Ocurrió en Madrid. Ocurrió. Estaban María Kodama y Borges
esperando que alguien los recogiera para cenar. Siempre se alojaban en el mismo
hotel, el Westin Palace, el Palace para ellos y para todos. A Borges le
gustaban su Jardín de Invierno y su cúpula, donde decía que “veía colores”.
Estando allí sentados, viendo colores, se acercó un chico que admiraba su obra.
Era Mick Jagger, que también dormía en el hotel. Se arrodilló y le dijo:
- Maestro, le admiro mucho. Leí toda su obra.
Y Borges, que no podía verle la cara, ni los morritos, ni el
cuerpo fibroso ni le identificó por la voz y
preguntó: “¿Y usted quien és?” Se le arrodillaban muchos. Respondió el
inglés: “Me llamo Mick Jagger”. Y Borges, que casi todo lo sabía, respondió:
“Ah, Mick Jagger, de los Rolling Stones“. Jagger se sorprendió y le tuvo que
decir: “Pero, maestro, ¿usted me conoce?”. Y Borges le aclaró: “Claro, conozco
lo que hace gracias a María, que fue quien me permitió descubrirlo”.
Esta conversación tuvo lugar. Fue real. No hay fotografías
de este encuentro, ni micrófonos. Lo ha contado María Kodama y ahora está
registrado en un precioso libro titulado ‘De Madrid al Palace’ que ha editado
el Westin Palace con motivo de su centenario. En él, Fernando Vicente ha
dibujado momentos que fueron reales pero que hoy parecen irreales porque no hay
fotografías.
Fuente : Revista Vanityfair
10 octubre, 2012
Que historia más fantástica! :)
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