Reportaje a Enrique Bugatti
¿Cuál fue el motivo de este trabajo?
Bueno, en principio rendirle un homenaje a aquellos hijos de inmigrantes que nos trajo el clima que devino en que, en nuestro país tuviera a nivel mundial una música que lo representara, el tango. Cadícamo, Fangio, Favaloro, Borges, Rivero, Piazzolla, Maradona...
Yo aclaro que en esta presentación no están todos, pero de los que menciono no sobra ninguno.
Este grupo de grandes personajes, nos muestran al mundo tal cual como somos, en cualquier lugar donde vayas vas a poder mencionar a ellos y te van a identificar como argentino.
Esta mixtura de razas, a partir de la convocatoria inmigratoria, trajo nostalgias que generaron el clima para el tango, y estos que nos dan lustre en el mundo son los hijos de aquellos sufridos trabajadores que construyeron el país.
Eso es lo que pretendí al hacerle un tango a cada uno, para mostrar lo que es Buenos Aires, y cerrando el CD recordar uno de los primeros tangos que dieron la vuelta al mundo, cuyo honor le cupo a la querida Fragata Sarmiento que, en l906, Enrique Saborido les llevó, las notas de su tango, La Morocha, para que en su recorrido mundial dejara en cada puerto las partituras de este tango.
En esa oportunidad comenzó su periplo por el Pacifico, tocando puertos como el Japón, siendo este el antecedente de que el tango ya para ese entonces dio la vuelta al mundo.
¿Cómo se le ocurrió hacer una amalgama entre tango y deporte?
Simplemente porque son argentinos como el tango, estos personajes son los grandes embajadores culturales, cuando salimos del país nos preguntan por el tango, por Maradona, por Fangio, por Piazzolla, por Borges, el tango y estos personajes están unidos con carácter de grandes embajadores de la Argentina.
¿Maestro, a Borges le gustaba el tango?
No, no le gustaba, lo que pasa que en su dimensión literaria daba distintas interpretaciones, sin embargo Borges tiene el privilegio de crearle un mito al tango, Borges genera el mito de los cuchilleros, de la valentía personal, el coraje y el cuchillo, por eso yo he intentado contestarle a Borges, un poco lo que el hizo con el tango, "soy el que viste bailar en un piso de ladrillo, en los pies de algún compadre, muy listo para el cuchillo, el de tu barrio Palermo, el arroyo agazapado, cuando ardía la ginebra en cada almacén rosado..." , fíjese usted que toda esa pintura que el tango le reconoce a Borges en este trabajo mío, fue lo que generó el gran mito tanguero, y hoy también gracias a Borges, y a la caracterización que hace del tango lo saludan y lo veneran al tango en función de su antecedente .
Hay un cuento de Borges llamado El Aleph que se refiere a un punto que vos miras en un sótano y con la mirada fija en ese sótano, el personaje del cuento ve todos los puntos, por ejemplo ve el ayer, ve el mañana, a sus antecesores, ve el presente, sus evocaciones, en un punto, todos los puntos, en un punto el compact y allí también esta el tango... por eso yo le digo a Borges, soy en tu Aleph en el infinito, un guapo en el universo, el tango tanto misterio...
Bugatti, su amistad con Cadicamo en su vida, al que usted le dedicó un tango.
Justamente, mi amistad entrañable, que me enseño, no solo a quererlo al tango, fue una etapa realmente que valoro y que extraño.
Cadicamo fué mi gran hermano mayor, una calidez, un don personal, una gran persona, y además un monumento al tango. El nace con el tango en el 1900 y se fue un año antes.
Los cien años del tango que tuvo la Argentina, lo tuvieron a Cadicamo como su testigo... y mucho como protagonista, para mí ha escrito como todos los grandes compositores, pero ninguno escribió como él, cuando usted escucha una letra, dice "este es un tango de Cadicamo". Por ejemplo , le pregunto, ¿Garúa no podía haber sido un tango de Manzi? pero un tango de Cadicamo nunca hubiera sido un tango de Manzi...
¿Recuerda usted un pasaje de la letra del tango a Cadicamo?
Cómo no, "...asomas por la calle Talcahuano, la pinta cajetilla y el mechón, aun llevando tus versos de la mano con la lira bien templada y la ilusión... bardo fiel, pertinaz y amanecido, redentor de papusas como Ivonne.
De Carlitos ganándole al avión.
Fue el gran pintor de Paris, fue el que frecuento en Paris a Carlitos, y yo le digo en tango, sos testigo cuando Carlitos le gana al avión, porque Gardel hace febrilmente todo lo que tiene que hacer, y para siempre para inmortalizarse, antes del episodio del avión.
En esa carrera con el avión, por matarlo el le gana porque hace todo lo que tiene que hacer... por eso le digo "...testigo del influjo parisino de Carlitos ganándole al avión".
Usted fue muy amigo también de Edmundo Rivero, ¿que recuerdos tiene de él?
Grandes recuerdos de la bohemia porteña...
Cuando el tango sale de los cabarés, en la década del 60, se refugia en las tanguerías... y Rivero crea esa Catedral, la del tango, que fue "El Viejo Almacén", dándole trabajo a todos los músicos. Y si usted recuerda, pasaron por su estrado todos los interpretes del tango, sin olvidarme de Ciriaco Ortiz, de Troilo, de Alfredo De Angelis, hablo de la década del 70, cuando ya estaba muy reducido el trabajo para el tango.
Rivero fue un profesional al estilo Gardel, usted subía las escalinatas que lo llevaban al reducto donde Rivero ensayaba y él se preparaba para la función, vocalizando generalmente el tango Sur, a pesar que hacia más de 10 años que lo cantaba, y él lo hacia porque quería saber como estaba su garganta.
Recuerdo que él grababa a las 2 o 3 de la mañana, después de su actuación se iba a la grabadora porque decía que a esa hora era el clima ideal de maduración de la voz.
¿Usted fue amigo de Troilo?
No tuve el honor de ser su amigo, pero lo frecuenté periódicamente, y tengo el privilegio de que en una oportunidad que cenamos juntos, recitó para mi esa pequeña obrita tanguera que él creo que decía "...alguien dijo que yo me fui de mi barrio... pero ¿cuando, cuando...?"
Era un personaje entrañable, bueno, muy creíble, y sabio en el tango, dúctil en el tango, un personaje de Buenos Aires, irremplazable.
Maestro, cabe la pregunta, y le pregunto, a su juicio hoy ¿quién a su gusto es el gran difusor radial de la mejor música del mundo - nuestro tango?
Bueno no quisiera cometer el pecado de ser arbitrario, pero hay un gran representante de esa maestría tradicional, que hace docencia en tango que es Anselmo Marini, es un estudioso y esto lo hace ameno e interesante escucharlo, maneja un tiempo coloquial que jerarquiza su labor como el gran difusor que es para mi.
A su juicio, ¿quien es la persona que más sabe de tango, y le agrada a usted?
Sin lugar a dudas, José Gobello, Presidente de la Academia Porteña del Lunfardo.
Borges comentaba que el lunfardo es el gran invento de Gobello, tiene libros escritos, biografías, que son imperdibles, estudioso del tango, un gran maestro.
Su juicio sobre Astor Piazzolla.
Reinventó la manera de tocar el bandoneón, y llevó el bandoneón a las orquestas de cámara, sigue siendo el gran embajador en el mundo, donde tiene en todos los países alumnos de ese estilo de tango que asombra al mundo. El tango es lo que es, fue lo que fue, si hoy le toca ser lo que Piazzolla dice que es, él lo quiere y lo interpreta así.
Yo sigo escuchando con gran cariño a los clásicos, pero también a Piazzolla, si así no fuera seria renegar de la realidad creativa, de todos modos el tango es lo que mejor nos representa en el mundo.
Leopoldo Lugones decía a propósito de lo evolutivo, que a los 20 se rompen vidrios, a los 30 se colocan, y a los 40 se fabrican...
Hay una anécdota de Macedonio Fernández, que allá por 1920 le preguntaron que era el tango. A lo que el contestó: "Es lo que hacemos sin pedirle permiso a los ingleses".
Por ultimo, ¿que espera del lanzamiento de su obra?
Que le agrade a la gente, porque esto esta dedicado a esos grandes embajadores que nos representaron como el tango, en el mundo.
Enrique Bugatti nació en Haedo en 1931, fue galardonado en 1980 con el premio Konex, de profesión periodista político y parlamentario, trabajó 40 años en el Diario Clarín y Primera Plana.
Hombre de tango, cultivó la amistad de toda la gente de tango, especialmente de Cadícamo, Rivero, y Dante.
Oscar Mármol - Historiador
Fuente : Tango y Cultura Popular 109
9 de noviembre 2009
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