domingo, 25 de julio de 2010
Borges en el Florida Garden
Nació a mediados de los 60 y con cincuenta años en la misma esquina es el lugar preferido para el cafecito de parado.
De Borges a Maradona pasaron todos los personajes de la ciudad porteña y muchos extranjeros no se pierden la foto. Un lugar tradicional de la calle Florida, que forma parte del circuito de “Bares Notables” de la ciudad por su historia y trayectoria. Como dice su lema: “La identidad de una esquina”. En su interior posee seis columnas envueltas en cobre, que provocan un juego visual con el muro revestido de mármol travertino con ornamentaciones de cobre, dando un marco imponente a la gran escalera ubicada en el centro del local, cuyos escalones están cubiertos por láminas de cobre. Los espacios en las barras son muy demandados, ya sea la tradicional de vidrio de la cafetería, como así la de madera y mármol.
Pero el clásico sigue siendo el café, que lo sirven en la barra con un cuadradito, bastante grande, de torta del día. Todo esto está enmarcado con el divertido sonido de las mas de 1500 cucharitas diarias hacen brillar el lugar.
Borges comienza a hacer sus reuniones con periodistas y traductores o gente que desea pedirle algún tipo de colaboración, cada vez más en ámbitos como el Florida Garden, de Paraguay y Florida, por donde pasaron Beatriz Guido, su esposo el director de cine, Bapsy Torre Nilsson, quien en 1953, filmó Días de Odio, basándose en el cuento Emma Zunz. También concurría con asiduidad la escritora Marta Lynch, el director de cine Luis Puenzo (Oscar por su film La historia oficial), o actores y directores consagrados, entre ellos, Norma Aleandro, Sergio Renán, Federico Luppi, Héctor Alterio y Alfredo Alcón.
Encuentro de Roberto Jones y Borges en el Florida Garden
Castillo: Bienvenidos amigos a Utopía en este lunes 13 de abril del año 2009.
Estamos recibiendo con mucho gusto a Roberto Jones, actor uruguayo que ustedes ya conocen y que recibió por parte de la Asociación de críticos teatrales del Uruguay, por unanimidad, el premio Florencio a la mejor interpretación el año 2008 por su obra La memoria de Borges así que gracias por estar aquí Roberto.
Jones: No, gracias a ti Hugo, encantado de estar contigo.
Castillo : ¿Cómo surgió Roberto esa relación que tuviste tú allá por los 80 con Borges?
Jones: No, en el 73. Cuando me tengo que ir de acá por razones políticas, voy a Buenos Aires y una de mis mejores amigas era la actriz Zulema Katz, que era judía, y digo que era porque lamentablemente murió en España, en el exilio. Y me dice Roberto mirá, hay una conferencia que va a dar Borges sobre la cábala hebrea en una sinagoga y yo digo, a Borges lo he leído como he leído a Cortázar o a Sábato, pero yo con Borges no tengo nada que ver. Estábamos en plena efervescencia revolucionaria en el 73, imagináte. Para mí Borges era un excelente escritor pero de ahí a ir a sentarme en una sinagoga a escuchar una charla sobre la cábala, que no tenía la menor idea de lo que era. Bueno, pero me dice no, pero no seas esquemático, vas a ver a un intelectual hablando sobre un tema que vas a aprender.
Y yo puedo decir que desde ese momento me cambió la vida porque me encontré con un libre pensador hablando sobre un tema muy difícil en ese momento pero que a mí me atrapó desde ese instante para siempre. Soy estudiante de Cábala desde el año 73 hasta ahora que sigo estudiando. Somos estudiantes porque la cábala nunca se termina de estudiar.
Entonces sucedió que después que escuché aquella magnífica conferencia y que agradecí a Zulema haberme dado esa oportunidad, a los pocos días, no sé si una semana, voy por la calle Florida bajando y en el Florida Garden, que está más o menos a una cuadra de la Plaza San Martín, me encuentro a Borges tomando un café, solo. Y dije yo entro, ¿qué me puede pasar? Entré y le digo a los mozos ¿puedo hablarle? Sí, cómo no. Entonces fui y lo abordé
Castillo: Lo abordaste directamente
Jones: Así directo. Le dije perdóneme, le quiero decir que lo escuché en la conferencia que dio hace unos días sobre la cábala. Ah sí, qué interesante. Tome asiento, ¿qué quiere, un café? Y ahí empezamos una charla muy larga que tuvimos que fue como de 2 horas o más. Y no venía nadie además a la mesa. Yo pensé que estaba esperando a alguien pero me dijo que no.
Castillo: ¿Él tomaba un café?
Jones: Café tomaba. Y yo pedí café. El café no me gusta pero habré tomado como 5. Y ahí me empezó a explicar qué era la cábala, me preguntó quien era yo, por supuesto le dije que era un actor uruguayo pero después me dio el teléfono de la casa de él. Y yo lo llamé varias veces sobre el tema porque empecé a comprar libros, incluso tuve una charla con unos rabinos de unas sinagogas.
Fuente : Fragmento de reportaje a Roberto Jones en Radio Centenario
Montevideo Uruguay
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