El celebrado productor Nigel Godrich se devuelve en el
tiempo y se inspira -por lo menos en nombre- en la poesía antimodernista de
principios del siglo XX, proponiendo sus propios sonidos electrónicos.
Patente del sonido de Radiohead desde mitad de los años 90,
a Godrich se le conoce de cariño como "el sexto" miembro de la banda
inglesa, con quienes ha trabajado en cada uno de sus discos desde esa época,
como 'Ok Computer', 'Kid A' y 'The King Of Limbs', por solo destacar algunos.
Tanto músico como productor, Godrich también ha podido medir
su talento con grandes como Paul McCartney, Beck, U2 y Air, poniendo su firma
en todas las fases de puesta a punto de álbumes como 'Chaos and Creation in the
Backyard' (McCartney), 'Güero' (Beck) y 'Talkie Walkie' (Air).
Ultraísta es el nombre que ahora define su nueva apuesta
personal. El nombre proviene del Ultraísmo, un movimiento poético y literario
antimodernista de origen español y argentino que abogaba en su momento por una
ruptura con el pasado romántico, por una simplicidad en la poesía, oponiéndose
directamente a la corriente de la Generación del 98 en España.
Godrich, ganador del Grammy en el año 2000, dijo a la BBC
que su contacto con este puñado de "futuristas" se dio de la mano de
un libro de Jorge Luis Borges que le regaló su mamá, el famoso escritor
argentino que llevó las riendas del movimiento desde 1918, acompañado del
chileno Vicente Huidobro y el español Rafael Cansinos-Asséns.
Pero escuchando el trabajo de Godrich en Ultraísta, junto a
Joey Waronker (Atoms for Peace) y la cantante de 24 años, Laura Bettinson, la
relación de su música con el movimiento parece solamente un tributo de nombre
al genio de Borges y Cia; ultramoderno o vanguardista no quiere serlo.
El resultado final termina siendo más bien noventero y
romántico, paradójicamente, recordando en ocaciones el sonido más ambiental de
Faithless, Everything But The Girl y Stereolab, con un aire abstracto de deep,
acid house y synth pop accesible y relajado.
No se trata de algo novedoso y paradigmático, pero Godrich,
junto a Waronker, producen en este experimento música electrónica cargada de
percusión y a la vez simple -como hubiera querido Borges-, contrastado con la
bella voz de Bettinson, quien hace de pegante de todo lo demás.
Fuente : Radionica FM WEB
http://www.radionica.gov.co/home/articulos/item/1969-de-radiohead-al-ultra%C3%ADsmo
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