J. L. Borges”. 2016. Impreso.

Gallo, Marta. “El tiempo en Las Ruinas Circulares”: Universidad de California, 1970. Impreso.

Muralles, María Rebeca. Letras vitales. “Eterno retorno, eterna creación: Un análisis de “Las ruinas circulares” de Jorge Luis Borges”. Web. 13 octubre 2017.

Oteros, Rodríguez Laura. Pliego Suelto. “Sobre lo fantástico en Borges a través de Las Ruinas Circulares”. 2012. Web. 13 octubre 2017.

Rohmann, Tobias. “Un análisis de Las Ruinas Circulares del Jorge Luis Borges como foco en la función del sueño”. Universidad de Heidelberg. Múnich: 2007. Impreso.

Risco, Antonio. “Lo fantástico en Las Ruinas Circulares”. 2000. Impreso.

Santiago, David. De todo lo que no se puede hablar. “Origen (Inception) o la película de Borges”. 2010. Web. 15 octubre 2017.

Fuente: Unarte - México

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