domingo, 16 de mayo de 2010

Hotel Cervantes 1-Montevideo


De las revistas literarias y otros quehaceres

(Diálogo con Idea Vilariño, Manuel A. Claps y Mario Benedetti)

Pablo Rocca

PR - Hablemos de Borges. ¿Qué papel jugó? ¿Se reunieron con él alguna vez?

M.A.C.- Sí, cuando vino a dar conferencias en el Paraninfo y en "Amigos del Arte". Se alojaba en el Hotel Cervantes donde estuvimos con él.


M.B.- Y alguna vez en el Sportman antes de una conferencia.

M.A.C.- Ahí tomó una cañita antes de dar la charla, para entonarse, porque era muy tímido.

I.V.- En la Confitería Kasdorff estuvimos con él y con Ema Risso Platero. Pero sobre todo recuerdo una cena en casa de Elda Lago. En un trabajo sobre tangos que acabo de terminar, cito aquella frase de Borges que dice: "Los antiguos tangos dichosos no llevaban letra lunfarda" y agrego que esto no es cierto y lo explico, lo que no viene al caso. Pero la cosa termina así: "Eso Borges lo sabía muy bien, porque yo le oí cantar el tango «Don Juan», con una voz de ratón, en una sobremesa en la casa de Elda Lago". Es ese que empieza: "Soy el taita de Palermo", etcétera(3).

PR - ¿Se reunían con él para pedirle materiales?

M.A.C.- No, nos reuníamos para hablar de literatura.

M.B.- Sin embargo, una vez discutimos mucho si publicábamos o no "La fiesta del monstruo", que había escrito en colaboración con Bioy Casares.

I.V.- Y rechazamos la "Oda a la cebolla" de Neruda.

PR - Y al final los dos textos los publicó Rodríguez Monegal en Marcha.

I.V.- Sí, los rechazamos en Número y salieron en Marcha(4). Y aunque Emir admiraba mucho a Borges no era nada servil. También una vez le pedimos un cuento a Onetti y nos dijo que publicáramos "Mascarada", que nos pareció malo.

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