domingo, 5 de diciembre de 2021

118 conversaciones con Jorge Luis Borges: publican en Japón un libro con las últimas entrevistas antes de morir


 Portada. La edición japonesa de los diálogos entre Borges y Osvaldo Ferrari, suma 700 páginas. / Foto: Gentileza del autor

 

Verónica Abdala

 

Son diálogos con el periodista Osvaldo Ferrari entre 1984 y 1986. Es un volumen de lujo de 700 páginas.

 

Jorge Luis Borges impuso una condición indeclinable para dialogar con el periodista Osvaldo Ferrari -a quien conoció a través de su amiga común, Silvina Ocampo. en el marco de un ciclo en Radio Municipal, a mediados de los años 80: que los temas no fueran acordados previamente.

 

Borges estaba seguro de que, si se planteaban al aire, la charla fluiría de manera espontánea y la dinámica resultaría más interesantes para los oyentes. Pero, sobre todo, le divertía el juego, que terminaría derivando en un corpus que sintetiza el pensamiento final del autor de El Aleph, considerando que las entrevistas -118 intercambios- datan del año y medio previo a su muerte, ocurrida en junio de 1986. 

 

Ni el periodista ni el escritor pudieron haber imaginado entonces que esas entrevistas radiales -también publicadas en el diario Tiempo Argentino, y que posteriormente se compilaron en tres volúmenes, Borges en diálogo, Libro de diálogos y Diálogos últimos,- cuarenta años más tarde seguirían provocando interés.

 

Y que lo seguirían provocando y en escenarios tan remotos como Japón, donde ahora se publican en una edición de lujo, después de haber sido traducidas a varios idiomas, en el marco de un fenómeno global que redescubre al gran autor argentino y convoca a las nuevas generaciones de lectores.

 

"Borges goza hoy de un​ reconocimiento inédito, está siendo descubierto en lugares remotos y entonces estas conversaciones son buscadas casi como un tesoro de la historia", comenta Ferrari en diálogo con Clarín.

 

El periodista ya vio sus libros traducidos al portugués y al chino y ahora se entusiasma con la nueva edición japonesa, que suma 700 páginas y seguramente pondrá a Borges en el centro de la escena también en ese país, que visitó dos veces y por el que expresaba una fascinación singular.

 

En su momento, Borges resumió así el placer que le proveían aquellas conversaciones en las que Ferrari y él fueron descubriendo una afinidad insospechada: "Ferrari y yo procuramos que nuestras palabras fluyeran a través de nosotros, o quizás, a pesar de nosotros -escribió Borges en el prólogo de uno de esos libros-. No conversamos nunca hacia un fin. Quienes han recorrido estos manuscritos nos aseguran que esa experiencia es grata. Ojalá nuestros lectores no desaprueben ese generoso dictamen."

 

El periodista, profesor universitario y autor de poesías y ensayos, a quien el escritor le llevaba 50 años -tenía 35 cuando Borges sumaba 85- había conocido al escritor en la casa de Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.

 

Escribió, a su tiempo: "Yo tuve la noción, al entrar en contacto con Borges. de participar en una nueva dimensión."

 

Explica, en diálogo con Clarín: "El diálogo con Borges era una incursión en la literatura misma, era tomar contacto con el espíritu de lo literario, que se había consumado en él hasta el punto de constituir el soporte, la clave de su fascinante inteligencia; esa inteligencia literaria del mundo que descubría y describía nuevamente la realidad". 

 

Las entrevistas de Ferrari a Borges se iniciaron en 1984 y se extendieron hasta poco antes de la muerte del escritor, ocurrida en junio de 1986 en Ginebra; la última, data del 21 de octubre de 1985. Es así que ambos discurren sobre literatura, pero también religión, política y cuestiones de actualidad,

 

Cuenta Ferrari: "Por entonces, el periodismo solía abordarlo para preguntarle por temas de política o actualidad, pero yo pensé que tenía que 'entrarle' por el lado de la literatura y de sus autores preferidos, y él empezó a abrirse a todo tipo de temáticas a partir de la admiración que le despertaban las cuestiones asociadas a sus lecturas", explica.

 

La edición japonesa de estos diálogos reúne por primera vez los tres libros originales en un solo volumen de tapa dura, lo que totaliza 118 diálogos entre Borges y Ferrari

 

Los diálogos se ven atravesados por los más diversos tópicos: la identidad de los argentinos, el amor, el I Ching, el humor, la causalidad, la política, el tiempo, Jesucristo, la ciencia ficción, lo convocan con el mismo entusiasmo, así como disquisiciones en torno a Quevedo, Macedonio Fernández, Victoria Ocampo, Melville, Pedro Henríquez Ureña, Edgar Allan Poe, que provocan en Borges "el deseo de expresarse, de hablar de todo, de volver sobre sus propias declaraciones pasadas", define Ferrari.

 

Cuenta: "Yo percibo entonces esa necesidad y se habilitan conversaciones cuyo valor hoy se reconoce incluso más en el exterior que en la Argentina, aunque uno espera la valoración, sobre todo, en su propio país."

 

Aparece, entonces, el "Borges oral", casi un género en sí mismo, dentro de su literatura.

 

Japón, China y Borges, amores recíproco​s

 

Después de haber sido traducidos al inglés, italiano, francés, alemán, portugués, polaco, ruso y chino, y de haber sido publicados en India y China, donde Borges protagoniza un verdadero fenómeno editorial y de ventas, es Japón el país que ahora empieza a profesar fanatismo por el autor argentino.

 

En China, como parte de una tendencia que seguramente le hubiese gustado, Borges es el autor latinoamericano más traducido: con penetración extraordinaria, Borges se revela al tope del ranking, con 62 títulos traducidos y tiradas de entre 10 mil y 27 mil ejemplares. Un fenómeno que alimenta a su vez el interés creciente por los autores made in Argentina.

La edición japonesa estuvo a cargo del sello Kokusho Kankokai: en la tapa de esta singular edición nipona aparece la imagen de un cofre en cuyo centro hay una biblioteca. "Yo creo que se habrán interesado al ver el libro en inglés", deduce Ferrari.

 

Una disputa legal que se extendió por diez años

 

La publicación del volumen japonés se concreta a casi quince años de una disputa legal que en su momento enfrentó a María Kodama, viuda del escritor y "heredera universal" de los derechos de su obra, con Ferrari, por la propiedad de los derechos de autor de los libros: tras diez años de litigio, en 1997, la Corte Suprema le dio finalmente la razón al periodista.

 

Ahora, la edición japonesa -que hubiese sumado 1.400 páginas de no haber sido porque en cada página se reunieron dos- incluye, además, un mapa de la Argentina con sus provincias y hasta una genealogía de la familia de Borges... escrita en japonés.

 

-Estos diálogos sintetizan "el pensamiento final" de Borges. ¿Cree que él intuía la cercanía de la muerte?

 

-Él la menciona. Y el compendio de estos intercambios es, diría yo, casi un testamento intelectual. Al final de su vida, Borges era pura expresión, y me llena de orgullo haber sido el intermediario, el vehículo de su necesidad de volcar lo que pensaba y hacerlo público: como él mismo plantea en el prólogo, pensaba que 'nos orientaba el espíritu'.

 

-Descubren en el camino una afinidad insospechada...

 

-Claro, estos diálogos son producto de una amistad que cultivamos durante varios años y que creció con la densidad y la claridad de nuestras conversaciones, ese placer que descubrimos juntos.

 

-Borges habrá sido para usted una instancia de formación, siendo aún tan joven.

 

-Fueron dos años de charlas permanentes, de encuentros semanales o periódicos: él me llamaba para seguir adelante, por eso digo que necesitaba expresarse. Siento que he sido testigo de la historia, un testigo privilegiado.

 

Y lo paradójico es que el reconocimiento internacional de Borges no deja de crecer, a la inversa que con la mayoría de los autores, por quienes el interés declina con el tiempo. Además, él pensaba que cada uno de nosotros debía pensarse cosmopolita, ciudadano del mundo, y así se sentía en relación a su propia vida y a su obra. Los países hoy parecen disputarse la pertenencia de Borges, a partir de lo que él expresó en relación a cada una de esas culturas.

-¿Le sorprende lo que está pasando en Japón?

 

-En parte sí, nunca antes los tres habían sido reunidos en un solo volumen, los dos primeros de 45 diálogos cada uno, el tercero 28. Ha sido el editor japonés quien ha querido que aparezcan así, los tres juntos.

 

-¿En relación al litigio legal con Kodama, qué conclusión saca, pasados ya catorce años de la sentencia que le otorgó a usted los derechos sobre las entrevistas?

 

​-​Perdimos nada menos que diez años, cinco de los cuales el caso recaló en la Corte Suprema. En 1997, finalmente, salió el fallo a mi favor. Y hoy es un caso de estudio en la facultad de Derecho. Borges, los libros y yo, finalmente, fuimos libres de Kodama, que reclamaba la propiedad, pese a que Borges me había hecho una cesión de derechos que ella cuestionó.

 

La Corte me dio la plena potestad, validando la voluntad de Borges. Ahora hay tradición jurídica, después de aquella brillante sentencia. Borges, entre tanto, sigue gravitando entre nosotros.

 

"En diálogo" con Osvaldo Ferrari

Lo leído y lo vivido​

 

"Yo recuerdo más lo que he leído que lo que me ha pasado. Pero claro que una de las cosas más importantes que pueden pasarle a un hombre es haber leído tal o cual página que lo ha conmovido, una experiencia no menos intensa que otras".

 

La política

"La política, la verdad, es que no me ha interesado, salvo en función de la ética. Es decir, si yo he intervenido en política ha sido por razones éticas, nada más. (...) Por lo demás, trato de vivir a mi modo, es decir, inventando fábulas, pensando."

 

En cada generación

"Yo he pensado que los temas de la literatura, bueno, son escasos, y que cada generación busca ligeras variantes, cada generación reescribe en el dialecto de su época, lo que ha sido escrito ya."

 

Repeticiones

 

 "Me parece que siempre estoy escribiendo el mismo cuento, estoy describiendo la misma metáfora, con leves variaciones que pueden ser benéficas".

 

Es sueño

 

"El idealismo... el concepto de la vida como un largo sueño, quizás sin soñador, ¡no?, un sueño que se sueña a sí mismo, un sueño sin sujeto. Del mismo modo que se dice: nieva, llueve, podría decirse se piensa o se imagina o se siente, sin que necesariamente haya un sujeto detrás de esos verbos."

 

El arte

"El arte debería liberarse del tiempo." 

"Tengo mucha dificultad para escribir, soy un escritor muy premioso, pero precisamente eso me ayuda, ya que cada página mía por descuidada que parezca, presupone muchos borradores."

Ferrari Básico     

Osvaldo Ferrari nació en Buenos Aires en 1948. Poeta y ensayista, publicó, además de sus diálogos con Borges, tres libros de poesía: Poemas de vida (1974), Poemas autobiográficos (1981) y Poemas existenciales (2012). Sus ensayos han sido publicados por diarios y revistas literarias del país y del exterior.  

 

Fuente: Clarín

https://www.clarin.com/cultura/118-conversaciones-jorge-luis-borges-publican-japon-libro-ultimas-entrevistas-morir_0_-jR8ATwiq.html

 

 

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