por Ariel Fleischer
El primer poema publicado por Jorge Luis Borges en Buenos
Aires es el que lleva por título “Aldea”, aparecido en la revista mural Prisma,
en diciembre de 1921. Pero también existen dos poemas publicados por Borges en
la primera quincena del mes de diciembre en una revista del anarquismo
libertario, dato no recogido por ningún estudio crítico y/o bibliográfico.
La publicación se llama Cuasimodo. Sus directores eran
Rómulo Schenini, Nemesio Canale y Julio R. Barcos (1883-1960), intelectual
anarquista y autor de varios libros como La doble amenaza. Réplica a Lugones
(1923) y La libertad sexual de las mujeres (c.1930). La revista se funda en
Panamá en 1920, donde se editan los primeros 13 números; y a partir del nro.
14, del mes de abril de 1921, se traslada a Buenos Aires donde se publican los
números finales en diciembre del mismo año. En Cuasimodo era frecuente
encontrar texto de Alberto Ghiraldo, Elías Castelnuovo, Lelio O. Zeno, Juan
Montalvo y Elías Reclus.
La tendencia política de la revista es “anarco-bolchevique”:
son anarquistas pero adhieren a la Revolución Rusa a la que ven como un movimiento
de avanzada y de justicia. ¿Parece extraño encontrar a Borges publicando en
esta revista? No, historiemos un poco acerca de aquellos años.
En 1914 la familia Borges se traslada a Suiza. El viaje se
había originado a raíz de la ceguera de Jorge Borges, el padre de Jorge Luis,
que buscaba tratarse con un oftalmólogo suizo de reconocida trayectoria.
Durante la estadía en Ginebra estalla la primera guerra y en octubre de 1917,
la revolución rusa. Estos dos hechos conmueven profundamente los ambientes
universitarios suizos y determinan la actuación del país como neutral en la
guerra.
En los ambientes juveniles de Europa la revolución de 1917
lleva una profesión de fe humanista que invade a toda la intelectualidad.
Borges no escapa a esta influencia: “Yo empiezo a creer mas i mas en la
posibilidad de una revolución en Alemania. No sé si el pueblo alemán está listo
para ello. Sin embargo algunos acontecimientos recientes —la tentativa de
sublevación en la flota, los motines en Berlín i el magnífico ejemplo de la Revolución Rusa—
me dan esperanza. Yo deseo esta revolución con toda mi alma”, escribió Borges
en una carta dirigida a su amigo Roberto Godel, redactada en Ginebra y fechada
el 4 de diciembre de 1917.
La familia se asienta definitivamente en la ciudad hasta
fines de 1918, cuando Borges finaliza sus estudios y consigue el título de
bachiller. De allí viajan a España donde comienzan los contactos del joven
poeta con Ramón Gómez de la
Serna, Guillermo de Torre y Rafael Cansinos Asséns, máxima
figura del ultraísmo.
En esta época Borges comienza a publicar una serie de poemas
que temática y espiritualmente se relacionan con la revolución rusa. Los textos
aparecen en revistas como Grecia , Ultra y Tableros , publicaciones que
conforman la avanzada de la vanguardia española ultraísta. Según contó el
propio Borges en sus memorias, por aquellos años concibió un libro de poemas
que iba a titularse Los salmos rojos o Los ritmos rojos . El libro se
compondría de alrededor de veinte poemas “en verso libre, como elogio a la
revolución rusa, a la hermandad del hombre, al pacifismo”.
El humanismo que inicialmente inspiró en Borges la poesía de
esa etapa, morirá hacia fines de 1920, según el testimonio que aporta una carta
que Borges dirigiera a su amigo Maurice Abramowicz, fechada el 12 de enero de
1920: “Soy de tu opinión en lo concerniente al bolcheviquismo. Es una sucia
chusma de arribistas que arribarán y harán de la Vida una vileza moral
mediocre y monótona”. Sin embargo, lo que Borges sigue reivindicando con la
publicación de textos con temática de la revolución y a pesar de reconocer su
desencanto con el bolcheviquismo, son las posibilidades estéticas que le aporta
el espíritu revolucionario ruso, enmarcado en la estética del ultraísmo.
En marzo de 1921 los Borges regresan a Buenos Aires. El
poeta ultraísta comienza a difundir su credo y en esa aventura conoce a Norah
Lange, Francisco Piñero y Eduardo González Lanuza, con quienes fundará Prisma .
La primera publicación conocida de Jorge L. Borges tras su
regreso a Buenos Aires aparece en El Diario Español bajo el título “Ultraísmo”.
En ella escribe acerca del movimiento: “es un arte aquilatado, sobrio,
esquemático, que allende las martingalas mezquinas de preparar efectos y las
baratas victorias conseguidas mediante el despilfarro de palabras auroleadas o
extrañas, tiende a enunciar, sencilla y fácilmente, las intuiciones líricas.
Los poemas ultraicos constan de una serie de metáforas, cada una de las cuales
tiene sugestividad personal y sintetiza una visión de algún fragmento de la
vida”.
Diciembre de 1921 será un mes prolífico: Borges publica otro
ensayo en Nosotros y edita la revista Prisma , una hoja mural que empapela Buenos
Aires con poemas. Allí publican, en el primer número, algunos poetas españoles
ultraístas (J. Rivas Panedas, Pedro Garfias, Adriano del Valle, Isaac del
Vando-Villar, Jacobo Sureda), Borges, Eduardo González Lanuza y Guillermo Juan.
Los poemas van acompañados por un grabado de Norah Borges y una “Proclama”
firmada por los últimos tres poetas junto a Guillermo de Torre. “Salíamos de
noche (González Lanuza, Piñero, mi primo y yo) —cuenta Borges — cargados con
baldes de engrudo y escaleras proporcionados por mi madre y caminábamos
kilómetros, pegando las hojas a lo largo de Santa Fe, Callao, Entre Ríos y
México”.
Entre tanto el primer grupo vanguardista da a conocer
Prisma, Borges ya había entregado sus poemas a Cuasimodo. La publicación de los
poemas “Rusia” y “Guardia Roja”, seguramente, tienen relación con la amistad
que Borges mantuvo con Francisco Piñero. Este rosarino, fallecido a los 22 años
en un accidente de tránsito, fue amigo íntimo de Borges y un acérrimo
anarquista: “cuando le ocurrió el accidente que le costó la vida en Río Negro,
quisieron llevarlo al único hospital confortable de Viedma. Pero ese hospital
pertenecía a una congregación religiosa. Se negó a que lo condujeran allí.
Indicó la
Asistencia Pública. Luego, en otro pobre hospital de Patagones,
murió”. Piñero colaboró en el segundo número de Prisma y en la primera época de
la revista PROA (1922-1923). Antes formó parte de Insurrexit , un grupo de
estudiantes universitarios de izquierda surgidos a partir de la Reforma Universitaria
de 1918. En la revista que editaba el grupo publicaba Julio R. Barcos, mas
tarde director de Cuasimodo y también Eduardo González Lanuza, por entonces
amigo de Piñero y luego también de Borges . De modo que es factible pensar que
Piñero fue el encargado de vincular a Borges con el director de Cuasimodo y que
éste, viniendo los poemas por parte de Piñero y obedeciendo a la temática de la
poesía borgesiana de entonces, publicara aquellos textos.
El poema “Rusia” apareció originalmente en la revista
madrileña Grecia , en septiembre de 1920. De la correspondencia que Borges
mantuvo con su amigo Maurice Abramowicz se desprende que el poema fue concebido
originalmente como prosa y así fue publicado.
Existe también una versión manuscrita del mismo poema
reproducido en el número dedicado a Borges del cahier de L'Herne (París) en
1964. Este manuscrito está redactado en verso pero no presenta variantes
textuales con la publicación de Grecia . El texto original de “Rusia”
posiblemente sea el manuscrito puesto a remate por la casa de subastas inglesa
Bloomsbury en 2004.
La versión del poema en verso será publicada en 1925 por
Guillermo de Torre en su Literaturas europeas de vanguardia . También será
reproducida en el Índice de la nueva poesía americana , en 1926, edición que
lleva prólogos de Borges, Alberto Hidalgo y Vicente Huidobro. Según comenta
Carlos García la inclusión de este poema en la antología fue una decisión
molesta para Borges, quien no se encargó de la selección de los textos, y
motivo de enemistad con Hidalgo.
En una carta dirigida a su amigo Jacobo Sureda en 1920,
Borges escribe: “Yo terminé hace tiempo mi poema “Judería” y ahora forjo un
segundo poema: muy objetivo, dinámico y frío, que se rotulará “Guardia roja”.
El poema se publicó en la revista Ultra en marzo de 1921. Meses después será
recogido por la madrileña Tableros .
Los poemas publicados en Cuasimodo aparecieron en el nro.
27, de la primera quincena de 1921, en la página 14. Los versos están
acompañados de dos grabados que si bien no llevan firma pueden atribuirse a
Nora Borges. Respecto a las versiones anteriores de estos poemas, publicadas en
España, ofrecen numerosas variantes.
“Rusia”: en el 5to. verso, Borges, reemplaza la palabra
“estandartes” por “huracanes” y en el verso 6to, “se pluraliza” por “dice su
queja”. El final del poema cambia radicalmente: las versiones anteriores
decían: “El mar vendrá nadando a esos ejércitos / que envolverán sus torsos /
en todas las praderas del continente / En el cuerno salvaje de un arco iris
clamaremos su gesta / bayonetas / que portan en la punta las mañanas”. La nueva
versión publicada en Cuasimodo suprime los versos enunciados y los reemplaza
por los que siguen: “La tropa que desfila / con bayonetas levantadas / semeja
un candelabro de mil brazos”.
Con estos cambios en el poema Borges despersonaliza el texto
de las anteriores intromisiones propias: él ya no se incluye como parte sino se
vuelve un simple contemplador y transcriptor de aquella emoción estética.
Además “porteñiza” un poco el poema borrando expresiones líricas.
El poema “Guardia Roja” también presenta algunos cambios
respecto de la primera versión (revista Ultra , marzo de 1921) y la segunda
(revista Tableros , noviembre de 1921). Tomando ésta como base para el
análisis, la versión publicada en Cuasimodo ofrece la variante más importante en
el 3er. verso: donde antes decía: “De las colas de los caballos cuelga el
villorrio incendiado”, ahora dice: “Las lejanías cuelgan de las colas de los
caballos”. Otros cambios aparecen en el 4to. verso: se reemplaza la palabra
“estepa” por “llanura”; en el verso 7mo. donde decía “el milagro terrible del
dolor estiró los instantes”, dice ahora: “el milagro implacable del dolor
estrujó los instantes” y por último, en el verso 11ro., se reemplaza “tañen”
por “bañan”.
Borges parece adaptarse al idioma castellano pero del habla
porteña y por ello suprime algunos giros verbales y reemplaza palabras por
otras más atendibles para el oído argentino: ya había pasado la admiración por
las epopeyas y había que dedicarle tiempo al uso de lenguaje: había que cambiar
política por estética.
Por el tenor de sus poemas Borges pareció admirar la
revolución rusa más como un movimiento humano de justicia que por razones
ideológicas. Esta profesión de fe humanista, extendida a todos los jóvenes
europeos, y de seguro relacionada con la estancia ginebrina de Borges, es lo
que se vuelve en el inicio el camino de su primera estación poética. Luego, con
la “desilusión” del comunismo, Borges verá solamente las posibilidades
estéticas que le brinda la revolución y buscará así explotar las imágenes y
metáforas de la gesta, poniéndolas al servicio de su poesía.
Fuente : Revista Godot
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