viernes, 21 de junio de 2013

Borges: sus primeros poemas publicados en Buenos Aires




 por Ariel Fleischer

El primer poema publicado por Jorge Luis Borges en Buenos Aires es el que lleva por título “Aldea”, aparecido en la revista mural Prisma, en diciembre de 1921. Pero también existen dos poemas publicados por Borges en la primera quincena del mes de diciembre en una revista del anarquismo libertario, dato no recogido por ningún estudio crítico y/o bibliográfico.

La publicación se llama Cuasimodo. Sus directores eran Rómulo Schenini, Nemesio Canale y Julio R. Barcos (1883-1960), intelectual anarquista y autor de varios libros como La doble amenaza. Réplica a Lugones (1923) y La libertad sexual de las mujeres (c.1930). La revista se funda en Panamá en 1920, donde se editan los primeros 13 números; y a partir del nro. 14, del mes de abril de 1921, se traslada a Buenos Aires donde se publican los números finales en diciembre del mismo año. En Cuasimodo era frecuente encontrar texto de Alberto Ghiraldo, Elías Castelnuovo, Lelio O. Zeno, Juan Montalvo y Elías Reclus.

La tendencia política de la revista es “anarco-bolchevique”: son anarquistas pero adhieren a la Revolución Rusa a la que ven como un movimiento de avanzada y de justicia. ¿Parece extraño encontrar a Borges publicando en esta revista? No, historiemos un poco acerca de aquellos años.

En 1914 la familia Borges se traslada a Suiza. El viaje se había originado a raíz de la ceguera de Jorge Borges, el padre de Jorge Luis, que buscaba tratarse con un oftalmólogo suizo de reconocida trayectoria. Durante la estadía en Ginebra estalla la primera guerra y en octubre de 1917, la revolución rusa. Estos dos hechos conmueven profundamente los ambientes universitarios suizos y determinan la actuación del país como neutral en la guerra.

En los ambientes juveniles de Europa la revolución de 1917 lleva una profesión de fe humanista que invade a toda la intelectualidad. Borges no escapa a esta influencia: “Yo empiezo a creer mas i mas en la posibilidad de una revolución en Alemania. No sé si el pueblo alemán está listo para ello. Sin embargo algunos acontecimientos recientes —la tentativa de sublevación en la flota, los motines en Berlín i el magnífico ejemplo de la Revolución Rusa— me dan esperanza. Yo deseo esta revolución con toda mi alma”, escribió Borges en una carta dirigida a su amigo Roberto Godel, redactada en Ginebra y fechada el 4 de diciembre de 1917.

La familia se asienta definitivamente en la ciudad hasta fines de 1918, cuando Borges finaliza sus estudios y consigue el título de bachiller. De allí viajan a España donde comienzan los contactos del joven poeta con Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre y Rafael Cansinos Asséns, máxima figura del ultraísmo.

En esta época Borges comienza a publicar una serie de poemas que temática y espiritualmente se relacionan con la revolución rusa. Los textos aparecen en revistas como Grecia , Ultra y Tableros , publicaciones que conforman la avanzada de la vanguardia española ultraísta. Según contó el propio Borges en sus memorias, por aquellos años concibió un libro de poemas que iba a titularse Los salmos rojos o Los ritmos rojos . El libro se compondría de alrededor de veinte poemas “en verso libre, como elogio a la revolución rusa, a la hermandad del hombre, al pacifismo”.

El humanismo que inicialmente inspiró en Borges la poesía de esa etapa, morirá hacia fines de 1920, según el testimonio que aporta una carta que Borges dirigiera a su amigo Maurice Abramowicz, fechada el 12 de enero de 1920: “Soy de tu opinión en lo concerniente al bolcheviquismo. Es una sucia chusma de arribistas que arribarán y harán de la Vida una vileza moral mediocre y monótona”. Sin embargo, lo que Borges sigue reivindicando con la publicación de textos con temática de la revolución y a pesar de reconocer su desencanto con el bolcheviquismo, son las posibilidades estéticas que le aporta el espíritu revolucionario ruso, enmarcado en la estética del ultraísmo.

En marzo de 1921 los Borges regresan a Buenos Aires. El poeta ultraísta comienza a difundir su credo y en esa aventura conoce a Norah Lange, Francisco Piñero y Eduardo González Lanuza, con quienes fundará Prisma .

La primera publicación conocida de Jorge L. Borges tras su regreso a Buenos Aires aparece en El Diario Español bajo el título “Ultraísmo”. En ella escribe acerca del movimiento: “es un arte aquilatado, sobrio, esquemático, que allende las martingalas mezquinas de preparar efectos y las baratas victorias conseguidas mediante el despilfarro de palabras auroleadas o extrañas, tiende a enunciar, sencilla y fácilmente, las intuiciones líricas. Los poemas ultraicos constan de una serie de metáforas, cada una de las cuales tiene sugestividad personal y sintetiza una visión de algún fragmento de la vida”.

Diciembre de 1921 será un mes prolífico: Borges publica otro ensayo en Nosotros y edita la revista Prisma , una hoja mural que empapela Buenos Aires con poemas. Allí publican, en el primer número, algunos poetas españoles ultraístas (J. Rivas Panedas, Pedro Garfias, Adriano del Valle, Isaac del Vando-Villar, Jacobo Sureda), Borges, Eduardo González Lanuza y Guillermo Juan. Los poemas van acompañados por un grabado de Norah Borges y una “Proclama” firmada por los últimos tres poetas junto a Guillermo de Torre. “Salíamos de noche (González Lanuza, Piñero, mi primo y yo) —cuenta Borges — cargados con baldes de engrudo y escaleras proporcionados por mi madre y caminábamos kilómetros, pegando las hojas a lo largo de Santa Fe, Callao, Entre Ríos y México”.

Entre tanto el primer grupo vanguardista da a conocer Prisma, Borges ya había entregado sus poemas a Cuasimodo. La publicación de los poemas “Rusia” y “Guardia Roja”, seguramente, tienen relación con la amistad que Borges mantuvo con Francisco Piñero. Este rosarino, fallecido a los 22 años en un accidente de tránsito, fue amigo íntimo de Borges y un acérrimo anarquista: “cuando le ocurrió el accidente que le costó la vida en Río Negro, quisieron llevarlo al único hospital confortable de Viedma. Pero ese hospital pertenecía a una congregación religiosa. Se negó a que lo condujeran allí. Indicó la Asistencia Pública. Luego, en otro pobre hospital de Patagones, murió”. Piñero colaboró en el segundo número de Prisma y en la primera época de la revista PROA (1922-1923). Antes formó parte de Insurrexit , un grupo de estudiantes universitarios de izquierda surgidos a partir de la Reforma Universitaria de 1918. En la revista que editaba el grupo publicaba Julio R. Barcos, mas tarde director de Cuasimodo y también Eduardo González Lanuza, por entonces amigo de Piñero y luego también de Borges . De modo que es factible pensar que Piñero fue el encargado de vincular a Borges con el director de Cuasimodo y que éste, viniendo los poemas por parte de Piñero y obedeciendo a la temática de la poesía borgesiana de entonces, publicara aquellos textos.

El poema “Rusia” apareció originalmente en la revista madrileña Grecia , en septiembre de 1920. De la correspondencia que Borges mantuvo con su amigo Maurice Abramowicz se desprende que el poema fue concebido originalmente como prosa y así fue publicado.

Existe también una versión manuscrita del mismo poema reproducido en el número dedicado a Borges del cahier de L'Herne (París) en 1964. Este manuscrito está redactado en verso pero no presenta variantes textuales con la publicación de Grecia . El texto original de “Rusia” posiblemente sea el manuscrito puesto a remate por la casa de subastas inglesa Bloomsbury en 2004.

La versión del poema en verso será publicada en 1925 por Guillermo de Torre en su Literaturas europeas de vanguardia . También será reproducida en el Índice de la nueva poesía americana , en 1926, edición que lleva prólogos de Borges, Alberto Hidalgo y Vicente Huidobro. Según comenta Carlos García la inclusión de este poema en la antología fue una decisión molesta para Borges, quien no se encargó de la selección de los textos, y motivo de enemistad con Hidalgo.

En una carta dirigida a su amigo Jacobo Sureda en 1920, Borges escribe: “Yo terminé hace tiempo mi poema “Judería” y ahora forjo un segundo poema: muy objetivo, dinámico y frío, que se rotulará “Guardia roja”. El poema se publicó en la revista Ultra en marzo de 1921. Meses después será recogido por la madrileña Tableros .

Los poemas publicados en Cuasimodo aparecieron en el nro. 27, de la primera quincena de 1921, en la página 14. Los versos están acompañados de dos grabados que si bien no llevan firma pueden atribuirse a Nora Borges. Respecto a las versiones anteriores de estos poemas, publicadas en España, ofrecen numerosas variantes.

“Rusia”: en el 5to. verso, Borges, reemplaza la palabra “estandartes” por “huracanes” y en el verso 6to, “se pluraliza” por “dice su queja”. El final del poema cambia radicalmente: las versiones anteriores decían: “El mar vendrá nadando a esos ejércitos / que envolverán sus torsos / en todas las praderas del continente / En el cuerno salvaje de un arco iris clamaremos su gesta / bayonetas / que portan en la punta las mañanas”. La nueva versión publicada en Cuasimodo suprime los versos enunciados y los reemplaza por los que siguen: “La tropa que desfila / con bayonetas levantadas / semeja un candelabro de mil brazos”.

Con estos cambios en el poema Borges despersonaliza el texto de las anteriores intromisiones propias: él ya no se incluye como parte sino se vuelve un simple contemplador y transcriptor de aquella emoción estética. Además “porteñiza” un poco el poema borrando expresiones líricas.

El poema “Guardia Roja” también presenta algunos cambios respecto de la primera versión (revista Ultra , marzo de 1921) y la segunda (revista Tableros , noviembre de 1921). Tomando ésta como base para el análisis, la versión publicada en Cuasimodo ofrece la variante más importante en el 3er. verso: donde antes decía: “De las colas de los caballos cuelga el villorrio incendiado”, ahora dice: “Las lejanías cuelgan de las colas de los caballos”. Otros cambios aparecen en el 4to. verso: se reemplaza la palabra “estepa” por “llanura”; en el verso 7mo. donde decía “el milagro terrible del dolor estiró los instantes”, dice ahora: “el milagro implacable del dolor estrujó los instantes” y por último, en el verso 11ro., se reemplaza “tañen” por “bañan”.

Borges parece adaptarse al idioma castellano pero del habla porteña y por ello suprime algunos giros verbales y reemplaza palabras por otras más atendibles para el oído argentino: ya había pasado la admiración por las epopeyas y había que dedicarle tiempo al uso de lenguaje: había que cambiar política por estética.

Por el tenor de sus poemas Borges pareció admirar la revolución rusa más como un movimiento humano de justicia que por razones ideológicas. Esta profesión de fe humanista, extendida a todos los jóvenes europeos, y de seguro relacionada con la estancia ginebrina de Borges, es lo que se vuelve en el inicio el camino de su primera estación poética. Luego, con la “desilusión” del comunismo, Borges verá solamente las posibilidades estéticas que le brinda la revolución y buscará así explotar las imágenes y metáforas de la gesta, poniéndolas al servicio de su poesía.

Fuente : Revista Godot

 

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